El expresidente Donald Trump dijo el sábado que la reciente sentencia judicial que le impuso una multa de más de USD 350 millones provocaría un éxodo empresarial del estado de Nueva York, mientras que el capitalista de riesgo Kevin O’Leary afirmó que el fallo convirtió a Nueva York en un «estado megaperdedor» en el que «no se puede invertir».
En un juicio civil por fraude en el que se acusaba al expresidente de inflar el valor de los activos para obtener mejores condiciones en los préstamos bancarios, el juez Arthur Engoron, de la Corte Suprema de Nueva York, emitió el 16 de febrero una sentencia en la que ordenaba al expresidente Trump y a los ejecutivos de la Organización Trump pagar USD 355 millones por daños y perjuicios, y le prohibía hacer negocios en el estado durante tres años.
«Pagué más de USD 100 millones en impuestos y me quieren fuera», dijo el expresidente Trump el viernes, afirmando que funcionarios corruptos estaban expulsando a las empresas de Nueva York.
Luego, durante un mitin el sábado en Michigan, el presidente Trump dijo que planea apelar el fallo del juez Engoron, al tiempo que predijo que el caso tendría implicaciones de largo alcance.
O’Leary, empresario y personalidad mediática conocido por su papel en el programa «Shark Tank», también denunció el fallo.
Primero, en una entrevista con el New York Post, lo calificó de «espantoso», «injusto» y «antiamericano», advirtiendo de que si no se anulaba en una apelación podría provocar un éxodo de empresas del estado.
En una entrevista en Fox News, O’Leary continuó con su crítica a la sentencia, argumentando que «no tiene ningún fundamento» y que empeora aún más al estado de Nueva York, que ya era problemático para los inversores debido a regulaciones poco competitivas.
«Ahora nunca invertiría en Nueva York, y no soy la única persona que lo dice», afirmó O’Leary.
«¿Cree que alguna institución extranjera o alguna empresa de capital riesgo o algún fondo de pensiones tocaría Nueva York? No. Y por eso los neoyorquinos deberían estar preocupados», continuó.
«Estados ganadores frente a estados perdedores», dijo O’Leary. «Mira Tennessee ahora mismo. La ciudad de más rápido crecimiento de América. Nashville. Estado ganador, buena política, impuestos competitivos. Hay que empezar a pensar en el contexto de ganadores y perdedores».
«Nueva York, mega estado perdedor», concluyó.
El presidente Trump tomó Truth Social el sábado para elogiar a O’Leary por su agudo reproche a la sentencia de juez Engoron.
«Gracias a Kevin O’Leary, un Gran Empresario y Estrella», escribió el expresidente. «¡Solo hay que ver el éxodo de empresas de Nueva York!».
Tras las declaraciones de O’Leary el lunes, el presidente Trump volvió a las redes sociales para publicar un mensaje de aprobación.
«Kevin O’Leary es genial, y dice las cosas como son. Las empresas huirán de NYC y del estado tras el fallo del juez corrupto!», escribió el expresidente Trump.
El caso
La fiscal general de Nueva York, Letitia James, interpuso la demanda civil por fraude contra el presidente Trump.
El juicio se centró en las acusaciones de que el 45º presidente y su empresa, la Organización Trump, defraudaron a bancos, aseguradoras y otros al supuestamente sobrevalorar sus activos y exagerar su patrimonio neto en documentos utilizados en acuerdos y para garantizar préstamos.
El expresidente Trump argumentó que ningún banco se vio perjudicado por las valoraciones de activos declaradas y que los prestamistas —incluido el Deutsche Bank— ganaron considerables cantidades de dinero en intereses al conceder los préstamos.
También afirmó en repetidas ocasiones que, si se tiene en cuenta el valor de su marca, su patrimonio neto es «mucho mayor» que el que figuraba en los estados financieros de la Organización Trump.
David Williams, un ejecutivo de Deutsche Bank que trabajó en al menos uno de los tres préstamos que el banco concedió al expresidente Trump, testificó el 28 de noviembre que no es raro que un banco reduzca el valor declarado de los activos de un cliente —incluso a la mitad— y aun así apruebe un préstamo, tal y como hizo con el expresidente.
No solo eso, sino que Williams dijo a la corte que es una práctica estándar para Deutsche Bank someter el valor de los activos de un cliente a un ajuste, diciendo que las diferencias entre un cliente y el banco sobre los valores de los activos de un cliente no son un factor descalificador al considerar la concesión de préstamos porque «es solo una diferencia de opinión».
Deutsche Bank consideraba que los informes de los clientes sobre su patrimonio neto eran «subjetivos o sujetos a estimaciones» y adoptaba su propia visión de dichos estados financieros, añadió Williams.
Sin embargo, en su opinión legal de 92 páginas, el juez Engoron repudió repetidamente el testimonio de los testigos expertos llamados por la defensa para sostener la validez de las declaraciones de la situación financiera de la Organización Trump.
«Con el fin de obtener más préstamos y a tipos más bajos, los acusados presentaron datos financieros descaradamente falsos a los contables, lo que dio lugar a estados financieros fraudulentos. Cuando se les confrontó en el juicio con las declaraciones, los testigos de hecho y expertos de los acusados simplemente negaron la realidad, y los acusados no aceptaron su responsabilidad ni impusieron controles internos para evitar que se repitieran en el futuro», escribió el juez Engoron.
En varios puntos de la sentencia, el juez rechazó explícitamente el argumento de los peritos de la defensa de que las declaraciones de situación financiera tienen por objeto proporcionar estimaciones, y que la subjetividad de tales declaraciones está ampliamente reconocida y aceptada en el sector inmobiliario comercial.
La sanción
Inicialmente, James quería imponer al expresidente una multa de USD 250 millones, pero más tarde la aumentó a USD 370 millones.
También solicitó sanciones adicionales contra el expresidente Trump, incluida la prohibición permanente de hacer negocios en el estado de Nueva York y con cualquier institución financiera con sede en Nueva York.
El juez Engoron concedió la mayor parte de lo que pedía James, aunque no llegó a prohibir permanentemente al expresidente Trump hacer negocios en su Nueva York natal.
El expresidente Trump y los ejecutivos de la Organización Trump fueron condenados a pagar USD 355 millones por daños y perjuicios, y Trump se le prohibió hacer negocios en el estado de Nueva York durante tres años.
Los hijos del expresidente, Donald Trump Jr. y Eric Trump, también fueron condenados a pagar USD 4 millones cada uno en multas.
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