Según los expertos, un aumento de los casos de cáncer está presionando a los estadounidenses, que ya se enfrentan a una situación difícil —precios exorbitantes de los medicamentos, falta de regulación y un sistema que parece diseñado para obtener beneficios.
Mientras las deudas médicas sobrepasan a los pacientes, la batalla contra el cáncer está tomando un nuevo frente financiero que podría llevar a la bancarrota a muchos enfermos de cáncer.
Patrones emergentes de los datos sobre el cáncer
Durante más de siete décadas, el cáncer se mantiene entre las dos principales causas de muerte. Según estimaciones del Instituto Nacional del Cáncer, más de un tercio de la población estadounidense se enfrentará a un diagnóstico de cáncer a lo largo de su vida.
Un nuevo estudio publicado en JAMA Network Open, en el que se analizan los datos sobre cáncer de 3.8 millones de pacientes, revela una tendencia —la generación X, los nacidos entre 1965 y 1980, está experimentando un aumento más acusado de las tasas de cáncer en los principales tipos que cualquier otra generación anterior desde 1908. Esta trayectoria sugiere que la elevada incidencia del cáncer en Estados Unidos podría persistir durante las próximas décadas, lo que representa una inminente crisis de salud pública.
La tasa de mortalidad por cáncer en Estados Unidos desciende sistemáticamente año tras año desde 2000, pero la tasa de nuevos casos diagnosticados va en aumento. En 2024, se prevén más de 2 millones de nuevos casos de cáncer en Estados Unidos, según datos publicados en A Cancer Journal for Clinicians. Esta cifra es superior a los 1,958,310 nuevos casos de 2023.
La tasa de incidencia de seis de los 10 principales tipos de cáncer también está aumentando. La incidencia aumentó anualmente entre un 0.6% y un 3% entre 2015 y 2019 para cánceres como el de mama, páncreas, próstata, hígado, riñón y cánceres orales relacionados con el VPH.
Epidemia de cáncer de aparición temprana
Una investigación publicada en 2022 apunta a una «epidemia de cáncer de aparición temprana». Algunos datos apuntan a un aumento global del 79.1% de los cánceres de aparición precoz entre 1990 y 2019 y a un incremento de casi el 30% de las muertes relacionadas.
Aunque las causas no están claras, los científicos sugieren que el envejecimiento acelerado debido a factores como la dieta, el estilo de vida y las exposiciones ambientales pueden desempeñar un papel.
Un informe de 2024 muestra que los adultos más jóvenes son el único grupo de edad en el que aumenta la incidencia global del cáncer entre 1995 y 2020, con un incremento anual de entre el 1% y el 2%. Las tasas de cáncer de mama, próstata, endometrio, colorrectal y de cuello uterino también están aumentando en esta población.
Los adultos jóvenes experimentaron un aumento anual del 1 al 2 por ciento en los cánceres de cuello uterino (de 30 a 44 años) y colorrectal (menores de 55 años) entre 2015 y 2019. El cáncer colorrectal pasó de ser la cuarta causa de muerte por cáncer a finales de la década de 1990 a ser la primera en hombres y la segunda en mujeres menores de 50 años.
El creciente costo económico
A medida que más diagnósticos de cáncer se ciernen sobre los estadounidenses más jóvenes y en edad de laborar, los afectados se enfrentan a problemas financieros debido al aumento vertiginoso de los costos de los tratamientos que salvan vidas.
Muchos pacientes y sobrevivientes de cáncer se ahogan en deudas médicas a pesar de tener seguro médico, según una encuesta reciente de la Red de Acción contra el Cáncer de la Sociedad Americana contra el Cáncer.
El 47% de los más de 1200 pacientes y sobrevivientes de cáncer encuestados acumularon deudas debido a su tratamiento oncológico, y el 49% tiene una carga superior a 5 mil dólares. El 69% lleva más de un año lidiando con esta deuda, y más de un tercio (35%) lleva tres años o más con deudas relacionadas con el cáncer.
Casi todos los encuestados (98%) estaban asegurados cuando contrajeron la deuda, y la cobertura más común (34%) eran planes de salud con deducible alto sin cuenta de ahorros sanitarios. Los resultados sugieren que las personas agobiadas por las deudas médicas relacionadas con el cáncer tienen tres veces más probabilidades de no someterse a las revisiones oncológicas recomendadas (el 18% frente al 5%). El 27% se quedó sin una alimentación adecuada, mientras que otro 25% se ha visto obligado a saltarse o retrasar cuidados esenciales debido a la agobiante deuda.
