El presidente Donald Trump dijo a los periodistas el sábado que está considerando un indulto para Edward Snowden, el excontratista de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) que filtró una gran cantidad de secretos nacionales en 2013.
«Voy a comenzar a analizarlo», dijo Trump en una conferencia de prensa en Bedminster, Nueva Jersey.
Snowden huyó a Rusia y recibió asilo en 2013 después de que sus filtraciones expusieran una vasta operación de vigilancia nacional e internacional llevada a cabo por la NSA. Desde entonces, las autoridades estadounidenses han intentado que Snowden regrese para ser procesado por cargos penales de espionaje.
El abogado de Snowden dijo que Estados Unidos no solo debería perdonar a su cliente, sino también cerrar todos los procesos judiciales, ya que Snowden no ha cometido ningún delito.
«Él actuó no solo basado en el interés de los ciudadanos estadounidenses, sino en el interés de toda la humanidad», dijo el abogado, Anatoly Kucherena.
Poco después de que las filtraciones de Snowden aparecieran en los medios de comunicación en 2013, Trump lo calificó como «un espía que debería ser ejecutado».
El presidente dijo el 15 de agosto que cree que los estadounidenses, tanto de la izquierda como de la derecha, están divididos en el caso de Snowden.
«Parece ser una decisión dividida», dijo Trump. «Mucha gente piensa que debería ser tratado de manera diferente y otros piensan que hizo cosas muy malas».
Las filtraciones de Snowden expusieron las operaciones de espionaje nacionales que los funcionarios estadounidenses afirmaban que no existían.
El Departamento de Justicia de Estados Unidos presentó una demanda el pasado mes de septiembre contra Snowden, argumentando que las memorias que publicó el año pasado, tituladas «Permanent Record», violaron los acuerdos de confidencialidad.
Snowden publicó el libro sin someterlo a las agencias de inteligencia para su revisión, indicó el Departamento de Justicia, añadiendo que los discursos que dio Snowden también violaban los acuerdos de confidencialidad.
Snowden dijo anteriormente que está dispuesto a regresar a Estados Unidos si el gobierno le garantizaba un juicio justo.
Las revelaciones de Snowden sobre la NSA, el Cuartel General de Comunicaciones del Gobierno (GCHQ) británico y otras agencias de inteligencia desencadenaron un debate internacional sobre los poderes de los espías para monitorear las comunicaciones personales, y sobre el equilibrio entre seguridad y privacidad. Los críticos dicen que sus revelaciones dañaron la capacidad de Estados Unidos y sus aliados para luchar contra el terrorismo.
Un tribunal federal dictaminó en 2015 que el programa de vigilancia de metadatos de la NSA que Snowden expuso era ilegal. El programa recogió información sobre al menos el 80 por ciento de todas las llamadas telefónicas hechas o recibidas por los estadounidenses. El presidente Barack Obama firmó una ley el mismo año para terminar el programa. Snowden calificó a la decisión de «una victoria histórica para los derechos de cada ciudadano».
La NSA todavía opera el PRISM, un programa que recopila las comunicaciones de los proveedores de Internet.
Con información de The Associated Press y Reuters.
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