MILWAUKEE, Wisconsin —Los amplios espacios del Baird Center se estaban vaciando. Los delegados, vendedores, periodistas y otros asistentes a la Convención Nacional Republicana 2024 habían desaparecido. El espectáculo, el primero de los republicanos desde 2016, había terminado, la multitud hacía tiempo que se había ido.
En la tarde del 19 de julio, los hombres y mujeres que habían trabajado intensamente durante los últimos días, a veces cobrando media jornada, desmontaban las cabinas de prensa que quedaban.
Calle abajo, un equipo desmontaba las palabras «Trump 2024». Estaban hechas de letras tridimensionales frente al Fiserv Forum, donde el expresidente se dirigió a su partido la noche anterior.
En las entrevistas con The Epoch Times, los trabajadores de la convención, los empleados de los restaurantes cercanos y otras personas que habían vivido la RNC dijeron que los invitados de Cream City eran agradables.
Andrew Rode, personal de eventos del Baird Center, dijo que la gente era «muy amable, muy educada [y] cordial».
«No querían hablar de política conmigo. Hablaban de los Milwaukee Brewers y del tiempo que hace aquí, y de dónde está la estatua de Fonzie».
La estatua que conmemora al personaje de la comedia «Happy Days» estaba a unas manzanas de distancia, junto al río Milwaukee.
Una camarera de una cafetería cercana señaló que no estaba personalmente alineada con el Partido Republicano. Lamentaba tener que elegir entre el expresidente Donald Trump y el presidente Joe Biden y no se veía votando por Robert F. Kennedy, Jr.
Sin embargo, a pesar de la brecha con al menos algunos de sus clientes, describió a las personas a las que atendió como «bastante amables y comprensivas con el volumen que estábamos teniendo».
«Fue una experiencia bastante agradable», añadió.
Milwaukee, Wisconsin y Trump
Mientras aceptaba la nominación del Partido Republicano en la RNC, el expresidente Trump dio las gracias «a la extraordinaria gente de Milwaukee y del gran estado de Wisconsin».
Más de un mes antes, Jake Sherman, de Punchbowl News, reportó que el expresidente había descrito Milwaukee como «horrible» en una reunión en junio con los republicanos de la Cámara de Representantes.
Pero el representante Bryan Steil (R-Wisc.) negó rápidamente que la cita fuera real.
En un mitin celebrado el 18 de junio en la cercana ciudad de Racine, el expresidente rechazó la idea de que hubiera difamado a la ciudad anfitriona del RNC.
«Me encanta Milwaukee. Dije: ‘Tienen que arreglar el crimen. Todos lo sabemos. Tienen que asegurarse de que las elecciones sean honestas'», dijo.
Además de elogiar a Wisconsin, el discurso del expresidente Trump en la RNC incidió en la unidad, ya que pidió a los estadounidenses que se unieran por encima de las líneas partidistas. Sin embargo, tuvo su parte de retórica más partidista, mucha de ella familiar para cualquier oyente frecuente de sus discursos de campaña.
Grayce McCormick, una vendedora y demócrata registrada que pasa parte de su tiempo en Milwaukee, dijo a The Epoch Times que a pesar del mensaje unificador, principalmente a través de los esfuerzos del expresidente Trump en la primera mitad de su discurso, el impacto general en Milwaukee y Wisconsin es más complejo.
«El evento atrajo una importante atención y actividad económica a la zona, lo que es un aspecto positivo y un testimonio del potencial de este tipo de acontecimientos políticos», dijo. «Sin embargo, el clima político divisivo y los diversos puntos de vista entre los asistentes hicieron que fuera un reto lograr una verdadera unidad».
«Estamos entusiasmados aquí en Wisconsin», el presidente del Partido Republicano de Wisconsin, Brian Schimming, declaró a The Epoch Times.
Aunque algunos republicanos de Wisconsin, entre ellos el expresidente de la Cámara de Representantes Paul Ryan, no asistieron al Foro Fiserv, sí estuvieron presentes el exjefe del RNC Reince Priebus y el exgobernador Tommy Thompson.
El Sr. Schimming, que dijo haberse sentado junto al exgobernador Scott Walker, dijo que la elección del Sr. Thompson para cerrar el RNC fue unificadora. Se le ve como un moderado capaz de atraer tanto a demócratas como a republicanos, como hizo durante las elecciones a gobernador en la década de 1990.
«Este es un partido realmente unificado en estos momentos», dijo el líder estatal del partido.
Descuento para la policía en el restaurante
El bar & grill Major Goolsby’s seguía rodeado de vallas la tarde del 19 de julio. Un cartel en la fachada indicaba a los clientes que entraran por una puerta difícil de localizar en la valla.
Situado en diagonal frente al Baird Center, el restaurante se encuentra dentro del perímetro vigilado por las fuerzas policiales federales y locales de todo el país.
El camarero Jason Metke dijo a The Epoch Times que la noticia del descuento que desde hace tiempo ofrece el establecimiento a los policías — «mitad de descuento [para] las fuerzas policiales si llevas uniforme»— se extendió rápidamente entre los hombres y mujeres que protegían el evento.
Dijo que todos fueron «súper amables».
«Digamos que en ese momento no nos preocupaba que nos robaran», bromeó.
«Fue fácil», dijo Yuri Garrido, de Kleen Teem, un contratista implicado en la RNC.
La Sra. Garrido, que estaba sentada en una mesa del Major Goolsby’s, tenía cosas positivas que decir sobre la gente con la que interactuó en la convención.
Le preocupa el futuro de Estados Unidos para su hija y su hijo, ambos en el preparatoria. Su hija aspira a ser cardióloga, mientras que su hijo pretende alistarse en la Marina estadounidense.
«¿Cómo vamos a trabajar juntos para mejorar nuestra nación?», preguntó.
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