El expresidente Donald Trump hizo un llamado urgente a la acción a sus compañeros republicanos sobre lo que llamó «la noticia más importante del año», es decir, una encuesta que muestra que el 20 por ciento de los votantes por correo admitieron haber cometido al menos un tipo de fraude electoral en las elecciones de 2020.
La encuesta Heartland/Rasmussen, publicada el 12 de diciembre, sugiere niveles preocupantes de fraude electoral en las elecciones de 2020, lo que refuerza la afirmación del presidente Trump sobre fraude electoral relacionado a una andanada de votos por correo y medidas a nivel estatal de los tribunales que hicieron más fácil hacer trampa.
La nueva encuesta muestra que el 17 por ciento de los votantes por correo admiten haber votado en un estado donde ya no son residentes permanentes; el 21 por ciento llenando boletas para otros; el 17 por ciento firmó boletas para miembros de la familia sin consentimiento y el 8 por ciento informó ofertas de «pago» o «recompensa» por su voto.
Es más, el 10 por ciento de todos los que respondieron a la encuesta (realizada sobre una muestra representativa de 1085 votantes probables) dijeron que conocían a un amigo, familiar, compañero de trabajo u otro conocido que admitió haber emitido un voto por correo de manera fraudulenta.
Más del 43 por ciento de los votos de 2020 se emitieron por correo; la cifra representa el porcentaje más alto en la historia de Estados Unidos.
«En conjunto, los resultados de estas preguntas de la encuesta parecen mostrar que el fraude electoral fue generalizado en las elecciones de 2020, especialmente entre aquellos que votaron por correo», dijo en un informe el Heartland Institute, un grupo de expertos en políticas públicas conservador y libertario.
“La mayor historia del año”
El presidente Trump, favorito para la nominación republicana en la carrera por la Casa Blanca en 2024, recurrió a las redes sociales para pedir a los republicanos que tomaran medidas en respuesta a los impactantes resultados de la encuesta.
«Esta es la historia más importante del año y los republicanos deben hacer algo al respecto», escribió el expresidente. Además, sugirió que, a menos que se haga algo rápidamente para abordar el problema del fraude electoral, la cuestión ensombrecerá las elecciones de 2024.
«Hay que actuar ya», continuó el presidente Trump. «Pónganse firmes, pónganse atentos. Nos están robando el país».
Si bien los demócratas y sus aliados afirman que el fraude electoral es poco más que un mito, el presidente Trump ha dicho durante años que el fraude electoral es un problema generalizado en la política estadounidense e insiste en que le robaron la victoria en las elecciones de 2020.
En una entrevista reciente en “Meet the Press” de NBC, el expresidente habló sobre su decisión de impugnar los resultados.
«Estaba escuchando a diferentes personas. Y cuando lo sumé todo, la elección estaba amañada», dijo, añadiendo: Fue mi elección impugnar los resultados porque «gané la elección».
“Nada menos que impresionante”
Si bien los demócratas y sus aliados, junto con algunos miembros de la comunidad científica, argumentan que el fraude electoral fue tan pequeño en las elecciones de 2020 que fue insignificante, los hallazgos de la encuesta Heartland/Rasmussen refuerzan las afirmaciones del presidente Trump de que le robaron la victoria.
Justin Haskins, director del Centro de Investigación del Socialismo de Heartland y autor principal de la encuesta Heartland/Rasmussen, dijo en un comunicado que los resultados de la encuesta son «nada menos que sorprendentes».
«Durante los últimos tres años, a los estadounidenses se les ha dicho repetidamente que las elecciones de 2020 fueron las más seguras de la historia. Pero si los hallazgos de esta encuesta reflejan la realidad, es exactamente lo contrario», dijo Haskins. «Esta conclusión no se basa en teorías de conspiración ni en pruebas sospechosas, sino en las respuestas dadas directamente por los propios votantes».
Se han logrado algunos avances en las medidas de integridad electoral en más de una docena de estados después de las elecciones de 2020, reconoció Haskins. Sin embargo, insistió en que se necesita «mucho más» trabajo en la mayor parte del país para reforzar la integridad de las elecciones y la confianza de los votantes en que los resultados reflejan la voluntad real del pueblo.
«Si las leyes electorales de Estados Unidos no mejoran pronto, los votantes y los políticos seguirán cuestionando la veracidad y la equidad de todas las elecciones futuras», afirmó Haskins.
Algunos estados han reformado sus leyes y procedimientos en medio de preocupaciones generalizadas sobre la integridad de los votos provocadas por la controversia de las elecciones presidenciales de 2020. Sin embargo, según la Fundación Heritage, es necesario hacer más.
El Cuadro de Puntuación de Integridad Electoral del grupo muestra que ni un solo estado del país tiene una puntuación perfecta en una lista de verificación de 12 posibles puntos problemáticos, incluida la identificación de los votantes, la precisión de las listas de registro de votantes y la gestión del voto ausente.
Tennessee tiene los mejores procedimientos de integridad electoral del país, con una puntuación de 88 (de 100 posibles), seguido de Georgia con 84, Alabama con 82 y Missouri con 83.
Hans von Spakovsky, investigador jurídico de la Fundación Heritage, escribió recientemente que «ningún estado del país tiene una puntuación perfecta de 100, lo que significa que todos tienen trabajo que hacer».
Para hacer las elecciones más seguras y reforzar la confianza pública en que los resultados declarados son legítimos, los estados deben garantizar que los funcionarios electorales mantengan listas de votantes actualizadas y precisas, sostiene.
Además, deberían exigir una identificación con fotografía para emitir un voto, tanto en persona como en ausencia, según Von Spakovsky, quien también aboga por la prohibición de la financiación partidista a las oficinas electorales estatales y locales.
Señaló la base de datos sobre fraude electoral de la Fundación Heritage como un registro constantemente actualizado de varios casos de fraude electoral en todo el país.
«En una era de elecciones muy ajustadas, es especialmente importante protegerse contra este tipo de comportamiento ilegal, así como contra los errores cometidos por los funcionarios electorales», escribió.
«En 2024, podría resultar crítico».
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