El expresidente Donald Trump acusó el lunes a los medios de comunicación y a sus «socios demócratas» de impulsar una narrativa falsa en relación con un comentario que hizo sobre un «baño de sangre» en la industria automotriz si no es reelegido.
El 16 de marzo, durante un discurso en un mitin en Dayton, Ohio, el presidente Trump analizó las importaciones de automóviles en Estados Unidos de parte de las plantas automotrices establecidas en México por el régimen comunista de China.
China está «construyendo un par de plantas masivas donde van a construir los coches en México, y piensan que van a vender esos coches en Estados Unidos, sin impuestos en la frontera», dijo el expresidente.
«Si usted está escuchando, presidente Xi», continuó el expresidente, refiriéndose al líder chino Xi Jinping, «esas grandes plantas monstruosas de fabricación de automóviles que ustedes están construyendo en México en este momento, y ustedes piensan que van a conseguir eso, ustedes no van a contratar a estadounidenses, y ustedes van a vendernos los autos a nosotros (…) no, nosotros vamos a poner un arancel del 100 por ciento en cada automóvil que cruce la línea, y no van a poder vender a esos(…) si salgo elegido.»
El presidente Trump dijo entonces que las importaciones de automóviles de las plantas controladas por China en México serían golpeadas con un arancel del 100 por ciento solo si gana las elecciones de 2024. A la vez, lanzó una advertencia sobre el impacto en la industria automotriz, o en la economía estadounidense en general, de un posible segundo mandato del presidente Joe Biden.
«Ahora, si yo no salgo elegido, va a ser un baño de sangre para el conjunto, eso va a ser lo de menos. Esto va a ser un baño de sangre para el país», agregó.
El presidente Trump siguió hablando de restringir las importaciones de automóviles fabricados en plantas controladas por China, insistiendo en que «ellos no van a vender esos coches» en Estados Unidos.
Aunque parecía claro que su comentario sobre el «baño de sangre» lo hizo en referencia a la industria automovilística o a la economía estadounidense en general, una serie de titulares de varios medios de comunicación sugirieron que estaba amenazando con violencia política.
El presidente Trump acusó el lunes a los medios de comunicación de tergiversar sus comentarios para darle una imagen negativa.
«Los medios de comunicación falsos, y sus socios demócratas en la destrucción de nuestra nación, fingieron estar sorprendidos por mi uso de la palabra baño de sangre, a pesar de que entendían perfectamente que me refería simplemente a las importaciones permitidas por el corrupto Joe Biden, que están matando a la industria del automóvil», dijo el presidente Trump en un posteo en las redes sociales.
Luego apuntó al mandato de vehículos eléctricos (VE) del presidente Biden, reiterando su posición de que esto sería bueno para países como China, que controla la mayor parte de la producción del VE, y malo para Estados Unidos.
«Los United Auto Workers, pero no sus dirigentes, entienden perfectamente lo que quiero decir», dijo el presidente Trump a continuación. ¡¡¡¡»Con el Mandato del Coche Eléctrico que está siendo impulsado por Biden, pronto no habrá ningún coche fabricado en Estados Unidos – A MENOS QUE YO SEA ELEGIDO PRESIDENTE, EN CUÁL CASO LA FABRICACIÓN DE AUTOMÓVILES PROSPERARÁ COMO NUNCA ANTES!!!! MAGA2024″.
En un posteo siguiente, el presidente Trump compartió un video recopilatorio de varios medios de comunicación tradicionales como CNN y MSNBC usando la palabra «baño de sangre» en una variedad de contextos.
«The Fake News hizo un gran alboroto con la palabra «Blaño de sangre», sabiendo que se trataba de nuestro negocio de fabricación de automóviles en contracción, y el hecho de que usan el mismo nombre todo el tiempo. Son taaaan malos!», escribió el Sr. Trump en el pie de foto.
