Muchos asesinos en masa se adhieren a la filosofía del nacional-bolchevismo, pero a menudo se pasa por alto esta conexión ideológica que les motiva a cometer crímenes, dijo Trevor Loudon, autor, cineasta y presentador del programa Counterpunch de EpochTV.
Hay dos tipos de autores de tiroteos masivos, dijo Loudon al programa «Crossroads» de EpochTV.
Un tipo es el de los jóvenes dementes que suelen consumir drogas, tener un mal historial familiar, no tener ningún futuro en la vida, querer causar un impacto, estar enfadados con el mundo y querer superar a otros tiradores, explicó.
Otro tipo son los que tienen una motivación política y racial, muchos de los cuales son bolcheviques nacionales que tienen una lealtad a Rusia, continuó Loudon. El aspecto de los vínculos de los autores de tiroteos masivos con el nacional-bolchevismo suele pasarse por alto, pero no debería ser así porque muchos de ellos encajan en esa filosofía, añadió.
Qué es el nacional-bolchevismo
Loudon describió el nacional bolchevismo como una combinación de comunismo y nazismo.
«Es una filosofía comunista, bolchevique, pero con elementos nacionalistas. Y es muy popular [entre] algunos grupos supremacistas blancos».
El nazismo siempre se consideró un fenómeno de izquierdas hasta el final de la Segunda Guerra Mundial, dijo Loudon. Muchos comunistas se unieron al Partido Nazi y el comunismo y el nazismo se consideraban dos elementos diferentes de la izquierda, añadió.
Stalin fue el primero que llamó a los nazis de derecha, después de derrotar a Alemania, «porque así podía poner esa etiqueta a los conservadores y anticomunistas», dijo Loudon.
Uno de los líderes ideológicos del nacional-bolchevismo es Alexander Dugin, un filósofo ruso que fue asesor de Vladimir Putin durante algún tiempo.
Los bolcheviques nacionales ven a Rusia como el «salvador» del «mundo socialista blanco», pero consideran a China como un ejemplo de cómo debe funcionar un sistema político, y ven el racismo de los Han de la China comunista como algo que debe ser llevado hacia Occidente, dijo Loudon.
Los chinos han son el mayor grupo étnico de China y representan alrededor del 90% de los 1400 millones de habitantes del país.
Los bolcheviques nacionales prevén dejar a los chinos su superestado y establecer un superestado nacional-bolchevique blanco que se extienda desde Siberia, a través de Europa y hasta Estados Unidos, explicó Loudon.
Muchos bolcheviques nacionales tienen profundas conexiones con los radicales europeos y los radicales rusos, y es posible que la inteligencia militar rusa esté involucrada en el movimiento, dijo Loudon.
Los rusos siguen controlando la izquierda internacional en cooperación con la China comunista, pero Rusia comprendió hace tiempo que no basta con controlar los partidos comunistas por sí solos, explicó Loudon. «Tienes que ser capaz de controlar también a la llamada derecha».
Por lo tanto, Rusia respaldó tanto a Marine LePen, una política de derecha francesa y excandidata presidencial, como al Partido Comunista Francés, dijo Loudon.
Objetivo: provocar una guerra civil en Estados Unidos
Según Loudon, Payton Gendron, el hombre que ha sido acusado de matar a 10 personas en un supermercado de Buffalo, Nueva York, en mayo, era abiertamente un bolchevique nacional. Llevaba el famoso símbolo nacional bolchevique y admiraba a Brenton Tarrant, autor de un tiroteo masivo en Nueva Zelanda que mató a personas en dos mezquitas en 2019, dijo Loudon.
Gendron escribió y publicó online un manifiesto de 180 páginas en el que detallaba su deseo de atacar el supermercado, según las autoridades.
Su manifiesto parecía copiado del manifiesto escrito por Tarrant, que ha sido condenado y sentenciado por matar a 51 musulmanes en Christchurch, Nueva Zelanda, dijo Loudon. «Era la misma simbología».
«[Tarrant explicó] en su manifiesto que eligió deliberadamente las armas para su masacre, porque eso —esperaba— desencadenaría el debate sobre las armas en Estados Unidos. La izquierda iría por las armas, la derecha contraatacaría, habría una guerra civil y Estados Unidos se derrumbaría en la guerra civil», dijo el investigador, añadiendo que Gendron expresó sentimientos similares.
«[La] guerra civil en Estados Unidos significaría la llegada al poder de Rusia y China», continuó Loudon.
Gendron había sido un comunista que luego se convirtió en un nacional bolchevique fascista; mientras que Tarrant había estado en Corea del Norte y presuntamente en Rusia, fue comunista, luego libertario, luego fascista y luego nacional bolchevique, señaló Loudon.
