El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, acusó el jueves al Partido Demócrata de tener un sesgo contra los católicos.
El mandatario hizo los comentarios en un discurso pregrabado como parte de la cena anual virtual de la Fundación Alfred E. Smith Memorial.
«Yo me considero un guerrero feliz, pero no es tan fácil en estos tiempos. Aunque él fue un guerrero feliz de la política estadounidense», dijo Trump refiriéndose a Smith. «Él pasó su vida luchando por los estadounidenses que trabajan duro y combatiendo el prejuicio anticatólico que aún hoy se ve en el Partido Demócrata».
El presidente dijo que no tolerará los ataques contra la fe de la jueza Amy Coney Barrett, una católica devota a quien nominó para la Corte Suprema.
«No toleraremos ningún ataque contra la fe de la jueza Barrett. La intolerancia anticatólica no tiene cabida en los Estados Unidos de América», declaró el presidente.
«Esta predomina en el Partido Demócrata y debemos hacer algo inmediatamente al respecto, como una victoria republicana –y hagamos que sea realmente grande».
Barrett enfrentó ataques a su fe durante la confirmación de su cargo en el Séptimo Circuito de la Corte de Apelaciones.
El candidato presidencial demócrata, Joe Biden, pronunció un discurso antes que Trump. El exvicepresidente lamentó la pérdida de vidas a causa del virus del Partido Comunista Chino (PCCh), comúnmente conocido como el nuevo coronavirus. Biden habló de cómo su fe católica le ha ayudado a superar las crisis.
«A lo largo de mi vida en el servicio público, me he guiado por los principios de la doctrina social católica que atraviesa todos los credos confesionales: lo que le hacen al más pequeño de nosotros, me lo hacen a mí», dijo Biden.
«Tenemos una obligación el uno con el otro. No podemos servirnos a nosotros mismos a expensas de los demás», añadió.
Trump también tocó brevemente otros temas, incluyendo su promesa de ofrecer la elección de escuela a todas las familias estadounidenses. Si se implementa, la elección de la escuela sería una conveniencia para las escuelas religiosas, que podrían recibir fondos del gobierno para los estudiantes que asisten a esas escuelas en lugar de una escuela pública.
También tocó el tema del aborto desde la perspectiva de la Corte Suprema y las próximas elecciones.
«Y estamos defendiendo el sagrado derecho a la vida», dijo el presidente. «Recuerden eso cuando voten. Eso es muy importante, y muy importante para la Corte Suprema. Cada niño, nacido y no nacido, está hecho a la sagrada imagen de Dios”.
En una crítica ya familiar, Trump acusó a Beijing de tardar demasiado en informar al mundo sobre el brote epidémico del virus del PCCh.
«China no debería haber dejado que esto ocurriera, pero ocurrió», dijo Trump.
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