En un anuncio sorpresa en Twitter, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo el 5 de mayo que los aranceles sobre productos chinos por valor de 200.000 millones de dólares aumentarán al 25 por ciento, desde el 10 por ciento actual, a partir del 10 de mayo.
Las negociaciones comerciales entre funcionarios estadounidenses y chinos habían continuado con la esperanza de llegar a un acuerdo.
Trump agregó que otros 325.000 millones de dólares en productos chinos –el resto del valor total de las importaciones chinas a Estados Unidos– que actualmente no tienen aranceles, tendrán un 25 por ciento de aranceles sobre ellos «en breve».
Tweets de Trump
For 10 months, China has been paying Tariffs to the USA of 25% on 50 Billion Dollars of High Tech, and 10% on 200 Billion Dollars of other goods. These payments are partially responsible for our great economic results. The 10% will go up to 25% on Friday. 325 Billions Dollars….
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) May 5, 2019
En su post en Twitter, Trump criticó las negociaciones comerciales por avanzar demasiado lentamente, «mientras [China] intenta renegociar», y luego terminó su mensaje con un tajante «¡No!».
La decisión de Trump cae por sorpresa, ya que muchos esperaban que ambas partes pudieran llegar a un acuerdo para el 10 de mayo, después de que el principal enviado comercial de China, el viceprimer ministro Liu He, llegase a Washington con su delegación para la 11ª ronda de conversaciones comerciales el 8 de mayo.
Las perspectivas eran positivas después de la décima ronda de conversaciones comerciales en Beijing, concluida el 1 de mayo, después de que la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Sarah Sanders, dijera en una declaración: «Hoy, el embajador Lighthizer y el secretario Mnuchin concluyeron reuniones productivas con el viceprimer ministro de China, Liu He. Las discusiones siguen centradas en lograr avances sustanciales en importantes cuestiones estructurales y en rebalancear la relación comercial entre Estados Unidos y China».
CNBC citó sus propias fuentes el 1 de mayo, diciendo que «Estados Unidos y China podrían anunciar un acuerdo comercial para el próximo viernes [10 de mayo]».
Bloomberg también informó el 5 de mayo que la visita de Liu a Washington «se esperaba que fuera una ronda final de conversaciones comerciales», y que Trump decidiría más tarde si se reunía con el mandatario chino Xi Jinping para firmar un pacto.
¿Una táctica?
Después de que Trump hizo su anuncio en Twitter, Tom Orlik, economista jefe de Bloomberg, dijo a la BBC en una entrevista que la medida era probablemente una táctica de negociación.
«Lo más probable, en nuestra opinión, es que esta amenaza renovada sea un intento de obtener algunas concesiones menores más en los últimos días de las conversaciones», dijo.
La disputa comercial entre Estados Unidos y China comenzó en marzo de 2018, cuando la administración Trump criticó al régimen chino por su programa de robar propiedad intelectual (P.I.) a empresas estadounidenses, argumentando que perjudicaba la economía de Estados Unidos.
Estados Unidos primero impuso aranceles sobre productos chinos por valor de 50.000 millones de dólares como medida punitiva. El régimen chino rápidamente contraatacó con aranceles sobre unos 34.000 millones de dólares en productos estadounidenses, principalmente productos agrícolas.
En septiembre de 2018, la administración de Estados Unidos impuso aranceles del 10 por ciento a productos chinos por valor de 200.000 millones de dólares, desde productos químicos hasta textiles y bienes de consumo.
La Casa Blanca dio entonces la fecha límite del 1 de enero para que las negociaciones comerciales tuvieran éxito. Si no se llegaba a un acuerdo para ese entonces, la administración aumentaría todas las tarifas al 25 por ciento.
Pero en diciembre, al margen de la cumbre del G-20, Trump y Xi acordaron una tregua de 90 días, en la que Beijing prometió importar más productos agrícolas y energéticos estadounidenses y tomar medidas contra la entrada ilegal de fentanilo en Estados Unidos. Mientras tanto, Estados Unidos prometió aumentar los aranceles.
El período de negociación se prolongó en marzo, después de que funcionarios de ambas partes afirmaron que las conversaciones comerciales habían avanzado.
Los funcionarios estadounidenses han estado buscando garantías de China de que tomará medidas contra el robo de propiedad intelectual, pondrá fin a las políticas de transferencia forzada de tecnología, abrirá sus mercados a las empresas estadounidenses y reducirá el déficit comercial entre Estados Unidos y China mediante el comercio justo. Fuentes dijeron que ambas partes estaban negociando un mecanismo de aplicación para asegurar que China cumpla sus promesas.
Hasta ahora, la disputa comercial ha tenido impacto en la economía china.
Según las estimaciones de un artículo de Bloomberg del 5 de mayo, los aranceles de EE. UU. han resultado en una disminución del 0,5 por ciento en el crecimiento del PIB de China en lo que va del 2019. Aumentar los aranceles al 25 por ciento sobre productos chinos por valor de 200.000 millones de dólares convertiría esa cifra en 0,9 por ciento, mientras que imponer aranceles del 25 por ciento sobre el resto de los productos por valor de 325.000 millones de dólares arrastraría el crecimiento del PIB en un 1,5 por ciento hacia abajo.
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