El expresidente Donald J. Trump habló sobre el último atentado contra su vida durante un foro ciudadano en Flint, Michigan, reconociendo las llamadas «muy agradables» que recibió del presidente Joe Biden y de su oponente, la vicepresidenta Kamala Harris.
«El presidente Biden me llamó ayer», dijo Trump durante su conversación del 17 de septiembre con la gobernadora de Arkansas, Sarah Huckabee Sanders, que en su día fue su secretaria de prensa en la Casa Blanca.
Trump describió esa llamada como «muy agradable».
«Hoy, hace un rato, recibí una llamada muy agradable de Kamala», continuó. El público pro-Trump que abarrotaba el Dort Financial Center abucheó.
«Ha sido muy, muy agradable, y se lo agradecemos… pero tenemos que recuperar nuestro país, y tenemos que ganar», continuó el expresidente. Los abucheos del público se transformaron en una mezcla de vítores y aplausos.
El expresidente sobrevivió a un tiroteo en Butler (Pensilvania) en julio. El último ataque tuvo lugar en West Palm Beach (Florida).
El sospechoso, Ryan Wesley Routh, estaba presuntamente apuntando a Trump con un rifle tipo AK-47 a través de un perímetro cuando fue visto por un agente del Servicio Secreto que abrió fuego. Routh huyó entonces y fue detenido después de que un testigo viera a un hombre corriendo. El testigo fotografió la matrícula del Nissan negro de Routh y la transmitió a las autoridades.
Trump dijo a la multitud en Flint que quería conocer a ese testigo.
También describió a Routh, un personaje mediático antes del intento de asesinato por sus esfuerzos para reclutar combatientes afganos para Ucrania, como «muy sofisticado», señalando que le había quitado el número de serie al arma.
Tanto Biden como Harris han expresado su oposición a la violencia política tras el último incidente.
Chris LaCivita, asesor principal de la campaña de Trump, dijo a los periodistas antes del foro ciudadano que la agenda del expresidente no se frena después de lo ocurrido en West Palm Beach.
Tras reiterar su promesa de imponer un arancel del 200 por ciento a los coches fabricados en México por empresas chinas, Trump dijo: «Y luego se preguntan por qué me disparan, ¿verdad?».
«Ya saben, solo a los presidentes consecuentes les disparan», continuó.
El sector automovilístico de Michigan fue uno de los temas principales de la noche. Trump dijo que el disputado estado se había convertido en «una idea de último momento» en la industria que una vez lideró.
Prometió que el estado «sería tan grande o más de lo que era hace 50 años» gracias a la nueva fabricación de automóviles atraída por sus políticas.
«¿Cómo es posible que esto haya ocurrido dos veces?»
Antes del foro ciudadano, los asistentes hablaron con The Epoch Times sobre el segundo ataque contra Trump.
«Creo que esto indica claramente que es una amenaza para el sistema tanto como afirman que es, y eso es algo bueno. El sistema necesita ser perturbado», dijo el maquinista de Davison Marshall Dunn.
«No me gusta que la gente crea que hay que llegar a eso, sea del partido que sea», dijo su madre, Linda Freiheit, que vive en Lapeer.
Dave Brown, un residente de Flint que programa vehículos, calificó el último intento de «espantoso».
Patrick Doherty describió el tiroteo como «injustificado».
«¿Cómo es posible que esto haya ocurrido dos veces?», preguntó Tresa Bundy, que estaba sentada con su marido, Dan Bundy.
The Epoch Times sorprendió a la pareja después de que se sentaran en las gradas. Tresa dijo que llevaba esperando en la fila desde las 9:30 de la mañana.
«Quiero que este Estados Unidos sea aquel en el que crecí, y no lo es», dijo Tresa.
Se quedó a punto de llorar mientras reflexionaba sobre el país que heredarán sus hijos y nietos.
«Que Dios bendiga a Trump y a su familia, y que el Señor, por segunda vez, lo mantenga a salvo», añadió.
«¿Cómo se han enterado de que Trump estaba allí?», se preguntaba Jona Bandelaria, modelo de marca de Toledo (Ohio).
Ella espera que se investigue a fondo lo ocurrido.
Estaba sentada cerca de Gary y Carol Snook, una pareja de Fort Myers (Florida) que todavía tiene una casa de verano en Michigan.
«Nos mudamos allí por culpa del COIVD y todas las restricciones que hay aquí», explica Carol.
Carol, que trabaja en la industria del automóvil, espera que muchas de las bases del sindicato United Autoworkers Union apoyen a Trump a pesar del apoyo del sindicato a Harris.
Tanto a ella como a su marido, que trabaja en ventas, les preocupa que el voto no sea limpio en Michigan, lo que le costaría al expresidente el estado que ganó en 2016.
Carol se mostró asombrada por la disposición de Trump a aparecer en público tan poco tiempo después de que se frustrara un segundo atentado contra su vida, en este caso, antes de que el expresidente pudiera sufrir daños.
«Si yo fuera él, me escondería debajo de la cama después de un segundo intento de asesinato. Es la persona más valiente», afirmó.
Andrew Csongradi también se maravilló de la disposición de Trump a presentarse en persona tan poco después de lo ocurrido en Florida.
El hombre de Saginaw y su hijo, Zack, predijeron que un asesinato exitoso de Trump provocaría disturbios civiles.
«Esperemos que eso no ocurra», añadió.
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