CONCORD, New Hampshire —El expresidente Donald Trump ganó las primarias de New Hampshire con una cifra récord de votos recibidos, superando los máximos anteriores establecidos por Bernie Sanders en 2016. El expresidente se posiciona ahora como el posible nominado republicano, aunque la temporada de primarias apenas ha comenzado.
A pesar de su impresionante cifra de votos en la contienda republicana del 23 de enero, la composición de ese electorado —y de la coalición que vote a su oponente— podría tener implicaciones para un posible enfrentamiento en las elecciones generales entre el presidente Trump y el presidente Joe Biden.
En resumen, los votantes independientes de New Hampshire, un codiciado segmento del electorado, apoyaron abrumadoramente a la Sra. Haley en las primarias republicanas.
De los más de 160 millones de votantes registrados en el país, sólo la mitad están afiliados a un partido político y se reparten a partes iguales entre demócratas y republicanos. El resto, el 41%, son independientes, según un informe de Gallup de 2023.
Para ganar en noviembre, cualquier candidato necesitará probablemente el apoyo de la mayoría de esos votantes independientes.
Trump y los independientes
De los votantes que dijeron que participarían en las primarias republicanas de New Hampshire, el 21 por ciento eran republicanos descontentos con el presidente Trump que dijeron que no votarían por él, según una encuesta de AP VoteCast.
De los votantes independientes, el 68 por ciento dijo estar insatisfecho con el expresidente y no votaría por él.
Ese desglose encaja con las encuestas a pie de urna realizadas por la CNN entre los votantes de las primarias de New Hampshire. Ese sondeo mostró que los republicanos registrados representaban el 70% de su apoyo, mientras que los independientes contribuían con el 27%.
En el caso de Nikki Haley, las proporciones se invirtieron, ya que el 70% se identificó como independiente y el 27% como republicano.
Para ambos candidatos, el 3% de los apoyos provinieron de votantes que se registraron como republicanos ese día.
Las entrevistas a votantes realizadas por The Epoch Times confirmaron que un número significativo de votantes independientes decidieron votar en las primarias republicanas no para apoyar a Haley, sino para votar contra el presidente Trump.
«Soy una gran fan de Joe Biden», dijo Joyce Pracuta, de 75 años, de Wolfeboro, a The Epoch Times el día de las elecciones. La Sra. Pracuta votó por Nikki Haley «para evitar a Donald Trump», y dijo que varias mujeres de su grupo también lo hicieron.
«Muchos amigos liberales me dijeron que iban a votar a Nikki Haley», dijo Michael Garczynski, de 35 años, de Manchester, a The Epoch Times.
Sarah Kerr, 52, de Manchester, es una votante no declarada que apoyó a Haley el día de las elecciones. «Ojalá hubiera estado más cerca, pero estoy encantada de que haya llegado donde ha llegado», dijo Kerr a The Epoch Times.
Desfavorabilidad
El presidente Biden se postula como presidente en funciones. El presidente Trump, aunque no está en el cargo, es un cuasi-presidente en ejercicio. Ambos hombres son conocidos. Ambos se benefician de una base política establecida. Ambos han ganado elecciones nacionales.
También tienen altos índices de desfavorabilidad entre el público.
Las últimas encuestas de favorabilidad y desfavorabilidad del presidente Trump han oscilado entre el 46 y el 53 por ciento: un índice de desfavorabilidad de +7.
Las encuestas favorables y desfavorables del presidente Biden han sido de alrededor del 44 al 55 por ciento: una calificación desfavorable de +11.
En las primarias de New Hampshire, ambos obtuvieron un porcentaje de votos relativamente bajo para un titular, a pesar de ganar la contienda.
Aunque el presidente Trump ya no está en el cargo, su candidatura es, en cierto modo, la de un titular, según comentaristas políticos como Kayleigh McEnany y Newt Gingrich.
El 54 por ciento de los votos del presidente Trump es una victoria convincente, pero se situaría entre los porcentajes más bajos para presidentes en ejercicio. Los presidentes republicanos que fueron reelegidos obtuvieron un promedio del 82% de los votos en las primarias de New Hampshire. Eso incluye el débil 68% de Richard Nixon en 1968.
La victoria del presidente Biden, con un 54%, es baja entre los demócratas, aunque aún no se han contabilizado más de 12,000 votos por escrito. Los anteriores demócratas que ganaron las elecciones generales obtuvieron un promedio del 88% en New Hampshire.
Los candidatos que ocupaban el cargo de presidente de ambos partidos que más tarde se retiraron o perdieron las elecciones generales obtuvieron un promedio del 50% de los votos en las primarias del Estado del Granito. Se trata de Lyndon Johnson en 1968, Gerald Ford en 1976, Jimmy Carter en 1980 y George H.W. Bush, con un 53%, en 1992.
La batalla por los corazones y las mentes
Dada la necesidad de ganar votantes independientes para recuperar la Casa Blanca, el presidente Trump debe apelar a los votantes más allá del núcleo republicano, según el expresidente de la Cámara de Representantes Newt Gingrich, comentarista de The Epoch Times.
«Trump tiene que orientar realmente su campaña para que sea aceptable para todos los que están cansados de Biden», dijo el Sr. Gingrich. «No puede permitir que sea una campaña en la que la gente decida que, aunque no les guste Biden, Trump les gusta aún menos».
En su discurso de victoria tras los caucus de Iowa del 15 de enero, el presidente Trump apeló en ocasiones a un público más amplio en un llamamiento al bien común. Habló de reparar la infraestructura en ruinas de la nación, bajar la inflación y pagar la deuda nacional.
«Vamos a reconstruir nuestras ciudades y trabajaremos con los demócratas para hacerlo», dijo. «Vamos a reconstruir nuestras ciudades y vamos a hacer que sean seguras».
Eso podría ser un comienzo para ganar los votos de los independientes, según el Sr. Gingrich.
«Ha dicho todas las cosas correctas para una campaña de elecciones generales. Y en eso es en lo que realmente tiene que centrarse».
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