Los precios de los medicamentos fueron en aumento, muy por encima de la inflación, según un reciente informe elaborado para la Asociación Americana de Hospitales por Healthsperien, una consultora de salud pública. Mientras que la inflación fue aproximadamente del 6.4% entre enero de 2022 y 2023, el precio medio de los medicamentos contra el cáncer aumentó un 15.2% en 2023 y un 32% el año anterior.
El precio medio del tratamiento de los medicamentos oncológicos asciende a una media de 257,000 dólares al año, 3.7 veces más que el de los medicamentos no oncológicos. Para agravar el problema, el precio medio de lanzamiento ajustado a la inflación de los medicamentos oncológicos orales aumentó más de un 25 % entre 2017 y 2022.
Si estas tendencias persisten, el nuevo medicamento contra el cáncer autoadministrado promedio podría costar potencialmente más de 300 mil dólares por año para 2025, exacerbando la carga financiera sobre los pacientes y presionando los recursos de atención médica, según el informe.
El papel del sistema de atención de salud en el precio de los medicamentos
La culpa de los desorbitados precios de los medicamentos la tiene el sistema de salud en su conjunto, declaró a The Epoch Times Pavani Rangachari, catedrático de Administración Sanitaria y Salud Pública de la Universidad de New Haven.
La falta de regulación y negociación de precios en el sistema estadounidense permite a las empresas farmacéuticas disfrutar a «rienda suelta» a la hora de fijar los precios, incluso para medicamentos con beneficios mínimos en la prolongación de la vida, como los que prolongan la supervivencia sólo tres o cuatro meses, añadió. Los pacientes pueden llegar a acumular más de 150 mil dólares en gastos por determinados medicamentos contra el cáncer en ese corto período de tiempo, señaló Rangachari.
Aunque los elevados costos asociados al desarrollo de fármacos «desde el laboratorio hasta la cabecera de la cama del enfermo» contribuyen al problema, las empresas farmacéuticas poseen esencialmente monopolios debido a la protección de patentes, lo que les permite maximizar sus ganancias, añadió.
Las empresas también pueden asociarse con proveedores y médicos e incentivarlos para que sigan recetando medicamentos caros, dijo Rangachari.
A este problema se añade la propia naturaleza del tratamiento del cáncer, en el que los pacientes suelen necesitar varios medicamentos consecutivos, y la carga de la deuda médica persiste incluso durante la transición a nuevos medicamentos.
Un sistema médico que necesita reformas
El problema de los costosos medicamentos contra el cáncer es una cuestión sistémica que exige la intervención del gobierno a través de modelos de compra basados en el valor, dijo la Sra. Rangachari.
Estos sistemas de pago alternativos permiten a los Estados negociar costos de medicamentos más bajos con los fabricantes, a los que también se debería exigir que demuestren la rentabilidad de sus tratamientos contra el cáncer, como se hace en otros países desarrollados, mediante precios basados en el valor y vinculados a resultados sanitarios y años de vida ajustados a la calidad.
Sin embargo, la carga no recae únicamente en las empresas farmacéuticas. Todas las partes interesadas, incluidos los centros oncológicos, deben aumentar la transparencia para los pacientes con cáncer, ya que las dificultades económicas para ellos van más allá de los costos médicos y afectan a factores indirectos como la pérdida de productividad.
A pesar de los defectos del sistema actual, algunos centros oncológicos empezaron a detectar las dificultades económicas de los pacientes y a ofrecerles servicios de ayuda. «Esto puede suponer una gran diferencia», afirma Rangachari. Las aseguradoras pueden aliviar la presión sobre los pacientes reduciendo los requisitos de autorización previa, teniendo en cuenta los usos no contemplados de los medicamentos, minimizando las restricciones de cobertura y reduciendo los desembolsos máximos, añadió.
La Sra. Rangachari subrayó la insostenibilidad del sistema actual, en el que las aseguradoras pueden ser las grandes perdedoras debido a los problemas de precios de las primas, derivados de la gran variabilidad de los costos de los medicamentos. Cuestionó la forma en que las aseguradoras pueden fijar las primas en medio de la imprevisibilidad de los precios de los productos farmacéuticos, destacando el riesgo de que los elevados gastos supongan una carga injusta para los pacientes.
La Sra. Rangachari señaló que es probable que haya oposición por parte de entidades poderosas a medida que los Centros de Servicios de Medicare y Medicaid (CMS) implementen la fijación de precios basada en el valor. «Así que el gobierno tiene que prepararse para una gran lucha».
Únase a nuestro canal de Telegram para recibir las últimas noticias al instante haciendo clic aquí
Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando
¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.
