El presidente Donald Trump llamó por teléfono el lunes a una conferencia juvenil conservadora celebrada en West Palm Beach, Florida, donde instó al Departamento de Justicia y a «otras personas» a dar un paso al frente para llegar al fondo de las preocupaciones sobre la integridad electoral.
«Estamos luchando realmente por el país porque ganamos estas elecciones de manera aplastante», dijo Trump a la multitud de estudiantes que asistieron a la conferencia estudiantil de cuatro días de Turning Point USA, donde hablaron muchos oradores conservadores destacados.
“El problema es que necesitamos un partido que pelee y tenemos algunos grandes congresistas y mujeres que lo están haciendo y algunos otros grandes luchadores. Ganamos esto de manera aplastante. Ellos lo saben y necesitamos el respaldo del Departamento de Justicia y otras personas deben dar un paso al frente”, agregó.
#Trump called in at @TPUSA’s #SAS2020 and surprised thousands of students.@charliekirk11: “We have your back 100%.”
Trump: “We are fighting really for the country because, this election, we won this election in a landslide … I just want to thank Charlie for the support.” pic.twitter.com/PDyk7OZiq3
— NTD News (@news_ntd) December 21, 2020
El presidente, quien asistió personalmente a la misma conferencia el año pasado, también expresó su agradecimiento a sus jóvenes partidarios. El evento ha atraído el escrutinio de los medios sobre la decisión de la organización de organizar un gran evento en persona en medio de la pandemia del virus del PCCh (Partido Comunista Chino).
Trump y sus aliados han estado luchando contra el reloj para proteger la santidad de las urnas. Su campaña y varios terceros han iniciado una serie de demandas destinadas a abordar las preocupaciones sobre las irregularidades en la votación y las presuntas acciones inconstitucionales aprobadas por funcionarios estatales y electorales en las elecciones de 2020.
Muchas de las demandas piden a los jueces que eviten que los electores presidenciales de esos estados tomen medidas oficiales hasta que todas las acusaciones de fraude se aborden de manera transparente e independiente.
Según el testimonio de testigos y expertos que surgió luego del 3 de noviembre, es posible que una proporción significativa de los votos se haya emitido y contado en violación de los códigos electorales estatales y la Constitución de los Estados Unidos.
Los principales funcionarios electorales han negado repetidamente las acusaciones de fraude electoral, mientras que los críticos y los miembros de los medios de comunicación han calificado las acusaciones de «infundadas». Hasta ahora, una gran proporción de los casos presentados han sido desestimados por jueces por razones de procedimiento, incluida la Corte Suprema de Estados Unidos.
Los legisladores republicanos también se están uniendo a la “lucha” al construir una estrategia para desafiar los votos del Colegio Electoral durante la sesión conjunta del 6 de enero, en donde se cuentan los votos de los electores presidenciales.
Varios miembros de la Cámara se han comprometido a lanzar desafíos para evitar que el Congreso cuente la lista de votos electorales para el candidato demócrata Joe Biden en varios estados en disputa. El representante Mo Brooks (R-Ala.) empezó la iniciativa cuando anunció su intención de oponerse a las votaciones electorales en enero. Desde entonces, otros miembros de la Cámara Republicana también han expresado lo mismo.
Para que ocurra una impugnación exitosa, la objeción debe ser hecha por escrito por al menos un miembro de la Cámara y un senador. Si la objeción cumple con los requisitos, la sesión conjunta se detiene y cada cámara se retira a su propia sala para debatir la cuestión durante un máximo de dos horas. La Cámara y el Senado luego votarán por separado para aceptar o rechazar la objeción, que requiere una mayoría de votos de ambas cámaras.
Si una cámara acepta y la otra rechaza, entonces de acuerdo con la ley federal «se contarán los votos de los electores cuyo nombramiento haya sido certificado por el ejecutivo del Estado, bajo su sello”.
Un puñado de senadores republicanos no han descartado la posibilidad de objetar, pero han dicho que primero monitorearían los desarrollos con respecto a las denuncias de fraude electoral. Mientras tanto, el senador electo Tommy Tuberville (R.-Ala) sugirió previamente que él podría unirse a la objeción planeada por miembros de la Cámara de Representantes.
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