El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, dedicó gran parte de su último discurso de campaña a establecer contrastes entre él y, como él mismo dijo, el «Crooked Joe Biden –el torcido Joe Biden».
Trump, un republicano, otorgó ese apodo al presidente demócrata el 27 de abril, dos días después de que Biden anunciara que se postularía a la reelección – «por otros cuatro años desastrosos más», según las palabras de Trump.
Durante su discurso de más de una hora, Trump invocó el nombre negativo de Biden, «torcido», más de dos docenas de veces, describiendo en qué se diferencia de Biden, tanto en estilo como en sustancia.
Tras nombrar a 51 políticos del estado de New Hampshire que respaldan su candidatura presidencial, Trump bromeó diciendo que iba a revelar un «anuncio importante». A contnuación dijo que iba a «retirar» el apodo que le dio a su exrival, Hillary Clinton, para transferírselo a Biden.
«A partir de ahora se él se conocerá como ‘Crooked Joe Biden'», dijo Trump a una multitud de 1500 personas en un pequeño salón de actos de Manchester. «Nunca ha habido nadie en la historia de la política estadounidense tan torcido o deshonesto».
Contraste con China
Más tarde respaldó esa afirmación argumentando que Biden y su familia se embolsaron millones de dólares de intereses extranjeros, incluidos algunos de China. «Usted se pregunta por qué él no hace nada respecto a China», dijo Trump.
Por el contrario, en medio de una guerra comercial entre Estados Unidos y China durante la presidencia de Trump, el expresidente dijo que él proporcionó a los pescadores de langostas estadounidenses «cientos de millones de dólares en ayuda directamente del dinero que recibíamos de China», impulsando una importante industria en varios estados, incluido New Hampshire.
«Joe Biden solo se preocupa de enriquecer a su propia familia. A mí me importa enriquecer a la familia de ustedes y a usted», indicó Trump.
Trump destacó que supo mantenerse firme y ganarse el respeto del líder chino, Xi Jinping, mientras que Biden waffleó.
«Me llevé bien con mucha gente. Por eso no tuvimos guerras», dijo Trump, repitiendo su promesa de evitar la Tercera Guerra Mundial.
«Una victoria de Biden será mala para vosotros, buena para China y realmente genial para estos globalistas», dijo el expresidente. «Una victoria de Trump será mala para los globalistas (…) los marxistas, pero será genial para la gente trabajadora».
Una economía afectada
Trump dijo que bajaría los impuestos y promulgaría políticas que ayudarían a reducir la inflación y los precios de la gasolina que están afectando a los bolsillos de muchos estadounidenses. También indicó que se propone encabezar la construcción de un gasoducto de gas natural a través de Nueva Inglaterra, señalando que los habitantes de New Hampshire pagan sistemáticamente los precios de la energía más altos del país.
Además recordó que los precios de la gasolina rondaban los 1.87 dólares por galón durante su presidencia. El 27 de abril, el precio medio nacional era de 3.64 dólares por galón, según la AAA Gas Prices.
«Cuando dejé el cargo, le entregamos a Joe Biden la recuperación económica más rápida jamás registrada, todo ello sin inflación», dijo Trump. «Él tomó esa economía en auge y rápidamente la hizo pedazos».
En discursos anteriores, Trump dijo que Biden ha infligido más daño que los cinco peores presidentes de Estados Unidos juntos. Pero Trump revisó esa afirmación, diciendo que «realmente creo que si cogiéramos a los 10 peores presidentes y los sumáramos, ellos no habrían hecho lo que este hombre y lo que esta administración ha hecho».
El producto interior bruto, un indicador económico clave, registra ahora un crecimiento anémico del 1.4%. El costo de la energía ha subido, al igual que la inflación. Los salarios reales han bajado 24 meses seguidos, un récord, dijo Trump. «Tenemos que rescatar a Estados Unidos de los escombros de la economía de Biden», dijo el expresidente.
¿Justicia o injusticia?
Trump dice que promulgará políticas para restaurar la seguridad y el orden en las ciudades estadounidenses, incluyendo el refuerzo de la aplicación de la ley de inmigración y la restauración de la financiación de las agencias de policía que fueron «desfinanciadas» en los últimos años. También contrarrestaría los intentos de los fiscales de distrito «radicales» de «militarizar» nuestro sistema judicial, haciendo la vista gorda ante los delitos violentos y persiguiendo a los enemigos políticos, como él.
Aunque no habló directamente de su reciente imputación en Nueva York y de las múltiples investigaciones en su contra, Trump acusó a los fiscales y al gobierno de Biden de «utilizar el sistema de justicia penal para interferir masivamente en las elecciones».
«Si sobrevuelo un estado que resulta estar gobernado por demócratas, me envían una citación para comparecer ante un gran jurado. Esta gente está enferma», bromeó a medias.
«Por cierto, después de este discurso, van a venir a por mí a lo grande».
«Al final, no vienen a por mí. Van a por vosotros, y yo solo me interpongo», dijo al final.
No obstante, Trump no pareció inmutarse por sus recientes problemas legales. «Cuanto más duro ellos nos golpean, mejor nos va», dijo el expresidente.
Torpeza de Biden
Tras señalar que Biden fue sorprendido esta semana utilizando una «hoja de apuntes» para prepararse ante la pregunta de una periodista, Trump se ofreció a aceptar preguntas improvisadas del público, algo que duda que Biden hiciera.
Pero la triste realidad es que las bien documentadas meteduras de pata públicas de Biden están perjudicando la posición de Estados Unidos en el mundo, dijo Trump.
Biden fracasa en asuntos exteriores porque «no tiene ni idea de cómo hablar», dijo Trump. «Es demasiado duro cuando debería ser blando. Dice cosas que son tan malas que provocan y luego muestra debilidad».
Biden anunció su candidatura a la reelección con «un vídeo preempaquetado», dijo Trump, incrédulo de que le faltara confianza para anunciar su candidatura en una emisión en directo.
Opciones electorales
Después de pregonar las encuestas de opinión que le mostraban como claro favorito para la nominación republicana, Trump predijo que «aplastaría» a Biden si se enfrentaban en la revancha el 5 de noviembre de 2024. Trump dijo a la gente tiene que emitir tantos votos que los totales abrumen cualquier intento de hacer trampas.
«La elección en estas elecciones es ahora entre fuerza y debilidad, entre éxito o fracaso, entre seguridad o anarquía, entre paz o conflicto, y prosperidad o catástrofe», dijo el expresidente.
Tras su discurso, Trump dedicó unos 15 minutos a responder a media docena de preguntas. En lugar de abandonar el escenario, como es habitual, Trump aprovechó que el recinto era más pequeño y se mezcló con el público, estrechando manos y charlando, mientras se dirigía al extremo opuesto de la sala.
Este ha sido el segundo discurso de campaña de Trump en New Hampshire. La última vez que habló allí fue en enero.
«Ha sido un gran día. Lo he disfrutado mucho», dijo Trump. «Que Dios les bendiga a todos. Yo volveré».
New Hampshire se considera un estado clave porque en él se celebran las primeras elecciones primarias del país, que sientan las bases para las contiendas de todo Estados Unidos.
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