El presidente Donald Trump anunció que está reprogramando un mitin que se celebrará en Tulsa, Oklahoma, del 19 al 20 de junio, a raíz de las solicitudes de cambio de fecha, ya que cientos de miles de personas solicitaron boletos de entrada.
La fecha original caería «desafortunadamente» en un día festivo conocido como Día de Libertad, dijo Trump en una misiva en las redes sociales.
«Muchos de mis amigos afroamericanos y simpatizantes se han acercado para sugerirnos que consideremos cambiar la fecha por respeto a este día festivo, y en observancia de esta importante ocasión y todo lo que representa», añadió.
«Por lo tanto, he decidido trasladar nuestro mitin al sábado 20 de junio, con el fin de honrar sus peticiones. Ya hemos tenido solicitudes de boletos de más de 200,000 personas. ¡Espero ver a todo el mundo en Oklahoma!», dijo en otra publicación.
El director de campaña de Trump, Brad Parscale, dijo el viernes que las solicitudes de entradas llegaron a más de 300,000 para el mitin.
La fecha original del mitin, el 19 de junio —también conocido como «Día de Libertad»— es un día festivo anual que conmemora el fin de la esclavitud en Estados Unidos.
Trump dijo que la fecha no fue fijada a propósito, en una entrevista el jueves con Fox News que fue publicada el 12 de junio.
«El hecho de que tenga un mitin ese día, se puede pensar muy positivamente como una celebración porque un mitin para mí es una celebración», dijo Trump. «Va a ser realmente una celebración y es una fecha interesante, no se hizo por esa razón, pero es una fecha interesante, pero es una celebración».
El último mitin de Trump fue en Charlotte, Carolina del Norte, el 2 de marzo. El virus del PCCh (Partido Comunista Chino), que causa una enfermedad llamada COVID-19, llevó a la mayoría de los gobernadores a implementar cierres y órdenes de quedarse en casa ese mes. Antes de la pandemia de COVID-19, los mítines de Trump tradicionalmente atraían a decenas de miles de personas.
La administración Trump dio a conocer a mediados de abril un conjunto de pautas en tres fases titulado «Abriendo Estados Unidos de nuevo», destinado a que los funcionarios estatales y locales pudieran usarlo como referencia para «reabrir sus economías, hacer que la gente vuelva a trabajar y continuar protegiendo las vidas de los estadounidenses».
Las directrices trataban de ayudar a aliviar las restricciones en las zonas del país donde la tasa de transmisión del virus del PCCh es baja, al tiempo que se mantenían las restricciones en las zonas de tasas de transmisión más elevadas.
Zachary Stieber contribuyó a este informe.
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