El expresidente Donald Trump terminó el primer día de los argumentos orales en su juicio penal en Nueva York con una amplia entrevista en la que arremetió contra la fiscalía y también defendió al presidente de la Cámara Mike Johnson (R-La.) de las críticas dentro del Partido Republicano.
En una entrevista con John Fredericks en el programa «Outside the Beltway» el 22 de abril, el expresidente salió en defensa de Johnson en medio de la creciente frustración de los republicanos de la Cámara de Representantes con su liderazgo.
«Miren, tenemos una mayoría de uno, ¿vale? Así que no es como si pudiera ir y hacer lo que quisiera», señaló el expresidente Trump.
En las últimas semanas, el control de Johnson sobre el mazo se ha vuelto cada vez más tenso, ya que se ha unido a los demócratas para aprobar leyes a pesar de las objeciones de algunos miembros de su propia conferencia.
El ejemplo más reciente fue el 20 de abril, cuando ayudó a aprobar un paquete de ayuda exterior que incluía fondos para Ucrania, Israel y otros países, pero nada para asegurar la frontera sur de Estados Unidos.
El presidente Trump, sin embargo, señaló que el portavoz había seguido su sugerencia de proporcionar al menos parte de la ayuda como un préstamo. Pero otros dentro del GOP han sido menos indulgentes.
Para la representante Marjorie Taylor Greene (R-Ga.), que presentó una moción para destituir al portavoz el mes pasado, la aprobación de la legislación parece haber sido la gota que colmó el vaso. Un día después, anunció que presentaría una moción para destituir a Johnson si no dimitía.
El presidente Trump, reconociendo que la situación del presidente de la Cámara era «difícil», dijo: «Creo que es un hombre muy bueno».
«Creo que lo está intentando con todas sus fuerzas, y reitero, tenemos que tener una gran elección».
Enviar a más republicanos al Congreso y a él mismo a la Casa Blanca, dijo el expresidente, era la solución a los problemas de la nación.
«Tenemos que ganar la presidencia. Si no ganamos la presidencia, nuestro país, se los digo, creo que nuestro país podría estar acabado».
Las declaraciones no fueron las primeras del presidente Trump en apoyo del señor Johnson. A principios de este mes, en una conferencia de prensa conjunta con el orador, afirmó que él estaba con su compañero líder republicano en medio de las crecientes críticas.
«Nos llevamos muy bien con el presidente de la Cámara, y yo me llevo muy bien con Marjorie».
También indicó que pensaba que Johnson estaba «haciendo un trabajo muy bueno» y «todo lo bueno que se puede hacer» en ese puesto.
La Sra. Greene, una de las más firmes defensoras del expresidente en el Congreso, rara vez rompe con él en algún asunto. Pero el 23 de abril, parecía dispuesta a hacerlo por el Sr. Johnson.
«Es desconcertante oír a la clase dirigente quejarse de que es demasiado dramático, demasiado difícil y demasiado arriesgado pasar por otra carrera a la presidencia de la Cámara. Mientras tanto, los estadounidenses están recibiendo una patada en los dientes por el ridículo drama que les infligen los patéticos políticos de Washington», escribió la representante en un posteo en X.
El representante Thomas Massie (R-Ky.), que también pidió la destitución del presidente de la Cámara, reafirmó su postura.
«El argumento más débil en defensa del presidente Johnson es: ‘Es una mayoría muy ajustada; no puedes conseguir todo lo que quieres’. No esperamos conseguirlo todo, pero tampoco toleraremos una rendición completa y total», escribió el Sr. Massie en su propio posteo.
Persecución política
Durante su entrevista, el expresidente Trump también se refirió a su juicio en Manhattan, diciendo que la acusación y todas las demás que apuntan contra él eran una «persecución política» dirigida por el presidente Joe Biden.
«Cada uno de estos juicios, cada uno de ellos, está saliendo de la Casa Blanca», dijo el expresidente. «Son para ayudar a que salga elegido Biden, quien no puede juntar dos frases».
El Sr. Trump sostuvo que la causa penal presentada por el fiscal de distrito, Alvin Bragg, era especialmente injusta, ya que tenía lugar en una zona fuertemente demócrata. El juez que preside el caso, el magistrado de la Corte Suprema de Nueva York Juan Merchan está «apresurando el juicio como un loco», añadió el expresidente, lo que causó que al expresidente se le impidiera asistir a la ceremonia de graduación del instituto de su hijo Barron.
«Siempre es duro cuando no puedes ir a la graduación de tu hijo. Ya saben, él es un gran estudiante, y es un buen chico, y le dices que no puedes ir a su graduación».
El caso se centra en los «pagos por silencio» que el exabogado del presidente Trump, Michael Cohen, hizo a la actriz de cine para adultos Stormy Daniels en nombre de su empleador antes de las elecciones presidenciales de 2016.
Los pagos forman parte de un acuerdo de confidencialidad para evitar que la actriz hiciera públicas unas acusaciones de amorío. El presidente Trump ha negado la afirmación de ella de que tuvieron un romance.
Los fiscales afirman que el entonces candidato Trump intentó ocultar cómo él reembolsó al Sr. Cohen los pagos falsificando sus registros comerciales.
«Esta fue una conspiración planificada y coordinada para influir en las elecciones de 2020 para silenciar a las personas que tenían algo malo que decir sobre su comportamiento, utilizando registros adulterados», argumentó el fiscal adjunto, Matthew Colangelo, ante la corte. «Esto fue fraude electoral».
Pero los abogados del expresidente subrayaron que influir en unas elecciones no es un delito.
«Alerta de spoiler: no hay nada malo en intentar influir en unas elecciones. Esto se llama democracia», dijo el abogado defensor Todd Blanche.
Su cliente tampoco había cometido ningún otro delito, añadió el Sr. Blanche.
«La realidad es que no hay nada ilegal en lo que ocurrió».
T.J. Muscaro, Catherine Yang y Michael Washburn contribuyeron a este reportaje.
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