Sha Yu Zhu, taiwanesa de 72 años, ejemplifica los rasgos por excelencia de una mujer oriental tradicional— piedad filial y tolerancia.
Durante las décadas que duró su matrimonio antes de cumplir los 60, la Sra. Sha parecía diligente e inflexible. Sin embargo, a la mitad de la noche se escondía bajo las sábanas, derramando lágrimas en secreto. Sus quejas reprimidas la llevaban a expresar su dolor por la injusticia de la vida.
La Sra. Sha siempre había deseado tener hijos, pero sufrió la desgracia de siete abortos. Solo después del último, que provocó una gran hemorragia, tuvieron que extirparle el útero quirúrgicamente, lo que debilitó mucho su cuerpo. A pesar de ello, siguió cuidando de su suegra postrada en cama. Ante las constantes exigencias y críticas de su suegra, la Sra. Yu cumplió obedientemente, de acuerdo con la firme creencia de su marido de que «las palabras de un padre son decretos sagrados, destinados a ser obedecidos».
«Me he sometido a siete u ocho operaciones. Antes de cada intervención, a menudo me encontraba pensando: ‘Dios, llévame, no quiero vivir más’, pero siempre me despertaba después. Sufría una fuerte depresión y a menudo pensaba en el suicidio», reveló la Sra. Sha en una entrevista reciente con The Epoch Times.
Un diagnóstico de cáncer poco frecuente: de 2 a 3 años de vida
Cuando la Sra. Sha cumplió 60 años, experimentó un inusual episodio de dolor abdominal. Como había sido operada en numerosas ocasiones, no era ajena a las molestias abdominales. Al principio, supuso que se debía a las mismas adherencias abdominales. Sin embargo, el dolor fue en aumento, por lo que acudió al hospital. Ante la sospecha de peritonitis, sus médicos la operaron, pero descubrieron que padecía un tipo de cáncer muy poco frecuente: el seudomixoma peritoneal.
El seudomixoma peritoneal se extiende por la cavidad abdominal segregando mucina (un componente del moco). La mayoría de las personas solo experimentan síntomas cuando su abdomen se llena de mucina, una afección conocida como «barriga gelatinosa».
El pseudomixoma peritoneal no se propaga por el torrente sanguíneo o el sistema linfático como otros cánceres. Sin embargo, puede extenderse por las superficies de diversos órganos abdominopélvicos, lo que plantea dificultades para su tratamiento.
Este tipo de cáncer es extremadamente raro y solo afecta a dos personas por millón cada año.
Muchos médicos dijeron a la Sra. Sha que su enfermedad era casi intratable y que le quedaban —como mucho— dos o tres años de vida. Un especialista en cirugía llegó a decirle: «Coma y beba lo que pueda, y espere su momento en casa».
Sabiendo que tenía los días contados, la Sra. Sha preparó en secreto su funeral. Incluso compró ropa para el entierro y se hizo un retrato funerario.
Poco después, su hermano le habló de un vecino que tenía una dolencia peculiar, con una inexplicable atrofia muscular en la parte inferior de las piernas, que mejoró tras practicar Falun Gong. Así que su hermano le sugirió que lo probara.
Un rayo de esperanza
Aferrándose a su último rayo de esperanza, la Sra. Sha se apuntó a una clase de estudio de Falun Gong.
La primera vez que leyó el libro principal de Falun Gong, «Zhuan Falun», el contenido le pareció muy accesible. Lo describió así: «El libro cuenta una historia, revela las verdades de la vida, explica cómo funciona el universo y explora por qué la gente sufre tanto en este mundo. Cuanto más leía, más me gustaba».
Poco después de terminar «Zhuan Falun», el incómodo nudo que pesaba sobre el pecho de la Sra. Sha se disipó. Experimentó una sensación de frescura y tranquilidad. «Ya no resiento la injusticia de la vida. Este libro ha desatado los nudos de mi corazón», dijo.
Después de terminar la clase de estudio de Falun Gong, empezó a practicar en un lugar cercano. Durante la práctica, sintió una fuerte oleada de energía en las manos y su cuerpo se sintió relajado. Disfrutó mucho de la experiencia.
La Sra. Sha ha estado leyendo incansablemente libros relacionados con Falun Gong, incluido «Zhuan Falun». A menudo leo hasta altas horas de la noche porque me gusta. No solo no me canso, sino que cuanto más leo, más se me aclaran los ojos. Es un milagro, teniendo en cuenta que me habían operado de desprendimiento de retina y llevaba más de una década con visión borrosa y fatiga ocular», explicó.
Antes de Falun Gong, había sufrido durante mucho tiempo trastornos del sueño. Incluso después del fallecimiento de su suegra, seguía soñando con ella, lo que le provocaba un estrés considerable. Además, sufría con frecuencia terrores nocturnos y era incapaz de mover el cuerpo. El tormento persistente la angustiaba enormemente, pero no parecía haber forma de aliviarlo.
Sorprendentemente, después de leer «Zhuan Falun», todo el estrés de mi corazón desapareció y empecé a dormir profundamente. Ahora me levanto temprano todos los días, rebosante de alegría y con una inexplicable sensación de felicidad».
Aproximadamente una semana después de unirse a los ejercicios matutinos de Falun Gong, su apetito empezó a mejorar y pudo comer medio tazón de arroz. Antes, tras la operación, tenía poco apetito y solo podía comer lo mínimo. Además, experimentaba una sensación de pesadez en el estómago que la llevaba a un estado mental pesimista y depresivo.
«Después de practicar durante un mes, pude volver a comer con normalidad, mi fuerza recuperó su nivel habitual y mi cuerpo se sintió ligero y rejuvenecido». Han pasado 12 años desde entonces.
