El expresidente Donald Trump amenazó con imponer aranceles del 100 por ciento a los autos chinos fabricados en México una vez que sea reelecto, el doble del 50 por ciento que declaró anteriormente.
«México se ha llevado, en un periodo de treinta años, el 34 por ciento del negocio de fabricación de automóviles en nuestro país», dijo el presidente Trump durante un mitin en Ohio el sábado. China está construyendo plantas masivas en México donde planean construir los automóviles y venderlos en Estados Unidos, sin pagar impuestos en la frontera, dijo, y agregó que el plan no funcionará bajo su presidencia.
«Déjenme decirles algo a China, si me están escuchando presidente Xi … esas grandes plantas monstruosas de fabricación de automóviles que están construyendo en México en este momento, y piensan que van a conseguir eso, no van a contratar estadounidenses, y van a vendernos los coches, no, vamos a poner un arancel del 100 por ciento en cada coche que cruza la línea, y no van a ser capaces de vender esos coches si soy elegido», dijo.
En una entrevista con CNBC el 11 de marzo, el presidente Trump dijo que pondría un arancel del 50 por ciento a todos los autos que China construya en México y venda en Estados Unidos. Tal medida los obligará a dejar de construir las plantas, afirmó. «Pero nosotros no hacemos eso. Tenemos gente estúpida dirigiendo nuestro gobierno, para ser honesto», dijo.
Amenaza china
Un informe del 20 de febrero de la Alianza para la Fabricación Estadounidense advertía que China suponía una «amenaza existencial» para la industria automovilística estadounidense si utiliza la ruta de México para vender vehículos. Fabricar en México concederá a los fabricantes de automóviles chinos «aranceles más favorables» en virtud del Acuerdo Estados Unidos-México-Canadá (USMCA).
Esto esencialmente entrega a las empresas automotrices chinas un «acceso de puerta trasera» a los consumidores estadounidenses, lo que les permite eludir las actuales políticas estadounidenses que las mantienen alejadas del mercado estadounidense. «Esta es una industria automotriz respaldada por el Estado chino. Ha invertido mucho en mercados extranjeros para acceder a más de ellos», afirmaba el informe.
«Y hay motivos para alarmarse ante la posibilidad de que los vehículos y piezas chinos no hagan sino aumentar su acceso al mercado estadounidense, superando los aranceles existentes y eludiendo las medidas de aplicación comercial vigentes, para desafiar directamente a los fabricantes de automóviles nacionales y amenazar los puestos de trabajo de millones de trabajadores manufactureros estadounidenses».
El informe pide a Estados Unidos que adopte una estrategia más «proactiva y evolutiva» para contrarrestar la agenda china. Recomendaba a Washington elevar los aranceles sobre cualquier vehículo Made in China y endurecer la normativa del USMCA.
En enero del año pasado, un panel de disputas del USMCA falló a favor de Canadá y México contra Estados Unidos en su interpretación de las normas para la producción de automóviles.
La disputa se refería a una supuesta interpretación más estricta de las normas por parte de Estados Unidos, según la cual es necesario un mínimo del 75% de piezas regionales para que un automóvil se considere fabricado en Norteamérica. La norma es crucial para poder acogerse a la exención de aranceles en virtud del USMCA.
Canadá y México argumentaron que si la parte principal del vehículo, como la transmisión o el motor, tiene un 75 por ciento de contenido regional, entonces el número puede redondearse al 100 por ciento para calcular el contenido regional general del producto. Estados Unidos no estuvo de acuerdo con el redondeo.
El panel se puso del lado de Canadá y México. El Representante de Comercio de Estados Unidos calificó el fallo de «decepcionante». La interpretación del panel «podría dar lugar a menos contenido norteamericano en los automóviles, menos inversión en toda la región y menos puestos de trabajo estadounidenses».
Michael Stumo, de la Coalición por una América Próspera, dijo que el fallo «es otra razón para no externalizar nuestra política comercial, o cualquier parte de nuestra soberanía, a tribunales globales». El USMCA se aprobó en gran parte por el fuerte contenido regional del automóvil. Los librecambistas en un tribunal internacional acaban de cambiar ese acuerdo».
Ya en septiembre, el presidente Trump advirtió en un post de Truth Social que el programa de vehículos eléctricos de la administración Biden terminará beneficiando a China y la «¡Industria automotriz en Estados Unidos dejará de existir!».
«¡Voten por TRUMP, y detendré esta Locura, INMEDIATAMENTE! México y Canadá AMAN la política idiota de Biden», dijo.
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