El expresidente Donald Trump revisó los detalles de su propuesta para dar a los compradores de coches una exención tributaria.
Trump, hablando en un mitin de campaña el 22 de octubre en Greensboro, Carolina del Norte, dijo que cualquier persona que tome un préstamo de coche sería capaz de deducir esos pagos «totalmente» de los impuestos federales, pero «solo si el coche se fabrica en Estados Unidos».
En respuesta, la multitud reunida en el complejo de Greensboro, con capacidad para 5000 espectadores, coreó: «¡U.S.A.! !U.S.A.!».
Limitar la deducibilidad de los préstamos para automóviles de producción nacional probablemente incentivaría a la gente a comprar coches fabricados en Estados Unidos, lo que impulsaría a los fabricantes de automóviles estadounidenses, dijo Trump, que ha prometido promulgar una serie de medidas de reducción de impuestos si gana la reelección el 5 de noviembre.
Trump había anunciado por primera vez el plan para permitir deducciones fiscales por préstamos para automóviles el 10 de octubre en una reunión del Club Económico de Detroit, en Michigan, un estado donde la fabricación de automóviles ha desempeñado un papel económico vital durante décadas.
Sin embargo, en ese evento, Trump no especificó que los préstamos sobre automóviles producidos en el extranjero estarían excluidos de la disposición deducible de impuestos.
Después, «simplemente tomé la decisión de hacerlo un poco diferente», dijo a la audiencia en Greensboro.
Carolina del Norte espera la apertura de su primera fábrica de automóviles. El fabricante de automóviles vietnamita VinFast puso la primera piedra de una planta de fabricación de vehículos eléctricos de 4000 millones de dólares en 2023. Pero la inauguración de la planta, prevista para este año, se ha retrasado a 2028 porque la demanda de coches eléctricos no ha aumentado tanto como se había previsto.
Importancia de Carolina del Norte
El Estado Tar Heel se encuentra entre un puñado de estados indecisos que probablemente decidirán la contienda presidencial entre el expresidente, republicano, y la vicepresidenta Kamala Harris, demócrata. En Carolina del Norte —y en varios otros estados— un margen de menos del 1% separa a los dos contendientes, según el promedio de RealClearPolitics de sondeos de opinión a 23 de octubre.
Ambos candidatos han hecho repetidas paradas de campaña en Carolina del Norte este mes. El mitin de Trump en Greensboro marcó su cuarta aparición en Carolina del Norte en un lapso de dos días; la última visita de Harris al estado fue en un mitin el 13 de octubre en Greenville.
También visitó Charlotte e inspeccionó los daños causados por el huracán Helene el 6 de octubre. Trump también la visitó el 5 de octubre.
Durante su mitin en Greensboro, Trump reiteró sus planes de implementar políticas destinadas a ayudar tanto a las empresas como a los consumidores.
«Este estado fue una vez el corazón palpitante de la fabricación estadounidense», dijo, «pero los políticos permitieron que les robaran sus puestos de trabajo y los llevaran a otros países».
Carolina del Norte había sido famosa por sus muebles finamente elaborados, dijo el expresidente, pero esa industria se ha visto diezmada. Culpó a las políticas arancelarias que no protegieron a las empresas estadounidenses de la competencia extranjera, y añadió que él personalmente apreciaba la calidad de los muebles «artesanales» producidos en Carolina del Norte.
Además, Trump prometió: «Protegeré a nuestros trabajadores».
«Reduciré enormemente los impuestos a los trabajadores y a las pequeñas empresas», dijo, y también abogó por «ningún impuesto a las propinas, ningún impuesto a las horas extras y ningún impuesto a los beneficios de la seguridad social».
Trump también repitió su promesa de reducir los costes energéticos en un 50% en el primer año de una segunda Administración Trump. Dijo que reducirá los costes energéticos aumentando la producción de petróleo, revirtiendo las políticas «verdes» y relajando las regulaciones empresariales. Si los costos de la energía disminuyen, también lo hace el costo de casi todo lo demás, dijo, reconociendo que la gente ha estado luchando con los altos precios de los productos esenciales diarios, como los comestibles y la gasolina.
Con información de Reuters
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