El expresidente Donald Trump declaró el 23 de mayo ante una multitud étnicamente diversa en el sur del Bronx que quiere trabajar con los demócratas para solucionar los problemas que afectan a todos los neoyorquinos, pero que perjudican más a las minorías.
Dijo que la vida en Nueva York se ha vuelto inasequible para muchas personas, y que está plagada por el aumento de la delincuencia y el deterioro de las condiciones.
Las escuelas, los parques y los hospitales están invadidos por inmigrantes ilegales, dijo, y añadió: «El mayor impacto negativo se produce en nuestra población negra y en nuestra población hispana», dijo, alzando la voz. La gente de esos grupos está perdiendo sus casas y sus trabajos a medida que persiste la inflación».
El candidato republicano, nativo de Nueva York, prometió que si gana la presidencia el 5 de noviembre, tomará medidas para solucionar esos problemas. Eso incluye hacer llamadas a la gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, y al alcalde de Nueva York, Eric Adams, ambos demócratas, y decirles: «Quiero volver y ayudar».
«No importa si son demócratas o republicanos, porque se trata de nuestra ciudad y nuestro país, y realmente se trata de la gente», dijo el expresidente Trump.
«No importa si eres negro, o moreno, o blanco, o lo que sea… todos somos estadounidenses, y vamos a tirar juntos como estadounidenses», dijo, mientras el mar de rostros que representaban a varias razas coreaban: «¡U.S.A.! U.S.A.!».
El acto del jueves congregó a entre 7000 y 10,000 personas, según informó la policía municipal a The Epoch Times, aunque algunos comentaristas en Internet estimaron que el número era más del doble.
Algunos manifestantes se presentaron bajo una fuerte presencia policial. No estaba claro si se trataba de una iniciativa del Partido Demócrata del Bronx. En una publicación en las redes sociales, el grupo instó a la gente a manifestarse contra el ex presidente, caracterizándolo como divisivo y diciendo: «Trump no es bienvenido en el Bronx».
El expresidente Trump dijo a la audiencia que estaba contento por la participación, llamándola una «fiesta de amor». Pero no tenía claro si tendría una recepción cálida o gélida en su antigua ciudad natal, una ciudad dominada por los demócratas donde está siendo juzgado por cargos criminales.
El mitin se produce en medio de una pausa durante su juicio penal por acusaciones de registros comerciales en Nueva York, uno de los cuatro casos a los que se enfrenta en medio de su tercera carrera hacia la presidencia. Los demócratas niegan rotundamente las acusaciones de motivaciones políticas en los procesos.
Nueva York es uno de los varios estados «azules» demócratas que el expresidente ha declarado «en juego». Su objetivo es convertirlos en «rojos» republicanos durante la campaña presidencial de 2024.
Pero la gobernadora Hochul declaró: «Nueva York nunca jamás apoyará a Donald Trump para presidente». En una entrevista con CNN, calificó al expresidente Trump de «cabecilla» que invitaba a «todos sus payasos» al Bronx.
Ella lo acusó de «solo importarle él mismo», y dijo que la gente en Nueva York «lo conoce mejor que nadie». Dijo que Nueva York iría «sólidamente por Joe Biden», el presidente demócrata en funciones que se enfrentará al presidente Trump en las elecciones generales del 5 de noviembre.
Según RealClearPolitics, los sondeos de opinión a nivel nacional muestran que el expresidente Trump y el presidente Biden están en un empate estadístico.
Pero las encuestas también muestran que el apoyo al presidente Biden está cayendo entre los negros y los hispanos, y su gran ventaja en el Empire State se está erosionando.
El presidente Biden aventaja ahora al expresidente Trump en Nueva York en un 9%, según una nueva encuesta del Siena College. Es menos de la mitad del margen del 23% que separó a los dos candidatos en su enfrentamiento de 2020.
La asistente al mitin Erica Deavor, de 60 años, una neoyorquina originaria de Jamaica, dijo a The Epoch Times que el mitin del presidente Trump es «lo mejor que le ha pasado al Bronx».
«Él representa el sueño americano», dijo, y añadió que percibe que el presidente Trump «quiere a todo el mundo» y abraza fuertes políticas contra la delincuencia.
