El expresidente Donald Trump predijo el jueves que podría ganar el estado de Nueva York en las elecciones de 2024, e indicó que su campaña presidencial «hará una jugada» para el estado típicamente demócrata.
El expresidente ha permanecido en Nueva York, su estado natal, durante más de una semana mientras comparece obligatoriamente ante una corte de Manhattan en el juicio en su contra llamado «pagos por silencio».
«Tradicionalmente, un demócrata ganaría Nueva York, pero hemos visto algunas encuestas nuevas y creo que nos va a ir muy bien en Nueva York», dijo el presidente Trump a los periodistas el jueves por la mañana en una parada de campaña en una obra en construcción en Manhattan, añadiendo que otras encuestas sugieren que va liderando en «todos los estados indecisos». Una multitud de trabajadores sindicalizados coreó «cuatro años más» junto con el nombre del expresidente, según los reporteros que se encontraban en el lugar.
«Es una increíble muestra de afecto», dijo el expresidente Trump alrededor de las 6:30 de la mañana, o tres horas antes de que comenzara el juicio del jueves. «El sindicato Teamsters me quiere. Hemos construido un montón de grandes edificios con los Teamsters. Ellos tienen mucho talento. Solíamos hacer tres plantas a la semana de hormigón en estos edificios, y eso es gracias a estas personas de aquí».
El expresidente entró a la corte el jueves para otra fecha del juicio, que probablemente contará con más testimonios de testigos y una posible decisión del juez sobre si violó una orden de silencio con publicaciones en las redes sociales. Los miércoles, en cambio, no hay juicio.
El fiscal de distrito de Manhattan, el demócrata Alvin Bragg, acusó al presidente Trump de 34 cargos de falsificación de registros comerciales, un delito grave de clase E en el estado de Nueva York. Aunque el presidente Trump se declaró inocente, los fiscales deben convencer al jurado de que cometió el delito en «promoción de otro delito» para que sea un delito grave y no un delito menor.
En juicio están los pagos que fueron enviados por la campaña del expresidente a un exabogado, Michael Cohen, para enterrar acusaciones sobre su vida personal durante la campaña de 2016. Los fiscales afirmaron esta semana que el expresidente Trump, el Sr. Cohen y el exeditor y testigo de National Enquirer, David Pecker, urdieron un plan para encontrar y suprimir acusaciones negativas contra el expresidente durante la campaña presidencial.
El Sr. Trump está acusado de pagar USD 130,000 al Sr. Cohen, quien luego distribuyó el dinero a la actriz de cine para adultos Stormy Daniels, cuyo nombre real es Stephanie Clifford, para evitar que hiciera acusaciones sobre una aventura que ella dijo tuvo con el expresidente en 2006, algo que él niega categóricamente.
El equipo legal del Sr. Trump dijo que los pagos fueron gastos legales normales y acusó al Sr. Cohen de ser un testigo poco fiable, en parte debido a su anterior condena por delito grave y porque con frecuencia hace comentarios sobre el presidente Trump en los medios de comunicación para mantenerse relevante.
El expresidente dijo, a su vez, que la Sra. Clifford le presentó una carta diciendo que nunca tuvo lugar ningún romance, pero ella afirmó que su declaración en la carta se hizo como parte de un acuerdo de no divulgación. Sus abogados también indicaron que la Sra. Clifford está utilizando sus acusaciones contra el presidente Trump para hacerse un nombre.
A principios de esta semana, el juez Juan Merchan celebró una audiencia sobre las supuestas violaciones a la orden de silencio cometidas por el expresidente por la cual a futuro emitirá un fallo sobre si violó la orden, aunque no está claro cuándo. Los fiscales solicitaron una multa de 1000 dólares por cada supuesta violación.
Los abogados del expresidente dijeron que la orden de silencio es inconstitucional y viola su derecho a la libertad de expresión recogido en la Primera Enmienda, especialmente cuando se trata del presunto candidato republicano a la presidencia, en plena campaña para 2024. Sus abogados argumentaron que los recientes posteos que ha hecho sobre los testigos, como el Sr. Cohen y la Sra. Clifford, son meras respuestas a los ataques que ellos le han lanzado.
El presidente Trump también acusó al juez Merchan de albergar una animadversión política contra él y señaló que la hija del juez trabajó como consultora del Partido Demócrata. Bajo la orden de mordaza, se le permite criticar públicamente al juez, al Sr. Bragg y a los fiscales, pero no puede hablar de los testigos, los miembros del jurado, el personal del tribunal o los miembros de la familia del juez.
En una entrevista el miércoles con Fox News, el expresidente Trump criticó al juez por no permitirle asistir a la audiencia del jueves ante la Corte Suprema sobre un caso en el que argumentó que debería ser declarado inmune de enjuiciamiento en varios otros casos penales.
Debido a que no le permitió asistir a la audiencia en Washington, el expresidente declaró que el juez Merchan cree que «está por encima de la Corte Supremo, me está prohibiendo ir a la audiencia de inmunidad presidencial donde algunos de los grandes juristas estarán argumentando el caso (…) el caso más importante en muchos años en la Corte Suprema».
«Sin inmunidad presidencial, la presidencia se convierte solo en un cargo ceremonial, quedará diezmada», añadió en la entrevista. «Me está prohibiendo ir. Es un demócrata de izquierda radical».
Se espera que el juicio dure entre seis y ocho semanas en total.
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