El presidente Donald Trump pidió el miércoles una auditoría forense completa de las boletas electorales enviadas por correo que se emitieron en estados clave durante las elecciones presidenciales del 3 de noviembre.
En un largo discurso pregrabado, el presidente dijo que “decenas de miles [de boletas] tienen firmas fraudulentas” en estados clave.
Eso significa que “se requiere una auditoría forense completa para garantizar que solo se incluyan boletas ilegales que se emitieron correctamente de votantes registrados legalmente”, agregó Trump.
«La razón de esto es clara», dijo, «ellos no estaban verificando las firmas porque saben que los votantes no han llenado las boletas y cuyos nombres fueron emitidos».
La única forma de remediar la situación, dijo Trump, es realizar una revisión completa de los sobres de las boletas, que contienen las firmas. El mandatario no dijo qué estados deberían realizar el proceso de auditoría.
Durante las últimas tres semanas, el equipo legal de Trump ha enviado varias cartas al secretario de Estado de Georgia, Brad Raffensberger, exigiendo una auditoría de firma completa. Sin embargo, Raffensberger respondió diciendo que no es posible hacer coincidir las boletas y el sobre con la firma, citando leyes de privacidad. Su equipo y otros republicanos han impulsado procedimientos de auditoría de firmas en Pensilvania.
«Necesitamos un análisis sistemático de las boletas de voto por correo para revisar los sobres», dijo Trump. “Se trata de la firma. Y si están en los sobres, solo podemos revisar los sobres. Y eso nos lo dirá todo. Este es el mínimo absoluto que deberíamos esperar».
El día de las elecciones y los días posteriores, a los observadores electorales no se les permitió observar el proceso de tabulación en varias áreas fuertemente demócratas, dijo Trump, argumentando que esto agravó aún más el proceso de tabulación de votos presuntamente fraudulento. En testimonios dados la semana pasada en Michigan, Arizona y Pensilvania, los observadores electorales republicanos dijeron que presenciaron irregularidades, vieron que se emitieron votos a favor de Trump que se cambiaron para Biden y fueron acosados por trabajadores electorales.
Los secretarios de estado en estos lugares han dicho que no ha habido evidencia suficiente de fraude electoral o irregularidades que anulen el resultado de las elecciones. Yendo más allá, un portavoz de la secretaria de Estado de Michigan, Jocelyn Benson, dijo a The Epoch Times que los observadores electorales republicanos que testificaron frente a la Legislatura de Michigan esta semana mostraron una «falta de conocimiento» sobre el conteo de votos y promovieron «teorías de conspiración», sin dar más detalles.
Mientras tanto, Trump argumentó que sus esfuerzos por descubrir fraudes e irregularidades electorales son un intento por salvaguardar el sistema electoral estadounidense.
“No se trata solo de mi campaña, aunque tiene mucho que ver con quién será su próximo presidente”, dijo Trump.
“Si no erradicamos el fraude, el tremendo y horrible fraude que llevó a cabo en nuestras elecciones de 2020, ya no tendremos un país”, dijo.
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