Practica Falun Gong todos los días, y en todas sus acciones considera si se ajustan a los principios de verdad, benevolencia y tolerancia. Esta atención se extiende también a su forma de hablar, asegurándose de que no causa daño a los demás. «Ya tengo 72 años, pero estoy muy sana. La gente suele comentar que parezco mucho más joven que mis compañeros», afirma.
Antes, cuando los demás la herían o la malinterpretaban, la Sra. Sha se sentía ofendida y luchaba por mantener la compostura. Ahora, esas circunstancias ya no la alteran. En lugar de eso, responde educadamente y ofrece explicaciones a la otra parte, y no pasa nada si no las aceptan.
La Sra. Sha dice que su marido tiene buen corazón, pero mal genio y tiende a levantar la voz cuando se enfada. Antes de empezar a practicar, lo soportaba, pero se sentía mal por dentro. Desde que empezó a practicar, cuando su marido se enfada, ella responde con paciencia, mostrando verdadera preocupación por él, lo que a menudo lleva a la resolución de conflictos. «Elijo ver sus cualidades positivas, comprendiendo que sus intenciones son buenas, a pesar de su comportamiento difícil», explicó.
«Me he dado cuenta de que si sigo los principios de verdad, benevolencia y tolerancia, todo irá sobre ruedas y la vida cambiará. Me he beneficiado enormemente de ello, y mi vida se ha vuelto más serena y satisfactoria. Por eso he mantenido una salud excelente», dijo.
Falun Gong: Cultivar la virtud y mejorar el bienestar físico
Falun Gong, también conocido como Falun Dafa, es una práctica de cultivación de la mente y el cuerpo introducida en China por el maestro Li Hongzhi en 1992. Siguiendo los principios de verdad, benevolencia y tolerancia, Falun Gong anima a los practicantes a cultivar su carácter moral, elevar su naturaleza espiritual y, en última instancia, alcanzar el objetivo de volver a su verdadero yo. La práctica consiste en cinco conjuntos de ejercicios, que incluyen meditación y están diseñados para ser sencillos y fáciles de aprender. Un número significativo de practicantes de Falun Gong han declarado haber experimentado un mayor bienestar emocional, una mejor salud física y la resolución de diversas enfermedades crónicas a través de la práctica.
Margaret Trey, autora y psicóloga de la Universidad Flinders de Australia, realizó un cuestionario en línea a 360 practicantes de Falun Gong de todo el mundo (excepto China). A estos practicantes se les pidió que invitaran a sus amigos y familiares no practicantes a rellenar los cuestionarios, sirviendo como grupo de control. La encuesta reveló que los practicantes de Falun Gong son más optimistas sobre su estado de salud. En cuanto a la salud mental, más del 80 por ciento de los practicantes dijeron sentirse tranquilos y con energía la mayor parte del tiempo, mientras que solo el 44 por ciento de los no practicantes manifestaron sentimientos similares.
Un estudio presentado en la reunión anual de 2016 de la Sociedad Americana de Oncología Clínica indicó que la práctica de Falun Gong podía prolongar significativamente la supervivencia de pacientes con cáncer terminal y aliviar sus síntomas.
Investigadores de Suiza, Reino Unido, Estados Unidos y Taiwán observaron a 152 pacientes con cáncer terminal en China que practicaban Falun Gong. Los tipos de cáncer primarios incluían pulmón, hígado, estómago, leucemia, esófago, ginecológico, páncreas, vías biliares y colorrectal.
El estudio demostró que, en la fecha del informe, 149 pacientes seguían vivos y en buen estado de salud. En comparación con el periodo de supervivencia previsto de 5.1±2.7 meses, el periodo de supervivencia real se prolongó significativamente hasta 56.0±60.1 meses, con una mediana de tiempo de mejoría de los síntomas de 1.3±1.7 meses. Entre ellos, 147 casos (96.7 por ciento) reportaron una recuperación completa de los síntomas, con 60 casos confirmados por los médicos tratantes. La mediana de tiempo para la recuperación completa de los síntomas fue de 3.6±3.3 meses, y la mediana de tiempo para la supervivencia libre de síntomas fue de 52.7±61.1 meses. Además, la práctica de Falun Gong condujo a una mejora significativa en la calidad de vida del paciente.
En 2020, se publicó en la revista internacional Health Behavior and Policy Review un estudio en el que participaron más de mil practicantes taiwaneses de Falun Gong. El estudio utilizó la encuesta de salud MOS 36-Item Short Form Health Survey (SF-36) para evaluar a los participantes. Los resultados revelaron que en ocho indicadores, incluyendo «salud física» y «salud mental», los practicantes de Falun Gong obtuvieron puntuaciones significativamente más altas que la población general en seis de los ocho indicadores, con la excepción de «funcionamiento físico» y «funcionamiento social». Además, los practicantes de Falun Gong mayores de 65 años mostraron puntuaciones significativamente más altas en los ocho indicadores de salud física y mental en comparación con la población general.
El estudio también descubrió que, en comparación con las normas generales en Taiwán, entre el 70 y el 89 por ciento de las personas con enfermedades crónicas como cardiopatías, diabetes, afecciones pulmonares e hipertensión arterial experimentaron mejoras o recuperaciones después de practicar Falun Gong.
Antes de que el Partido Comunista Chino iniciara su persecución de Falun Gong en 1999, la Administración General del Deporte de China realizó en mayo de 1998 una encuesta aleatoria en la que participaron 12,553 practicantes de Falun Gong. La encuesta reveló que después de practicar durante varios meses o varios años, estos practicantes experimentaron mejoras significativas en sus condiciones físicas, lo que llevó a una tasa global de recuperación de hasta el 97.9 por ciento.
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