El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, el martes por la noche, defendió su reciente decisión de poner fin al adiestramiento de sensibilidad racial en las agencias federales, argumentando que los fondos federales no deben ser utilizados para enseñar lo que él describió como ideas «muy malas» y «muy enfermas».
Cuando se le preguntó por qué puso fin al adiestramiento de sensibilidad racial y si cree que hay un racismo sistémico en Estados Unidos, Trump le dijo al conductor del debate, Chris Wallace, que terminó dicha capacitación porque es «racista» y que las personas que se sometieron a la capacitación se quejaron de que se les pidió que hicieran cosas «absolutamente insanas».
«Eso fue una revolución radical que tuvo lugar en nuestro ejército, en nuestras escuelas», dijo Trump. «Usted lo sabe y todos los demás también».
«¿Qué tiene de radical el entrenamiento de sensibilidad racial?» preguntó Wallace, cortando la declaración del presidente.
«Si usted fuera cierta persona, usted queda sin ningún estatus en la vida. Eso era una especie de reversión», continuó Trump. «Y si usted mira a las personas, le pagábamos cientos de miles de dólares para enseñar ideas muy malas y francamente, ideas muy enfermas».
«Nosotros tenemos que volver a los valores fundamentales de este país», añadió Trump. «Ellos estaban enseñando a la gente a odiar nuestro país, que este es un lugar horrible, que es un lugar racista y estaban enseñando a la gente a odiar nuestro país y yo no voy a permitir que eso suceda».
Biden por su parte respondió que cree que existe una injusticia racial sistémica en el país y que la gente debería poder protestar pacíficamente por ello.
«Hay una injusticia sistémica en este país en la educación, en el trabajo y en las fuerzas de seguridad y en la forma en que se aplica», dijo el exvicepresidente.
A principios de este mes, el director de la Oficina de Administración y Presupuesto (OMB), Russell Vought, escribió en un memo (pdf) que Trump instruyó a todas las agencias federales para que empiecen a identificar y retirar los fondos de cualquier entrenamiento sobre la «teoría crítica de la raza», el «privilegio de los blancos» o cualquier otro «esfuerzo de entrenamiento o propaganda» que enseñe o sugiera que los Estados Unidos es un «país inherentemente racista o malvado» o que cualquier raza o etnia es «inherentemente racista o malvada».
Trump dijo el martes pasado que había firmado una orden ejecutiva, extendiendo la prohibición de «los esfuerzos para adoctrinar a los empleados del gobierno con ideologías sexuales y raciales divisivas y dañinas» a los contratistas que proveen entrenamiento a los empleados federales y a aquellos que reciben dólares federales.
«Los estadounidenses deben ser enseñados a tener ORGULLO de nuestro gran país y si no lo hacen no hay en este nada para ustedes», escribió en Twitter en ese momento.
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