El expresidente Donald Trump dijo el miércoles que el ataque terrorista de Hamás contra Israel es un recordatorio de la «demolición» de la seguridad fronteriza de Estados Unidos por parte del presidente Joe Biden, al tiempo que prometió sellar rápidamente la frontera si es reelegido en 2024 y llevar a cabo la operación de deportación más grande en la historia de Estados Unidos.
El presidente Trump hizo las declaraciones durante un mitin el 11 de octubre en West Palm Beach, Florida, en el que dijo que las políticas de su sucesor han conducido a una frontera sur «totalmente abierta» a través de la cual las mismas personas que atacaron a Israel ahora están llegando a Estados Unidos.
«El reciente ataque terrorista también es un recordatorio de los peligros mortales que enfrentamos por la demolición de nuestra propia frontera aquí en suelo estadounidense por parte de Joe Biden», dijo.
Operativos del grupo terrorista Hamás montaron recientemente una incursión de choque en el sur de Israel por aire, tierra y mar. Mataron a más de 1200 personas y tomaron aproximadamente 100 rehenes, según las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI).
«Las mismas personas que atacaron a Israel (matando, violando, torturando y mutilando a civiles inocentes) están ahora mismo invadiendo lo que alguna vez fue nuestro hermoso Estados Unidos», afirmó el presidente Trump. «Tengo que decir eso, ‘antes hermoso’, porque lo que le pasó a nuestro país en tres años ni siquiera es creíble, pero están llegando a través de fronteras del sur totalmente abierta».
Si bien el presidente Trump no entró en detalles sobre los terroristas que ingresan ilegalmente a Estados Unidos a través de la frontera sur, datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP) indican que un total de 149 personas identificadas como terroristas conocidos, presuntos terroristas o asociados de ambos, han sido arrestados en lo que va de año después de intentar cruzar la frontera entre Estados Unidos y México.
Ese número es mayor que el de los últimos seis años combinados.
El presidente Trump dijo que cree que «muchos millones» de personas están cruzando la frontera ilegalmente, estimando que el número total bajo la dirección del presidente Biden es de aproximadamente 15 millones, al tiempo que afirmó que este número no se refleja en las estadísticas oficiales y que está siendo subreportado por los medios de comunicación de «noticias falsas».
Los republicanos de la Cámara de Representantes han citado cifras oficiales de la CBP para estimar que 6 millones de personas han ingresado ilegalmente al país desde que el presidente Biden asumió el cargo.
«En mi opinión, están llegando desde Afganistán, Yemen, Siria, Somalia, Irak, Irán… sin control, sin investigación y totalmente sin control, y muchos de ellos son hombres jóvenes», dijo el presidente Trump.
Como muchos republicanos, el expresidente culpó al presidente Biden por la crisis fronteriza que afecta al país.
Durante sus primeros 100 días en el cargo, el presidente Biden tomó docenas de acciones ejecutivas en materia de inmigración, incluida la orden de detener la construcción del muro fronterizo, que su administración ahora se apresura a reanudar en un sorprendente giro de 180 grados.
En su discurso en West Palm Beach, el presidente Trump prometió sellar la frontera «rápidamente» si era reelegido para el cargo en 2024, y llevar a cabo una operación de deportación masiva.
La mayor operación de deportación en la historia de Estados Unidos
Mientras gran parte del mundo estaba paralizado por el sangriento ataque terrorista contra las comunidades israelíes, el presidente Trump prometió sellar la frontera sur, volver a imponer una prohibición de viajar a personas de países donde se tolera o aviva activamente el terrorismo y llevar a cabo deportaciones masivas.
«Pagaremos el precio en los próximos años si no los sacamos de inmediato», dijo el presidente Trump sobre las personas con vínculos con grupos terroristas que han ingresado ilegalmente a Estados Unidos.
“Tenemos que sacarlos. Vamos a tener el movimiento de deportación más grande en la historia de nuestro país. No tenemos otra opción», continuó.
