El expresidente Donald Trump dijo en una declaración el 26 de noviembre que él nunca consideró ir a la guerra con China.
Las observaciones de Trump formaron parte de una ofensiva contra el jefe del Estado Mayor Conjunto, Mark Milley, quien dijo al Congreso en septiembre que aseguró a un alto general chino que Estados Unidos no iba a atacar a China.
«Yo nunca pensé en ir a la guerra con China, más allá de la guerra que estaba ganando, que era sobre el COMERCIO», dijo Trump. «Yo fui el único presidente en décadas que no nos metió en una guerra —Yo nos saqué de las guerras!».
El Estado Mayor Conjunto y el portavoz de Milley, Dave Butler, no respondieron a las solicitudes de comentarios.
Trump también apuntó a Bob Woodward, el autor de uno de los libros en los que se hicieron por primera vez las revelaciones de las conversaciones de Milley con China.
El actual jefe del Estado Mayor Conjunto declaró en septiembre ante la Comisión de Servicios Armados del Senado estadounidense que le dijo al general chino, Li Zuocheng, que le avisaría a China si Estados Unidos estaba planeando un ataque. En su declaración del viernes, Trump sugirió que esa llamada equivale a una traición.
Milley indicó al Comité de Servicios Armados el 28 de septiembre que habló con Li el 30 de octubre de 2020 y el 8 de enero de 2021. Ocho funcionarios estadounidenses escucharon la primera llamada y once escucharon la segunda, declaró Milley.
«Yo le dije que no vamos a atacar. El presidente Trump no tiene intención de atacar. Yo se lo dije repetidamente y le dije que si iba a haber un ataque habrían muchas comunicaciones de ida y vuelta, sus sistemas de inteligencia lo van a captar», declaró Milley el 28 de septiembre.
«Probablemente yo le llamaré. Todo el mundo les llamará. Nosotros no vamos a atacarles. Tranquilícese. Eso no va a ocurrir», añadió Milley.
El exsecretario de Defensa en funciones, Chris Miller, quien dirigió brevemente el Pentágono desde finales de 2020 hasta enero de 2021, dijo que él no autorizó las llamadas entre Milley y Li.
Las acciones de Milley fueron «un acto de insubordinación vergonzoso y sin precedentes por parte del principal oficial militar de la nación», dijo Miller.
Por su parte Milley declaró a la comisión que ambas llamadas con su homólogo del Partido Comunista Chino fueron coordinadas con el personal de Miller «y la interagencia».
«El propósito específico de las llamadas de octubre y enero fue generado por la inteligencia concerniente que nos hizo creer que los chinos estaban preocupados por un ataque contra ellos por parte de Estados Unidos», dijo Milley a los senadores.
John Ratcliffe, quien fue el director nacional de inteligencia durante el período en que se produjeron ambas llamadas, refutó la afirmación de Milley sobre la «inteligencia preocupante».
«No hubo ninguna inteligencia preocupante que mereciera una llamada a su homólogo chino», dijo Ratcliffe a Fox News, tras el testimonio de Milley en septiembre, y añadió que él era quien le proporcionaba a Milley la inteligencia.
«La idea de que él tuviera una inteligencia mejor o diferente, o que tuviera preocupaciones al respecto que no compartiera conmigo como principal asesor de inteligencia del presidente, es absurda», dijo Ratcliffe.
Con información de Jack Phillips y Zachary Stieber.
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