El presidente Donald Trump dijo a los periodistas el viernes por la mañana que no le preocupa la cantidad de transcripciones publicadas por los demócratas de la Cámara y las próximas audiencias públicas sobre el proceso del impeachment.
«No me preocupa nada. El testimonio ha estado bien. Es decir, en su mayoría, ni siquiera he oído hablar de esta gente. No tengo idea de quiénes son», dijo a los periodistas. «Se trata de ‘encontremos a las 10 personas que más odian al presidente Trump y pongámoslas ahí'», agregó Trump.
Trump se refería a los funcionarios del Departamento de Estado que testificaron en audiencias a puerta cerrada.
En referencia a las transcripciones, el presidente dijo a los periodistas antes de partir hacia Georgia: «Nadie parece tener conocimiento de primera mano», agregando que «cada una de esas personas se anuló a sí misma».
«Hay algunas personas muy buenas. Hay algunos ‘Nunca Trump'», dijo también a la prensa.
En la misma conferencia de prensa, Trump dijo que está considerando publicar una transcripción de una llamada telefónica de abril de 2019 entre él y el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky. Dijo que no le importa que la gente lo lea porque quiere ser transparente.
«Se la daré si ellos lo quieren, se la daré», dijo Trump a los periodistas antes de añadir: «No me gustaría hacerlo porque es un mal precedente».
La conversación telefónica se produjo unos tres meses antes de la llamada del 25 de julio que desencadenó la investigación del impeachment sobre sus supuestos esfuerzos por presionar a Ucrania para que investigara los negocios del exvicepresidente Joe Biden y su hijo Hunter Biden en el país.
En general, la investigación del impeachment es «un engaño», dijo. «No deberían tener audiencias públicas», comentó Trump, refiriéndose a la investigación de destitución que pasará a la fase pública la próxima semana.
Sus comentarios se produjeron luego que el Jefe de Gabinete de la Casa Blanca, Mick Mulvaney, desafiara una citación de la Cámara de Representantes para comparecer ante tres comisiones que dirigen la investigación. Fue llamado a testificar en una reunión a puerta cerrada, pero no se presentó a las 9 a.m., según informes de medios.
«Las anteriores administraciones demócratas y republicanas no estarían dispuestas a permitir que los asesores principales del presidente participen en un procedimiento tan ridículo, partidista e ilegítimo, y éste tampoco lo es», dijo el subsecretario de prensa de la Casa Blanca, Hogan Gidley, a los periodistas a principios de esta semana, informó Fox News.
El mes pasado, la Casa Blanca envió una carta al presidente del Comité de Inteligencia, Adam Schiff (D-Calif.), al presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes, Eliot Engel (D-N.Y.), y a la presidenta en funciones del Comité de Supervisión, Carolyn Maloney (D-N.Y.), diciendo que atenderá a su investigación.
Schiff, Engel y Maloney declararon que supuestamente Mulvaney estaba «directamente involucrado en un esfuerzo orquestado por el presidente Trump, su agente personal Rudolph Giuliani y otros para ocultar una codiciada reunión en la Casa Blanca y cerca de 400 millones de dólares en asistencia de seguridad, con el fin de presionar al presidente ucraniano Volodymyr Zelensky para que llevara a cabo investigaciones que beneficiarían los intereses políticos personales del presidente Trump y pondrían en peligro nuestra seguridad nacional al tratar de hacer eso».
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