NUEVA YORK—En medio de burlarse de sí mismo y de otros por una buena causa en la 79.° Cena Anual de la Fundación Alfred E. Smith Memorial el 17 de octubre, el expresidente Donald Trump se puso serio, reflexionando sobre dos atentados contra su vida.
“Habiendo sobrevivido recientemente a dos intentos de asesinato… Tengo una apreciación muy fresca de lo bendecidos que somos por la Providencia de Dios y su divina misericordia”, dijo. “Así que, con la ayuda de Dios, sé que no hay nada que no se pueda conseguir. Podemos lograr tanto bien con este país y juntarnos y unificarnos”.
Trump hizo estas declaraciones como orador principal de la cena. La esposa del expresidente, la exprimera dama Melania Trump, que es católica, hizo una rara aparición pública.
Conocido por sus discursos políticos llenos de humor, el acto formal atrajo a 1100 personas al hotel Hilton de Nueva York Midtown y recaudó casi 10 millones de dólares (una cifra récord) para obras de caridad de la archidiócesis de Nueva York.
“Su ingenio es absolutamente fabuloso”, le dijo a Trump la vicepresidenta de la fundación, Mary Callahan Erdoes, al darles la bienvenida a él y a su esposa a la cena.
Trump reconoció: “Se supone que debo contar algunos chistes autocríticos esta noche. Así que ahí vamos”.
Hizo una pausa dramática mientras el público se reía. Luego dijo: “No. No tengo nada que decir”.
“No hay nada que decir. Supongo que no veo el punto de dispararme a mí mismo cuando otras personas han estado disparándome durante muchísimo tiempo”, dijo Trump mientras el público estallaba en risas y aplausos.
Durante décadas, la Cena de Al Smith ha sido un acontecimiento fijo en la escena política estadounidense, en la que los rivales, a veces enconados, han tenido un foro para bromear, para deleite de las audiencias televisivas.
Trump dijo que el evento es “una gran tradición neoyorquina”, recordando con cariño que asistía a él durante su infancia con su padre, Fred Trump. Él ha sido el orador principal de la cena durante sus tres campañas presidenciales republicanas, al igual que sus oponentes del Partido Demócrata, Hillary Clinton en 2016 y Joe Biden en 2020, cuando el evento se celebró de forma virtual debido a la pandemia de COVID-19.
En esta ocasión, la contrincante de Trump, la vicepresidenta Kamala Harris, no estuvo presente en la cena, pero hizo acto de presencia a través de un vídeo pregrabado de cuatro minutos.
Trump bromeó: “La verdadera razón por la que no está aquí es que está cazando con su compañero de fórmula”, en referencia a las recientes y publicitadas salidas de caza del gobernador de Minnesota, Tim Walz, candidato a la vicepresidencia por el Partido Demócrata.
Harris se convirtió en la primera gran candidata a la presidencia de Estados Unidos que rechaza una invitación al acto desde 1984, según dijeron los organizadores a The Epoch Times.
Fue entonces cuando el candidato presidencial del Partido Demócrata, Walter Mondale, que se enfrentaba al presidente Ronald Reagan, decidió renunciar a la cena.
“Y no le fue muy bien”, dijo Trump, provocando las risas de los asistentes, muchos de los cuales recordaban lo mal que le fue a Mondale. “Perdió 49 estados y ganó uno: Minnesota”.
Los católicos, un importante bloque de votantes
Medio en broma, medio en serio, Trump le dijo al público: “Católicos, deben votar por mi. Deben recordar que yo estoy aquí y ella no”, refiriéndose a Harris.
El cómico Jim Gaffigan, que ejerció de maestro de ceremonias de la cena, señaló que los católicos representan alrededor del 22 por ciento de la población estadounidense y “serán un grupo demográfico clave en todos los estados disputados”.
La campaña de Harris no respondió a la solicitud de comentarios de The Epoch Times.
El mensaje grabado en vídeo de la candidata demócrata incluía un sketch con la cómica Molly Shannon vestida con un uniforme de colegiala católica e interpretando a un personaje estrafalario, Mary Katherine Gallagher.
Harris lanzó algunas pullas a Trump. También pidió menos discordia política.
“En el espíritu de la cena de esta noche, volvamos a comprometernos a superar las diferencias para buscar el entendimiento y un terreno común”, dijo en el vídeo.
Gaffigan, que encarna a Walz en los sketches cómicos de Saturday Night Live, dirigió algunas púas y bromas a Trump, señalando que él y el expresidente tienen mucho en común, como que “ambos tenemos una frondosa melena dorada”.
Convergencia de facciones
Aunque la Cena Al Smith está dirigida por católicos, reúne a personas de diversas religiones y afiliaciones políticas.
Trump, que a menudo ha estado en desacuerdo con el líder de la mayoría del Senado, el senador demócrata Chuck Schumer, se sentó cerca de Schumer en la cena. Los dos hombres fueron vistos inclinándose el uno hacia el otro para una discusión antes de los comentarios de Trump.
Entre ellos se sentó el cardenal Timothy Dolan, arzobispo de Nueva York.
Dolan comentó: “¿Te imaginas sentarte aquí con Chuck Schumer a mi derecha y Donald Trump a mi izquierda?”.
Robert F. Kennedy Jr., excandidato independiente y opositor a Trump, lanzó su apoyo al expresidente. Trump sugirió que, si gana la reelección, Kennedy ocuparía un puesto clave relacionado con la sanidad en una segunda administración Trump.
El tío de Kennedy, el senador demócrata John F. Kennedy, y el vicepresidente Richard Nixon pronunciaron sendos discursos de apertura de la Cena Al Smith en 1960, la primera vez que asistieron los candidatos de los dos grandes partidos, según los organizadores.
Entre el público y los invitados de honor se encontraban numerosos directores ejecutivos, filántropos, deportistas, personalidades de los medios de comunicación, funcionarios electos y líderes religiosos.
Los asistentes pagaron 5000 dólares por entrada para el evento, que también atrajo donaciones adicionales.
“Buenas noches, gente rica… Amigos y millonarios que aún no son multimillonarios”, dijo Gaffigan al principio del acto.
Dolan terminó el programa con un toque humorístico. “Querido Señor, cuando nos quedamos sin palabras (lo que apenas ha ocurrido esta noche), lo mejor es susurrar ‘Gracias’”, dijo Dolan.
Extendió su gratitud a todos los que contribuyeron al evento.
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