El presidente estadounidense Donald Trump se refirió el sábado por la mañana, 10 de marzo, al tiroteo fatal en una casa de veteranos donde un ex militar estadounidense mató a tres empleadas y se quitó la vida.
«Estamos profundamente tristes por la trágica situación en Yountville, y lamentamos la pérdida de tres mujeres increíbles que cuidaban de nuestros Veteranos», escribió Trump en Twitter.
Las autoridades identificaron al pistolero como Albert Wong, de 36 años, un ex paciente de Pathway Home en Yountville, un programa ubicado en el complejo de veteranos, para ex miembros del servicio que sufren trastorno de estrés postraumático luego de haber participado en los despliegues militares en Irak y Afganistán.
We are deeply saddened by the tragic situation in Yountville and mourn the loss of three incredible women who cared for our Veterans.
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 10 de marzo de 2018
Wong tomó como rehenes a tres empleados el viernes. Él y sus víctimas fueron encontrados muertos después de un enfrentamiento de todo el día.
«Esta es una noticia trágica, una que realmente esperábamos que no tuviéramos que presentar ante el público», dijo el vocero de la Patrulla de Caminos de California, Chris Childs, frente a las instalaciones en Yountville, un pintoresco pueblo ubicado en el corazón del país del vino del Valle de Napa, a unos 60 kilómetros al norte de San Francisco.
A pesar de los repetidos esfuerzos de los negociadores de la policía para comunicarse con el sospechoso durante todo el día, las autoridades dijeron que no habían podido contactarse con el pistolero después de que él intercambió disparos con un alguacil al comienzo del enfrentamiento.
«Le damos crédito a él (al alguacil) por salvar las vidas de otros en el área, al eliminar la posibilidad de que el sospechoso saliera y encontrara otras víctimas», dijo Childs.
El diario San Francisco Chronicle, citando fuentes no identificadas, dijo que a Wong, que vivía en Sacramento, le habían pedido hace dos semanas que abandonara el programa.
Las tres rehenes trabajaron para el programa. Posteriormente, fueron identificadas como la directora ejecutiva de Pathway Home, Christine Loeber, de 48 años, la directora clínica del programa, la terapeuta Jen Golick, de 42 años, y Jennifer Gonzales, de 29 años, psicóloga del Departamento de Asuntos de Veteranos del Sistema de Salud de San Francisco.
«Estas valientes mujeres fueron profesionales consumadas, dedicadas a sus carreras de servir a los veteranos de nuestra nación, trabajando estrechamente con los más necesitados de atención», dijo Pathway Home en un comunicado.
El Hogar de los Veteranos de California es una residencia para aproximadamente 1.000 veteranos militares, discapacitados y de edad avanzada, y es la instalación más grande de este tipo en Estados Unidos. Pathway Home se encuentra en un edificio separado dentro del campus.
Cierre del lugar durante el asedio
Todo el complejo, su personal y sus residentes, fueron puestos bajo un cierre de seguridad durante el asedio que comenzó aproximadamente a las 10:30 a.m. hora local (1830 GMT del viernes) y terminó casi ocho horas después.
Childs dijo que los oficiales, cuando entraron a la sala donde estaban los rehenes, encontraron los cuatro cuerpos allí. Aunque no explicó cómo murieron las víctimas ni el pistolero.
El incidente comenzó cuando Wong entró tranquilamente al edificio de Pathway Home llevando un rifle consigo durante una fiesta de despedida para uno de los empleados, según Larry Kamer, el esposo de Devereaux Smith, una de las administradoras del programa.
Kamer, que trabaja como voluntario en el hogar, y que actuaba como portavoz no oficial de la instalación, dijo que su esposa le dijo por teléfono durante el asedio que el pistolero le había permitido a ella y a otras tres mujeres salir de la sala donde estaba teniendo lugar la fiesta, mientras las otras tres empleadas se quedaron como rehenes.
El alguacil del condado de Napa que se enfrentó al pistolero, había llegado a la escena en los cuatro minutos siguientes luego de los primeros informes de disparos, dijo el sheriff John Robertson.
Un residente de la casa, identificado como Rod Allen por la filial de televisión de CBS KPIX-TV, dijo que el hombre armado tomó a los rehenes después de permitir que algunas personas en la fiesta se fueran. Disparó unos 30 disparos, dijo el residente.
James Musson, un veterano del ejército de 75 años y residente de la instalación, dijo a Reuters que muchos de los que vivían allí expresaron su preocupación por la laxitud de la seguridad, diciendo que los visitantes podían entrar y salir sin restricciones, y que los oficiales de seguridad pública no estaban armados.
«Puede haber algo que pueda proporcionar un mayor grado de seguridad, no sé si este evento desencadenará algo así», expresó.
Reuters contribuyó con este informe.
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