«También les di una prohibición de viaje muy fuerte y poderosa para mantener a los yihadistas, extremistas y terroristas islámicos radicales fuera de nuestro país. Los queríamos fuera… Y funcionó», dijo, al tiempo que afirmaba que, bajo su mandato, la frontera entre Estados Unidos y México era la más segura de la historia.
“No tuvimos ningún problema. Fuimos duros y los mantuvimos fuera. No queremos que maten a nuestra gente. No queremos que nuestros centros comerciales exploten. No queremos los problemas que traen algunas personas”, dijo.
“Cuando tome posesión, sellaremos rápidamente la frontera y pondremos fin a toda política de fronteras abiertas del corrupto Joe Biden, y llevaremos a cabo la operación de deportación nacional más grande en la historia de Estados Unidos”.
Prohibición de viaje, en el punto de mira
En el mitin de Florida, el presidente Trump reiteró la promesa que hizo la semana pasada de volver a imponer una prohibición de viaje a personas procedentes de países (predominantemente musulmanes) donde se tolera o fomenta el terrorismo.
«Reimpondré inmediatamente a países terroristas la prohibición de entrada y la haremos aún más fuerte», dijo el presidente Trump.
Anteriormente, en un mitin del lunes en Wolfeboro, el presidente Trump prometió volver a imponer una prohibición de viajes si era reelegido.
«Como presidente, una vez más apoyaré firmemente al Estado de Israel y cortaremos el dinero a los terroristas desde el primer día», dijo el presidente Trump, antes de agregar que «volvería a imponer la prohibición de viajar a los países afectados por el terrorismo».
A finales de 2015, cuando la campaña presidencial estaba en pleno apogeo, el entonces candidato Trump declaró su apoyo a un «cierre total y completo de la entrada de musulmanes a Estados Unidos», hasta el momento en que los funcionarios entendieron completamente lo que estaba pasando.
Luego, aproximadamente una semana después de asumir el cargo en 2017, el presidente Trump firmó la Orden Ejecutiva 13769, titulada Protección de la nación contra la entrada de terroristas extranjeros a Estados Unidos, que se conoció extraoficialmente como la «prohibición musulmana».
La prohibición de viajar se aplicó a personas de siete países de mayoría musulmana (Irán, Irak, Libia, Somalia, Sudán, Siria y Yemen) durante 90 días, con algunas excepciones. La restricción fue impugnada ante los tribunales, y el presidente Trump la acompañó con otras prohibiciones de viaje, ampliando las restricciones a Corea del Norte y Venezuela, las cuales también fueron impugnadas ante los tribunales.
Cuando la Corte Suprema de Estados Unidos confirmó la versión 3.0 de la prohibición de viajar de Trump en junio de 2018, cubría a los viajeros de Irán, Siria, Yemen, Libia, Somalia, Corea del Norte y Venezuela.
Todas las restricciones de viaje de la era Trump fueron rescindidas por el presidente Joe Biden el día que asumió el cargo el 20 de enero de 2021.
En su mitin de campaña en New Hampshire el lunes, el presidente Trump recordó sus acciones ejecutivas después de asumir el cargo.
«Me retiré del desastroso acuerdo nuclear con Irán, impuse las sanciones más duras jamás impuestas al régimen e impuse una estricta prohibición de viajar para mantener a los terroristas islámicos radicales fuera de nuestro país», dijo, y agregó que «Joe Biden lo deshizo». «Lo deshizo todo y dio miles y miles de millones de dólares al principal patrocinador del terrorismo en el mundo, arrojando a Israel a los terroristas sedientos de sangre».
En un evento anterior en Waterloo, Iowa, el presidente Trump dijo que «no se sorprendería en absoluto» si parte de una transferencia de USD 6000 millones de Washington a Teherán ayudara a financiar el ataque de Hamás contra Israel.
La administración Biden ha insistido en que no se ha gastado nada de los USD 6000 millones, e incluso si lo fuera, el dinero sólo podría gastarse en cosas como alimentos y medicinas, no en armar a terroristas.
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