El expresidente de Perú Alberto Fujimori (1990-2000) fue trasladado este viernes de la celda donde cumple una condena de 25 años de prisión a una clínica de Lima tras presentar baja saturación de oxígeno.
Los médicos han descartado el covid-19 como causante de esas complicaciones respiratorias tras haber sido sometido a una prueba de antígenos que salió negativa, precisó a medios locales el excongresista fujimorista Alejandro Aguinaga, médico personal de Fujimori.
Aguinaga detalló que la saturación de oxígeno de Fujimori, de 82 años, ronda habitualmente entre 89 y 90, por debajo de 95, que es valor mínimo idóneo, pero lo puede sobrellevar porque se le aplica oxígeno en la celda donde está recluido.
Sin embargo, esta vez ha necesitado ser evacuado a un centro médico para una mayor observación de su estado de salud, algo que según Aguinaga puede deberse a las distintas afecciones cardíacas que afectan al expresidente.
Frecuentes hospitalizaciones
Desde que está en prisión, Fujimori es periódicamente trasladado a clínicas por diferentes males crónicos propios de su avanzada edad, como hipertensión arterial, una hernia lumbar, gastritis, fibrilación auricular paroxística y unas lesiones en la lengua, conocidas como leucoplasia, de las que fue operado hasta seis veces.
El expresidente es el único preso en una cárcel construida expresamente para él dentro de una base policial en Lima, donde cuenta con unas condiciones privilegiadas respecto al resto de presos del país, pues su celda tiene tres ambientes donde recibe numerosas visitas semanalmente y asistencia médica permanente.
Allí todavía le quedan por purgar unos doce años de condena, por lo que no saldría en libertad hasta 2033, cuando tenga 95 años.
Por haber sido condenado por delitos de lesa humanidad, Fujimori no tiene beneficios penitenciarios como libertad condicional o el derecho a un indulto ordinario.
Indulto frustrado
Pese a que en 2017 el expresidente Pedro Pablo Kuczynski le otorgó un indulto humanitario bajo sospechas de ser un intercambio de favores para evitar ser destituido por el fujimorismo en el Congreso, la Justicia peruana anuló esa gracia presidencial por irregularidades en el proceso.
Fujimori fue condenado en 2009 como autor mediato (con dominio del hecho) de los asesinatos de 25 personas, entre ellas un menor, en las matanzas de Barrios Altos (1991) y La Cantuta (1992), perpetradas por el grupo militar encubierto Colina.
También por los secuestros de un empresario y un periodista durante el autogolpe de Estado que dio en 1992 cuando disolvió el parlamento e intervino Fiscalía, judicatura y Tribunal Constitucional.
Nueva acusación pendiente
El nuevo internamiento médico de Fujimori llega cuando la Fiscalía está presentando su nueva acusación contra el exmandatario por el caso de las esterilizaciones forzadas, ya que bajo su mandato se practicaron ligaduras de trompas a más de 200,000 mujeres sin saber exactamente a cuántas fue sin su consentimiento.
A inicios de marzo, en coincidencia con esta nueva acusación, el Tribunal Constitucional ya rechazó un recurso presentado por Fujimori para ser puesto en libertad ante el supuesto riesgo de contagiarse de covid-19 dentro del establecimiento penitenciario.
También ocurre en plena campaña electoral para los comicios generales del 11 de abril, donde su hija y heredera política, Keiko Fujimori, es por tercera vez candidata a la Presidencia de Perú, después de que en las dos anteriores elecciones se quedase a las puertas de convertirse en la primera presidenta mujer de Perú.
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