El presidente Donald Trump aclamó los fundamentos de Estados Unidos, incluyendo Dios y la justicia, en un discurso del 13 de junio a los graduados de la Academia Militar de Estados Unidos en West Point.
Trump dijo que la continuación de la civilización depende de personas «que amen a su país con todo su corazón, energía y alma» y señaló que los soldados estadounidenses de la academia ayudaron a terminar «con el mal de la esclavitud de por vida de nuestra fundación».
La clase de graduados contó con 1107 cadetes que representaban a todos los estados de Estados Unidos de América.
«Los miembros de esta clase han venido de todos los estados de nuestra unión. Han venido de las granjas y las ciudades, de estados grandes y pequeños, y de todas las razas, religiones, colores y credos. Pero cuando entraron en estos terrenos, se convirtieron en parte de un equipo, y en familia, sirviendo con orgullo a una nación estadounidense», dijo Trump.
«Se convirtieron en hermanos y hermanas prometiendo lealtad a los mismos principios eternos, unidos en una misión común: proteger nuestro país, defender a nuestro pueblo, y continuar las tradiciones de libertad, igualdad y autonomía por las que tantos dieron sus vidas. Ustedes ejemplifican el poder de compartir el propósito nacional de trascender todas las diferencias y lograr la verdadera unidad. Hoy, se gradúan como una clase, y encarnan un noble credo: deber, honor, patria».
Los cadetes se sentaron a unos seis pies de distancia, siguiendo las recomendaciones de distanciamiento social en medio de la pandemia de COVID-19.
El presidente republicano tocó repetidamente temas de nacionalismo, diciendo a los reunidos que los objetivos de los militares ahora no son permanecer envueltos en «guerras interminables» sino defender a Estados Unidos de enemigos extranjeros.
Trump defendió a Estados Unidos como «el país más grande de la historia de la humanidad». También, llamó a los militares de EE. UU. como «la mayor fuerza para la paz y la justicia que el mundo ha conocido».
A medida que continúan las protestas y los disturbios desencadenados por la muerte de George Floyd, un hombre negro, que murió bajo custodia policial en Minneapolis —con las consiguientes consecuencias, entre las que se incluyen concesiones y cambios bruscos en varias instituciones—, Trump dijo de manera contundente que, históricamente, Estados Unidos es único debido a «la durabilidad de sus instituciones frente a las pasiones y prejuicios del momento».
«Cuando los tiempos son turbulentos, cuando el camino es duro, lo que más importa es lo que es permanente, intemporal, duradero y eterno», dijo, haciendo un llamando a los fundamentos de familia, país, Dios, patria, libertad y justicia mientras instaba a los cadetes a permanecer «leales, fieles y verdaderos».
Además de los graduados, entre los asistentes se encontraban el representante Steve Womack (R-Ark.), presidente de la Junta de Visitantes de la Academia Militar de EE. UU., el secretario del ejército Ryan McCarthy, y el teniente general Darryl Williams, el sexagésimo superintendente de la Academia.
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