El asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, Robert O’Brien, dijo que el presidente Donald Trump no activará las tropas federales de la Guardia Nacional –por ahora– ante las numerosas protestas violentas en todo Estados Unidos tras la muerte de George Floyd.
«No vamos a federalizar la Guardia en este momento», dijo O’Brien a los periodistas en la Casa Blanca el domingo por la mañana. Los gobernadores y alcaldes son los que deben tomar decisiones sobre el orden público, dijo.
O’Brien comentó además a ABC News el domingo que Trump se solidariza con «los manifestantes pacíficos que están afuera exigiendo respuestas y haciendo peticiones a sus gobiernos sobre lo que pasó».
Trump está tratando de disminuir la violencia y los disturbios que ocurrieron en varias ciudades en los últimos días, añadió.
«Quiero hacer una gran distinción entre los manifestantes pacíficos, estos grandes estadounidenses, y esa es la diferencia entre nuestro país y muchos de los países autoritarios de ahí fuera, cuando algo así sucede, lo investigamos. Nuestra gente protesta. Piden a su gobierno una reparación y nosotros estamos con los manifestantes», dijo.
Sin embargo, «los violentos militantes radicales de ANTIFA» están cruzando las fronteras estatales e incitando a la violencia «al amparo de la noche», dijo, destacando que están utilizando tácticas militares para cometer actos de incendio provocado.
«Están apuntando especialmente a las partes más venerables de nuestras ciudades, George. La sección de las minorías, las secciones afroamericanas y las zonas hispanas, y quemando los negocios de personas que están tratando de salir adelante (…) y estamos pidiendo al FBI que investigue a ANTIFA y llegue al fondo de estos violentos alborotadores. Y no quiero que los confundan con los manifestantes pacíficos que tienen todo el derecho de salir a las calles», dijo O’Brien.
Desde Los Ángeles hasta Miami y Chicago, las protestas marcadas por los cánticos de «No puedo respirar» –un grito que hace eco de las últimas palabras de George Floyd– comenzaron pacíficamente antes de convertirse en disturbios cuando los manifestantes bloquearon el tráfico, provocaron incendios y se enfrentaron a la policía antidisturbios, algunos disparando gases lacrimógenos y balas de plástico en un esfuerzo por restaurar el orden.
La visión de los manifestantes inundando las calles alimentó una sensación de crisis en Estados Unidos después de semanas de encierro debido a la pandemia del virus del PCCh (Partido Comunista Chino), que ha hecho que millones de personas se queden sin trabajo y ha afectado de manera desproporcionada a las comunidades de minorías.
El gobernador de Minnesota, Tim Walz, dijo que el despliegue era necesario porque agitadores externos estaban utilizando las protestas por la muerte de Floyd para sembrar el caos.
«Estamos bajo ataque», dijo Walz, un gobernador en su primer mandato, elegido por el Partido Demócrata Agricultor de los Trabajadores de Minnesota, durante una reunión informativa el sábado. «El orden debe ser restaurado».
Con información de Reuters.
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