Trump se pronuncia sobre la política de vehículos eléctricos
En Estados Unidos la transición hacia los vehículos eléctricos se ha convertido en un tema polarizador, en donde el presidente Trump ha insinuado en repetidas ocasiones que, si gana otro mandato en noviembre, las políticas sobre vehículos eléctricos de la administración de Biden serían eliminadas.
El expresidente ha dicho que no tiene objeciones al desarrollo de los vehículos eléctricos como una tecnología alternativa en sí misma, pero ha dejado claro que piensa que el tipo de vehículos que la gente compra debe ser una cuestión de elección personal y no por mandatos del gobierno.
También ha expresado su oposición a las políticas gubernamentales que pretenden acabar con los combustibles fósiles, argumentando que el impulso de la administración Biden a la energía cero no solo es malo para la economía, sino que socava la seguridad nacional.
«Yo estoy totalmente a favor de los coches eléctricos, pero también hay que tener todas las alternativas», dijo el expresidente Turmp en una reciente entrevista en la CNBC, en la que expuso varios problemas que ve en los vehículos eléctricos, como la limitada autonomía, los elevados costos y el hecho de que gran parte de la producción se realice en China.
«Y ya saben, los coches eléctricos son (…) ni siquiera es una posibilidad de ir todo eléctrico», dijo el expresidente. «Este mandato de Biden de todo eléctrico es de gente muy, muy estúpida. En primer lugar, estos no llegan lejos. Cuestan demasiado y todos se van a fabricar en China», continuó el presidente Trump, añadiendo que cree que los trabajadores del automóvil apoyarían su candidatura frente a la del presidente Biden por ese motivo.
En septiembre de 2023, cuando los trabajadores sindicalizados del sector del automóvil se encontraban en tensas negociaciones contractuales con los tres grandes fabricantes de automóviles -Ford, General Motors y Stellantis-, el presidente Trump les instó a exigir que la administración Biden derogue el mandato de los vehículos eléctricos. El expresidente argumentó que impulsar la transición al VE provocaría pérdidas de empleo en la industria automovilística estadounidense.
«Los mejores intereses de los trabajadores estadounidenses siempre han sido mi preocupación número uno», dijo el expresidente en una declaración. «Es por eso que insto encarecidamente a la UAW a hacer de la derogación completa y total del demencial mandato de Joe Biden sobre el Vehículo Eléctrico, su demanda principal y no negociable en cualquier huelga».
El presidente Trump también advirtió entonces que si no se deroga el mandato de Biden sobre los vehículos eléctricos, la industria automovilística estadounidense corre el riesgo de extinguirse.
«Si se permite que esa desastrosa política de Biden siga en pie, la industria automovilística estadounidense dejará de existir, y todos vuestros puestos de trabajo serán enviados a China», dijo el presidente Trump en la declaración. «Es por eso que no hay tal cosa como una ‘transición justa’ a los coches totalmente eléctricos. Para el trabajador automotriz estadounidense, esa es una transición al infierno. Nada es más importante que poner fin a este mandato que aplasta empleos.»
Varios meses después de asumir el cargo, el presidente Biden firmó una orden ejecutiva que establecía el objetivo de que la mitad de los vehículos nuevos vendidos en Estados Unidos fueran híbridos o totalmente eléctricos para 2030.
Ante la escasez de infraestructuras de recarga de vehículos eléctricos, el gobierno de Biden se ha comprometido a construir 1.2 millones de cargadores de vehículos eléctricos a disposición del público para 2040, gracias en parte a los USD 7500 millones en fondos de los contribuyentes que se destinaron a este fin en la ley de infraestructuras de 2021.
Los avances en la construcción de la infraestructura nacional de recarga de vehículos eléctricos han sido lentos, y solo tres estados han abierto al público nuevas estaciones de recarga financiadas por el programa de Infraestructura Nacional de Vehículos Eléctricos de Estados Unidos, a partir del 16 de febrero de 2024.
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