El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, defendió su conversación telefónica con el secretario de Estado de Georgia, Brad Raffensperger, en 2020, afirmando que fue «absolutamente perfecta», mientras se dirigía a la fiscal del condado de Fulton, Fani Willis, después de que ella amenazara con penas de prisión a los declarados culpables en su investigación electoral.
Trump hizo el comentario en una declaración emitida a través de su Save America PAC (PAC Salvemos Estados Unidos), el 19 de septiembre.
Esto se produjo en medio de una investigación sobre presuntos esfuerzos de Trump y varios de sus aliados para anular las elecciones de 2020. La investigación de las elecciones se inició el año pasado y está encabezada por Willis, una demócrata, quien ha estado trabajando con un gran jurado para convencer a los funcionarios de Georgia de que investiguen el asunto.
Willis dijo que la investigación se basa en un «plan multi estatal coordinado por la campaña electoral de Trump para influir en los resultados de las elecciones de noviembre de 2020 en Georgia y en otros lugares».
Trump, en su declaración del lunes, criticó a Willis por «dedicar casi todas sus horas despierta, que no son muchas, a intentar perseguir a un presidente muy popular».
Willis «está basando sus posibles demandas en tratar de encontrar una pequeña palabra o una frase (que no está ahí) durante una conversación telefónica absolutamente PERFECTA, en relación con el fraude electoral generalizado en Georgia», agregó el expresidente.
Además, señaló que «muchos abogados y otros funcionarios que estaban a propósito en la línea» durante su conversación telefónica con Raffensperger no tuvieron «ningún problema con la conversación, y no expresaron ninguna objeción o queja sobre nada de lo que dije en la conversación que pudiera interpretarse como inapropiado».
Trump calificó la investigación de «caza de brujas estrictamente política».
La llamada telefónica en cuestión tuvo lugar en enero de 2021, y durante la conversación, Trump pidió a la secretaria de Estado que investigue un posible fraude electoral en Georgia.
Willis dijo que durante la conversación Trump indicó que quería «encontrar «más de 11,000 votos necesarios para ganar el estado». Raffensperger se negó, señalando que el estado repitió varios recuentos de votos.
Sin embargo, la investigación de Willis se amplió en gran medida en los últimos meses y varios aliados y asesores cercanos a Trump, y funcionarios de otros estados, así como Raffensperger, han comparecido previamente ante el gran jurado especial.
Entre quienes han prestado testimonio figuran también el abogado Rudy Giuliani, que representó a Trump durante las elecciones de 2020, el senador Lindsey Graham (R-S.C.) y el exjefe de despacho de la Casa Blanca, Mark Meadows.
Trump defendió su conversación telefónica con Raffensperger poco después de que Willis dijera en una entrevista con The Washington Post que las personas involucradas en los supuestos intentos de anular los resultados de la elección podrían enfrentar un tiempo en la cárcel.
«Las acusaciones son muy serias. Si se les enjuicia y se les condena, las personas se enfrentan a penas de prisión», dijo Willis.
Willis también dijo que el propio Trump podría ser llamado a comparecer como testigo ante el gran jurado especial, señalando que «se va a tener que tomar una decisión» y que «imagino que se hará a fines de este otoño».
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