La nación con los valores políticos y sociales más parecidos a los de Tarrant era la China comunista, escribió Loudon, que lleva más de 30 años investigando los grupos radicales y terroristas y su influencia encubierta en la política dominante, para The Epoch Times.
Ambos tiradores habían pasado de una corriente de extrema izquierda a otra: «a una cepa internacionalista, no racial, a una cepa más nacionalista racializada de la izquierda, pero sigue siendo la izquierda y sigue siendo un movimiento pro-ruso», dijo Loudon.
Explicó que no quería decir que el tirador de Buffalo fuera un agente reclutado por Rusia. Hay muchos «lobos solitarios» entre los bolcheviques nacionales que aprendieron la filosofía del bolchevismo nacional y vieron que el objetivo del movimiento del bolchevismo nacional es derribar a Estados Unidos provocando una guerra civil en el país, dijo Loudon.
Estos «lobos solitarios» planean tiroteos masivos con la esperanza de convertirse un día en «gloriosos [combatientes] del nacional-bolchevismo» y si sumergen a Estados Unidos en una guerra civil, pueden cambiar el curso de la historia mundial, continuó Loudon.
Esta motivación es similar a la que inspira a muchos combatientes de ISIS a realizar actos terroristas, añadió Loudon. Cuando captan la filosofía de ISIS y comprenden los objetivos del grupo, actúan como «lobos solitarios» sin instrucciones.
Algunos autores de tiroteos masivos son presentados por los numerosos medios de comunicación como motivados por la ideología de extrema derecha.
«Estos tipos no son ultraderechistas estadounidenses. … odian explícitamente a Estados Unidos, quieren ver un sistema fascista socialista mundial».
El manifiesto de Tarrant está actualmente prohibido en Nueva Zelanda y por poseerlo, uno puede ser abofeteado con una multa de 100,000 dólares o varios años de cárcel, añadió Loudon.
Durante la manifestación de Charlottesville de 2017, hubo dos grupos prorrusos que se enfrentaron en las calles: supremacistas blancos prorrusos y bolcheviques nacionales que luchaban con comunistas prorrusos del Partido del Socialismo y la Liberación, dijo Loudon.
El entonces presidente Donald Trump y los conservadores republicanos fueron culpados de los incidentes en Charlottesville, Virginia. Pero ambos bandos eran prorrusos, dijo Loudon, que calificó la lucha como «una operación enemiga».
Derechos a poseer armas
Loudon es un defensor de los derechos a las armas y cree que si la portación oculta hubiera sido permitida en Nueva Zelanda, el tiroteo masivo de 2019 en Christchurch podría haberse evitado, o al menos habrían sido asesinadas menos personas.
Matar a 44 personas en la primera mezquita le llevó a Tarrant 28 minutos, tras los cuales se marchó y se dirigió a una segunda mezquita en la que mató a siete personas, dijo Loudon, que solía vivir en Christchurch. La comisaría central de la ciudad se encuentra a solo una milla y medio de la mezquita donde se produjo el primer tiroteo, pero ningún policía acudió allí antes de que el tirador se marchara, dijo Loudon.
En la segunda mezquita, los disparos de Tarrant causaron menos daños porque algunos fieles se abalanzaron sobre el tirador y le quitaron el arma, dijo Loudon. El asesino huyó, pero fue detenido poco después, añadió Loudon.
Si algunos de los musulmanes de esa mezquita estuvieran armados, el tiroteo no se habría producido, dijo Loudon. Si hubiera ocurrido, posiblemente solo dos o tres personas se habrían convertido en víctimas antes de que uno de los fieles hubiera disparado al asesino, añadió Loudon.
Una sociedad armada es una sociedad educada y segura, afirmó Loudon. «La gente hará locuras con las armas, pero el resultado neto es que habrá muchas más vidas salvadas por la posesión universal de armas de las que se cobrarán».
Loudon puso el ejemplo de Suiza, que tiene una de las tasas de homicidio más bajas de Europa, acompañada de una alta tasa de posesión de armas.
Suiza exige a los hombres de un determinado rango de edad que sirvan en el ejército y a los que pueden servir se les da un arma de fuego para tener en casa. Otros tienen que solicitar un permiso para obtener un arma, reportó Business Insider. A pesar del elevado número de propietarios de armas, en los últimos 21 años no se ha producido ningún tiroteo masivo en Suiza, reportó Insider.
«No es el número de armas que se tiene. Es la actitud de la gente», dijo Loudon. «La gente en Estados Unidos ama la libertad. … La única manera de proteger esa libertad es asegurándose de que el gobierno teme al pueblo, y no al revés».
Con información de Jack Phillips.
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Las opiniones expresadas en este artículo son propias del autor y no necesariamente reflejan las opiniones de The Epoch Times
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