El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, transmitió hoy ante Felipe VI su deseo de visitar España y calificó de «excelente» la relación comercial y en materia de defensa que mantienen ambos países, «especialmente ahora mismo».
Trump y don Felipe, en compañía de sus respectivas esposas Melania y la reina Letizia, mantuvieron su primer encuentro en la Casa Blanca, que se prolongó durante alrededor de una hora y cuarto en un ambiente de cordialidad.
En una comparecencia ante los medios, que apenas duró un par de minutos, los dos jefes de Estado coincidieron en la buena sintonía entre España y Estados Unidos en un momento en el que la relación de la primera potencia con la Unión Europea (UE) se ha deteriorado notablemente por la guerra comercial abierta por Trump con la suba de aranceles a la UE y otras polémicas decisiones.
«Nuestra relación ha sido extraordinaria durante muchos años y creo que especialmente ahora mismo. (Tenemos) una relación comercial excelente, y (también) la relación militar, prácticamente todo lo que se podría tener. Así que amamos España», remarcó el presidente.
Las medidas proteccionistas también han sembrado malestar en España por el fuerte incremento arancelario a la aceituna negra, si bien no hubo ninguna mención a este asunto.
En la única pregunta que respondió a los periodistas, Trump anunció su deseo de viajar a España, aunque no concretó detalles.
«Sí, iré a España. Voy a ir a España. Sí», contestó el presidente.
«Es un gran honor recibir al Rey y la Reina de España, un país precioso. Estuvimos en España no hace tanto y nos encanta. Una gente muy especial y un lugar precioso», comentó poco antes.
El anterior jefe del Gobierno, Mariano Rajoy, ya invitó a Trump a hacer esta visita el pasado mes de septiembre.
La intención era que el Rey reiterara su oferta tras la llegada al poder del socialista Pedro Sánchez, que prevé coincidir con el mandatario estadounidense en la cumbre de la OTAN en Bruselas los días 11 y 12 de julio.
Felipe VI, que hoy cumplía cuatro años como rey, agradeció a Trump el recibimiento y convino en calificar de «excelente» la relación entre ambos países.
«Hay muchos asuntos de interés común y compartimos esfuerzos en muchas áreas. Pero además hay un aspecto básico en común que es el valor por la democracia», valoró don Felipe.
Del igual modo, hizo hincapié en que España y Estados Unidos tienen «una historia y un legado en común» desde hace muchos años.
La visita a Washington es el colofón de una gira que los Reyes comenzaron en Nueva Orleans (Luisiana) y siguieron en San Antonio (Texas) con motivo del tricentenario de ambas ciudades, la segunda de ellas fundada por españoles.
«Éste es un gran final para un perfecto viaje», declaró Felipe VI, a quien Trump estrechó la mano al comienzo y al final de los discursos, en presencia de sus esposas.
Ya sin prensa, ambos matrimonios prosiguieron en el Despacho Oval, antes de la sesión de trabajo que los dos jefes de Estado mantuvieron con sus respectivas delegaciones, encabezadas por el ministro español de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, y su homólogo estadounidense, Mike Pompeo.
En la reunión política, se hizo un repaso a los principales asuntos de interés común, como la relación militar, la lucha contra el terrorismo y la relación transatlántica.
El Gobierno español mostró su preocupación por la senda proteccionista de Trump, que considera que puede causar una cascada de efectos negativos a todas las partes.
Donde también se constataron discrepancias, fue en materia de inmigración, después de las duras críticas que Trump ha vertido esta semana contra la política de Alemania en este ámbito, que, a su juicio, hace aumentar la criminalidad.
Las diferencias a nivel bilateral en este campo se han constatado en los últimos días, en los que España acogió el barco «Aquairus» con más de 600 inmigrantes, mientras que Estados Unidos ha separado cerca de 2.000 menores de sus padres en la frontera con México, lo que fue censurado, incluso por Melania Trump.
El presidente estadounidense no mencionó el asunto de Cataluña, ni había intención de tratarlo por parte del Gobierno español, después de que ya expresara su respaldo a España cuando se vio con Rajoy pocos días antes del referéndum ilegal del 1 de octubre.
En aquella ocasión, Trump rechazó el proceso soberanista al defender que España es «un gran país» que «debería permanecer unido» porque la independencia sería «una tontería».
Mientras se celebró la sesión de trabajo, la primera dama y la Reina tomaron un té en una de las dependencias de la residencia.
Ambas, que coincidieron al lucir vestidos sin mangas, mostraron cordialidad y se las vio conversar de forma distendida.
Con casi un cuarto de hora de retraso, los Reyes fueron recibidos por sus anfitriones en la puerta sur de la Casa Blanca entre truenos, y una lluvia que fue a más.
Al bajar del coche oficial, doña Letizia fue la primera en saludar a Trump con un apretón de manos y luego besó a Melania.
En la anterior visita a la Casa Blanca en septiembre de 2015, con Barack Obama y su esposa Michelle, la comparecencia con los medios duró unos veinte minutos y la reunión más de 45.
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