La Casa Blanca confirmó que el presidente Donald Trump habló con el primer ministro de Irak, Adil Abdul-Mahdi, para discutir asuntos de seguridad después de un ataque a la embajada de los Estados Unidos en Bagdad, Irak, lo que despertó las preocupaciones por la influencia de Irán en el país.
Después de que Trump hablara con Abdul-Mahdi, la Casa Blanca dijo en una declaración el martes que «los dos líderes discutieron asuntos de seguridad regional y el presidente Trump enfatizó la necesidad de proteger al personal y las instalaciones de Estados Unidos en Iraq». La Casa Blanca no dio detalles sobre lo que los dos hablaron específicamente.
En el incidente del martes, los guardias de la embajada estadounidense respondieron con granadas de aturdimiento y gas lacrimógeno después que los milicianos irrumpieron e incendiaron el puesto de seguridad de la entrada, pero no ingresaron al edificio principal.
El presidente iraquí, Barham Salih, criticó el martes el intento de abrir el paso a la embajada y dijo que era una violación de los acuerdos internacionales.
«El intento de irrumpir la embajada estadounidense en Bagdad es una violación de los protocolos y acuerdos internacionales que vinculan al gobierno iraquí», dijo el martes en una declaración a Reuters. «La protesta pacífica es un derecho garantizado y protegido por la constitución, pero atacar a las misiones extranjeras va en contra de sus intereses y de su reputación internacional».
El Presidente del Senado Judicial, Lindsey Graham (R-S.C.), escribió que también se reunió con Trump después de los ataques en Irak, escribió en Twitter: «El presidente Trump está decidido a proteger al personal estadounidense y espera que nuestros aliados iraquíes den un paso al frente. No más Bengasi». Se refirió al ataque del 2012 al consulado en Bengasi, Libia, que dejó varios funcionarios estadounidenses muertos, incluyendo al embajador de Estados Unidos en Libia J. Christopher Stevens.
Graham, después de la reunión, emitió una advertencia a Irán: «Ellos continúan amenazando los intereses norteamericanos bajo su propio riesgo». Al mismo tiempo, elogió de nuevo al presidente por reforzar las fuerzas militares estadounidenses para proteger a los estadounidenses en Bagdad.
Trump, a primera hora del día, acusó a Irán de orquestar los ataques y dijo que se hará responsable a Teherán. Irán rechazó la declaración.
Durante el fin de semana, el Pentágono confirmó que se llevaron a cabo ataques aéreos contra un grupo terrorista apoyado por Irán en Siria e Irak.
Washington acusó al grupo terrorista Kataib Hezbollah de lanzar los ataques, que mataron a un ciudadano americano.
«Irán mató a un contratista americano e hirió a muchos. Respondimos con contundencia y siempre lo haremos. Ahora Irán está orquestando un ataque a la embajada de Estados Unidos en Irak. Se les considerará totalmente responsables. Además, esperamos que Irak use sus fuerzas para proteger la embajada, y así se lo notificamos», escribió Trump en Twitter el martes pasado.
Irán emitió su propia declaración el lunes, amenazando a Washington con «consecuencias» después de los ataques.
«Estados Unidos tiene la sorprendente audacia de atribuir a Irán las protestas del pueblo iraquí contra la salvaje matanza (de Washington) de al menos 25 iraquíes», dijo el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores iraní, Abbas Musaví, a través de los medios de comunicación estatales.
Funcionarios estadounidenses confirmaron que se van a enviar más tropas a la embajada.
El ataque del martes fue dirigido por terroristas apoyados por Irán y duró varias horas, pero el Departamento de Estado de Estados Unidos dijo más tarde que el personal estaba seguro y que no rebasaron la instalación.
Reuters contribuyó con este informe.
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