El presidente Donald Trump animó a los estadounidenses a reunirse y dar gracias por las «abundantes bendiciones en nuestras vidas» para celebrar el Día de Acción de Gracias.
En una proclamación antes del feriado nacional, Trump instó a los estadounidenses a conmemorar las «tradiciones fundadoras de la fe, la familia y la amistad, y a dar gracias por los principios de la libertad y la democracia». Es costumbre que los presidentes emitan proclamaciones para celebrar los días festivos nacionales.
Sus comentarios también pedían a los estadounidenses que «se reunieran, en sus hogares y lugares de culto, para ofrecer una oración de agradecimiento a Dios por nuestras muchas bendiciones», lo que ha sido objeto de escrutinio por parte de los medios de comunicación por contravenir el consejo y la orientación de los expertos en salud pública.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades emitieron una recomendación a principios de este mes pidiendo a los estadounidenses que no viajaran para reuniones familiares con el fin de evitar la propagación de COVID-19, la enfermedad causada por el virus del PCCh (Partido Comunista Chino). La mayoría de las personas que contraen la enfermedad muestran pocos o ningún síntoma y la gran mayoría, más del 99 por ciento, sobrevive.
«La tragedia que podría ocurrir es que uno de los miembros de su familia venga a esta reunión familiar y termine gravemente enfermo, hospitalizado o muriendo», dijo a los periodistas el Dr. Henry Walke, director de incidentes de COVID-19 de los CDC, durante una sesión informativa. «Y no queremos que eso suceda. Estos tiempos son difíciles, ha sido un brote muy largo, casi 11 meses, y entendemos que la gente está cansada».
Otros funcionarios de salud recomendaron reuniones virtuales para celebrar la fiesta.
Mientras tanto, el nominado demócrata Joe Biden destacó el virus durante su mensaje del Día de Acción de Gracias este miércoles, diciendo a los estadounidenses que se preparen para un «largo y duro invierno» y que «renuncien a muchas de las tradiciones que durante mucho tiempo han hecho que esta fiesta sea especial».
«Tenemos que recordar que estamos en guerra con un virus, no entre nosotros», dijo Biden, según sus declaraciones preparadas.
La proclamación de Trump subrayó la fuerza que los estadounidenses mostraron durante la pandemia y que la adversidad reveló el coraje y la generosidad de los estadounidenses.
«Los socorristas, los profesionales médicos, los trabajadores esenciales, los vecinos y un sinnúmero de otros patriotas han servido y se han sacrificado por sus compatriotas, y las oraciones de nuestro pueblo han levantado una vez más nuestra Nación, proporcionando consuelo, curación y fuerza en tiempos de incertidumbre», dijo Trump. «A pesar de los desafíos sin precedentes, no hemos vacilado ante la adversidad».
También expresó su gratitud hacia los miembros de las Fuerzas Armadas de EE.UU. que no pudieron regresar a sus hogares con sus familias para estas fiestas.
Debido a los informes de un aumento de los casos de COVID-19 en las últimas semanas, varios gobernadores impusieron medidas severas, citando la pandemia, entre ellos el gobernador de Nueva York Andrew Cuomo, que impuso un límite de 10 personas en las reuniones, y el gobernador de California Gavin Newsom, que ordenó que las reuniones incluyeran no más de tres familias.
A finales del miércoles, la Corte Suprema en una decisión de 5-4 bloqueó a Cuomo y a otros funcionarios de Nueva York para que no impusieran los límites de ocupación establecidos en una orden ejecutiva anterior.
La orden de Cuomo ordenaba que la asistencia a los servicios religiosos se mantuviera en 10 personas o menos en las llamadas zonas rojas y en 25 o menos en las zonas naranjas.
«Detener la propagación de COVID-19 es sin duda un interés apremiante, pero es difícil ver cómo los reglamentos impugnados pueden considerarse ‘estrictamente ajustados'», dijo la Corte Suprema en la opinión no firmada por la mayoría (pdf).
«Son mucho más restrictivas que cualquier reglamento relacionado con COVID que haya llegado anteriormente a la Corte, mucho más estrictas que las adoptadas por muchas otras jurisdicciones duramente afectadas por la pandemia, y mucho más severas de lo que se ha demostrado que es necesario para prevenir la propagación del virus en los servicios de los solicitantes».
La orden (pdf) muestra que el presidente de la Corte Suprema John Roberts se unió a los tres jueces liberales de la Corte —los jueces Stephen Breyer, Elena Kagan y Sonia Sotomayor— en su disidencia contra la opinión de la mayoría.
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