El primer ministro Justin Trudeau afirmó que su política de vacunación contra el COVID-19 ayudó a Canadá a superar la pandemia y criticó la «desinformación e información errónea» relacionada, pero también dijo que algunas personas experimentaron efectos secundarios a las vacunas.
«El reto que tenemos ahora es que, cada vez más, la desinformación y la información errónea llevan a la gente a creer cosas que no son ciertas. Las vacunas son un ejemplo perfecto de ello», dijo Trudeau el 24 de abril durante un debate con el presidente alemán Frank-Walter Steinmeier en la Universidad de Ottawa.
“Al igual que cualquier avance médico moderno, existen posibles efectos secundarios en las vacunas, y hay personas que probablemente se enfermaron gravemente debido a las vacunas [entre] los miles de millones de personas que han sido vacunadas contra el COVID en los últimos años».
El primer ministro no dio más detalles. Health Canada afirma que ocurren eventos adversos graves, pero que son poco frecuentes.
Trudeau habló sobre la vacunación después de responder a una pregunta de un estudiante que dijo que existe la preocupación de que la palabra «desinformación» se esté utilizando para desacreditar puntos de vista contrarios en el contexto de la pandemia.
El estudiante le preguntó a Trudeau cómo es que él decide qué es desinformación y cuándo usar la palabra.
El primer ministro dijo que se basa en las «definiciones reales» de desinformación e información errónea y que hay ciertas «realidades científicas» «probadas y aceptadas» que han sido expuestas por expertos a lo largo de generaciones, como que «el agua es algo húmedo y se congela a cero grados centígrados».
En ese contexto, él dijo que algunas personas han difundido deliberadamente falsedades sobre las vacunas que han puesto en peligro la vida de otros, pero no dio ejemplos.
El primer ministro dijo que, ante la «mayor crisis de salud pública» de los últimos 100 años, era su deber proteger la vida de los canadienses.
«Y por ello, aunque no obligué a nadie a vacunarse, opté por asegurarme de que existieran todos los incentivos y todas las protecciones para alentar a los canadienses a vacunarse», dijo.
El gobierno liberal impuso mandatos de vacunación en el transporte, en la administración pública y en los lugares de trabajo regulados por el gobierno federal desde octubre de 2021 hasta junio de 2022.
A quienes no se vacunaban se les prohibía viajar en aviones y trenes y se les daba licencia sin goce de sueldo o se les despedía de sus empleos.
Los documentos y testimonios en relación con un caso judicial contra el mandato de vacunación para viajes muestran que el gobierno sabía que el riesgo de transmisión en los vuelos era bajo y que tenía datos limitados sobre la forma en que la vacunación podía ayudar a reducir la propagación en ese entorno.
Trudeau también prometió a las provincias mil millones de dólares para implementar pasaportes de vacunación, que impedían a los no vacunados entrar en restaurantes, instalaciones deportivas y lugares de oración.
«Nos vacunamos a un nivel más alto que casi cualquier otro de nuestros países pares, y por eso tuvimos una pandemia menos mortal que la mayoría de los demás países», afirmó.
El John Hopkins Coronavirus Resource Center coloca a Canadá en el puesto 73 entre 193 países en cuanto a muertes por COVID por cada 100,000 habitantes.
Pero la Organización Mundial de la Salud dice que comparar la cantidad de muertes por COVID entre países es difícil debido a que tienen diferentes procesos para realizar las pruebas e informar.
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