«Espero que gane Nueva York, que gane el Bronx: ¡tómalo!», dijo la Sra. Deavor. «Trump es un hombre increíble. Es un gran hombre. Y todo el [improperio] que le hicieron pasar, y él todavía se mantiene fuerte por este país, y eso es lo que nos da valor».
«Es un regalo de Dios», dijo, «porque, te lo digo, nadie ha pasado por lo que él ha pasado y sigue luchando por nosotros, el pueblo estadounidense».
Henry Casanova, un hispano que dice haber «nacido y crecido en el Bronx», era demócrata pero hace poco se hizo partidario de Trump. Se dio cuenta de que el presidente Trump está «sacando a la luz la corrupción», dijo el Sr. Casanova a The Epoch Times. Apreció que el expresidente viniera al Bronx, calificando su aparición allí de «legendaria».
«Supongo que ve lo que está pasando: asesinatos, niños muriendo todo el tiempo… es desagradable», dijo.
Originaria de Nueva York, el expresidente Trump dijo a la audiencia que había visto a la Gran Manzana pasar por momentos difíciles, pero «nunca la había visto así».
Enumeró una letanía de males: El sistema de metro de la ciudad se está deteriorando y es inseguro. Las medianas de las autopistas se desmoronan. Las aceras están llenas de cristales rotos. Hay «asquerosos campamentos de indigentes drogados» en lugares donde antes jugaban los niños. Y, dijo, «tenemos turbas de inmigrantes peleándose con nuestros policías y enseñando el dedo corazón a Estados Unidos».
La descripción que hizo el expresidente de los problemas relacionados con los extranjeros ilegales hizo que la multitud coreara: «¡Construyan ese muro!» y «¡Envíenlos de vuelta!».
El reverendo Ruben Diaz Sr., que se describió a sí mismo como un puertorriqueño negro, es un ex concejal de la ciudad de Nueva York que se unió brevemente al presidente Trump en el escenario. El Sr. Díaz, que llevaba un sombrero de vaquero blanco, dijo que era un demócrata «con el cabello despeinado y el inglés entrecortado» que se enorgullece de anunciar su apoyo al expresidente Trump.
«Señor Presidente, quiero unirme a usted para que el Bronx vuelva a ser grande», dijo. La multitud aplaudió cuando él y el expresidente Trump se dieron la mano y la levantaron por encima de la cabeza.
Jeffrey Davis, que es negro, dijo que aunque muchas personas en el mitin estaban interesadas en cuestiones raciales o de inmigración, su principal razón para apoyar al expresidente Trump es «salvar vidas.» Dijo que su hermano era el fallecido concejal James E. Davis, asesinado en 2003.
«En su primer mandato no hubo guerras, sencillamente», dijo el Sr. Davis sobre el presidente Trump. «Este mandato, con la Administración Biden, tienes a Ucrania contra Rusia, tienes las guerras de Gaza, tienes las guerras en Haití, luchando unos contra otros… y cuando Trump era presidente, nada de eso estaba ocurriendo. Así que mi objetivo es simplemente salvar vidas, vidas humanas».
El expresidente Trump ha destacado una política de paz a través de la fuerza. Durante su discurso, reiteró que sus críticos temían que su personalidad avivara los preparativos de la Tercera Guerra Mundial. Pero el expresidente Trump dijo que su asertividad hizo que los enemigos potenciales de Estados Unidos fueran más respetuosos y menos propensos a actuar agresivamente en otras partes del mundo, particularmente contra aliados de Estados Unidos.
Gavin Wax, presidente del Club de Jóvenes Republicanos de Nueva York, dijo a The Epoch Times que el expresidente Trump estaba haciendo «un gran movimiento, ampliando el Partido Republicano» al celebrar el mitin del Bronx «justo en el vientre de la bestia».
Alrededor del 77% de los habitantes del condado del Bronx son negros o hispanos, según datos del Censo de Estados Unidos; el entonces candidato Joe Biden ganó la zona por casi 68 puntos porcentuales sobre el presidente Trump en las elecciones de 2020.
Se desconocía si el presidente Biden tenía previsto hacer alguna parada de campaña próximamente en Nueva York. Su campaña no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios.
