El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, y el ministro de Seguridad Pública, Dominic LeBlanc, se reunieron el 29 de noviembre con el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, en su finca Mar-a-Lago, en Florida.
Aunque hasta el momento no se han emitido declaraciones oficiales sobre la reunión, el diputado liberal Anthony Housefather comentó sobre el encuentro.
«Las relaciones interpersonales sólidas son clave para gestionar la increíblemente importante relación entre Canadá y Estados Unidos», dijo Housefather en X el 29 de noviembre. «Me alegra ver que [Trudeau y LeBlanc] se reúnen con el presidente Trump esta noche».
La reunión se produce cuando Trump anunció recientemente que planea imponer un arancel del 25% a las importaciones de Canadá y México, a menos que ambos países detengan el cruce ilegal de fronteras y el flujo de drogas ilícitas como el fentanilo hacia Estados Unidos.
Trudeau dijo el 29 de noviembre que resolverá la cuestión arancelaria conversando con Trump.
«Vamos a trabajar juntos para abordar algunas de las preocupaciones», dijo Trudeau en una conferencia de prensa en la Isla del Príncipe Eduardo.
«Pero en última instancia, serán las numerosas conversaciones constructivas con el presidente Trump las que nos mantendrán avanzando en el camino correcto para todos los canadienses».
Trump afirmó el 27 de noviembre que en una llamada telefónica con la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ella aceptó impedir que los inmigrantes ilegales lleguen a la frontera sur de Estados Unidos.
«Ella ha acordado detener la migración a través de México y hacia Estados Unidos, cerrando efectivamente nuestra frontera sur», escribió Trump en sus redes sociales.
Sheinbaum declaró en su propio comunicado el 27 de noviembre que tuvo «una excelente conversación con el presidente Donald Trump» y que le explicó que las caravanas de migrantes no se dirigen a la frontera de Estados Unidos porque México está tomando medidas para abordar la situación.
Preocupación en Canadá
Un día después de que Trump anunciara los nuevos aranceles el 25 de noviembre, Trudeau dijo que tuvo una «buena llamada» con el presidente electo, y que ambos hablaron sobre «cómo las conexiones intensas y efectivas entre nuestros dos países fluyen en ambas direcciones».
Trudeau se reunió con los primeros ministros canadienses para tratar este asunto el 27 de noviembre.
La viceprimera ministra Chrystia Freeland dijo que los premiers y el primer ministro discutieron la necesidad de una acción unificada, así como de asegurar la frontera.
«Coincidimos en que las drogas ilegales, especialmente los opiáceos, son una plaga para nuestros dos países, y que debemos seguir trabajando arduamente para garantizar la seguridad de nuestra frontera y tomar medidas enérgicas contra las drogas ilegales», declaró.
Las exportaciones canadienses a Estados Unidos ascendieron a 593,000 millones de dólares canadienses en 2023, mientras que las exportaciones estadounidenses a Canadá alcanzaron los 484.000 millones de dólares canadienses.
El primer ministro de Ontario, Doug Ford, cuya industria automovilística se vería gravemente afectada por los aranceles, ha instado a una rápida actuación en materia de seguridad fronteriza y ha pedido a Ottawa que sea más proactiva para evitar el «caos económico» que supondrían los aranceles.
Otros primeros ministros también han pedido más medidas, como el de Quebec, François Legault, y la de Alberta, Danielle Smith, quien quiere asegurarse de que las exportaciones energéticas de su provincia no estén sujetas a aranceles.
Guerra arancelaria
Durante la primera presidencia de Trump, Estados Unidos impuso en 2018 aranceles del 25 por ciento sobre productos de acero canadiense y del 10 por ciento sobre importaciones de aluminio canadiense. Canadá tomó represalias de manera similar, y ambas partes finalmente levantaron los aranceles en 2019.
El primer mandato de Trump también vio la renegociación del acuerdo de libre comercio norteamericano con Canadá y México. Para asegurar el acuerdo, Canadá tuvo que hacer concesiones en su sistema de gestión de suministro lácteo a favor de Estados Unidos.
El acuerdo debe revisarse nuevamente en 2026, y Trump ha dicho que planea renegociarlo.
En medio de las preocupaciones estadounidenses de que México sirve como puerta trasera para productos chinos y por lo tanto podría poner en peligro la firma de un acuerdo trilateral renovado, los premiers canadienses han dicho que podría ser mejor para Canadá y Estados Unidos firmar un acuerdo bilateral.
«Si México no combate el transbordo al menos igualando los aranceles canadienses y estadounidenses sobre las importaciones chinas, no deberían tener un asiento en la mesa ni disfrutar del acceso a la economía más grande del mundo», dijo Ford de Ontario el 12 de noviembre, agregando después que todos los premiers están alineados con él en esta visión.
Canadá ha igualado los aranceles del 100 por ciento de Estados Unidos sobre vehículos eléctricos, y también ha impuesto aranceles del 25 por ciento sobre el acero y aluminio chinos.
Jacob Burg, Noé Chartier, Matthew Horwood y The Associated Press contribuyeron a este reportaje.
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