Sin embargo, el presidente Biden ha tomado una serie de medidas destinadas a impulsar el apoyo entre los negros; recientemente pronunció el discurso de graduación en el Morehouse College, una institución históricamente negra, y se ha reunido con líderes negros en la Casa Blanca.
El expresidente ha hecho varias paradas de campaña a pequeña escala en Nueva York y recientemente declaró que cree que tiene una «buena oportunidad» de ganar Nueva York, el estado donde vivió gran parte de su vida antes de trasladarse a Florida.
Aun así, los analistas dudan que el expresidente Trump pueda recuperar suficiente terreno para ganar el estado y convertirlo en «rojo» republicano.
Ningún candidato presidencial republicano ha logrado una victoria en Nueva York desde 1984, cuando el presidente Ronald Reagan logró la reelección. Eso fue cuatro años después de que el entonces candidato Ronald Reagan hiciera campaña en el Bronx y ganara el primero de sus dos mandatos presidenciales.
Jason Meister, de 41 años, miembro del consejo asesor de Trump y neoyorquino de toda la vida, dijo que los políticos de los dos grandes partidos han «descuidado comunidades como el sur del Bronx.» Alrededor del 35% de sus habitantes viven en la pobreza.
Los excandidatos del GOP Mitt Romney y John McCain «ni siquiera habrían conducido por el sur del Bronx», dijo el Sr. Meister a The Epoch Times.
Señaló la pasada visita del presidente Reagan al Bronx y su posterior victoria, y bromeó: «Creo que este año podríamos tener un resultado ‘Donald-Reagan'».
El Sr. Meister da crédito al «enfoque poco convencional de la política minorista» del expresidente Trump por atraer el apoyo de segmentos de la población anteriormente improbables.
«Tenemos un candidato presidencial que realmente está hablando con el pueblo estadounidense, no a ellos», dijo el Sr. Meister.
El representante Ritchie Torres (D-N.Y.), cuyo distrito incluye el sur del Bronx, denunció la visita del expresidente poco después de saber de ella. «El sur del Bronx no tiene mayor enemigo que Donald Trump», dijo el Sr. Torres en un posteo en X, antes Twitter, hablando a título personal, no como legislador.
«Trump es y siempre ha sido un fraude», continuó el Sr. Torres. «El sur del Bronx —el área más demócrata de la nación— no comprará el merolico que está vendiendo».
Pero el expresidente Trump se puso nostálgico sobre la antigua reputación mundial de Nueva York como el lugar donde estar si una persona quería «triunfar».
El expresidente se lamentó: «Estoy tan cansado de la política», y dijo a la multitud que quería dedicar algo de tiempo a hablar del éxito.
Dedicó aproximadamente un tercio de su discurso de 90 minutos a compartir las lecciones aprendidas durante su carrera como promotor inmobiliario en Nueva York; dijo a los jóvenes que esperaba que mantuvieran su determinación incluso cuando las probabilidades estuvieran en su contra. Esa fue una lección que aprendió de su padre, Fred, y que ha guiado su forma de vivir la vida, su enfoque de la presidencia y su candidatura, dijo.
A pesar de la magnitud de los problemas que asolan Nueva York, «no vamos a abandonar nuestra esperanza y nuestro orgullo», dijo, y añadió que tiene planes para «Hacer a Nueva York grande de nuevo» mientras «simultáneamente» hace lo mismo por Estados Unidos.
Brian Hughes, portavoz de la campaña de Trump, dijo: «El presidente Trump ama de toda la vida la ciudad de Nueva York. Personal y profesionalmente, la ciudad es especial para él, y su marca está literalmente en el icónico horizonte».
«Vemos en las encuestas y al hablar con los votantes que el presidente Trump está logrando ganancias históricas con los votantes jóvenes, los votantes negros y los votantes hispanos. Esos votantes están representados en el Bronx», dijo a The Epoch Times.
El Sr. Hughes predijo que el mitin del Bronx «serviría como una clara indicación de que las encuestas están reflejando con precisión el sentimiento en esta comunidad y en todo el país».
Con información de Samira Bouaou, Enrico Trigoso, Reuters y The Associated Press.
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