El expresidente Donald Trump dijo que pondría fin a los dobles impuestos a los ciudadanos estadounidenses que viven fuera del país, si es elegido en noviembre, con la promesa marcando la última promesa de campaña del candidato presidencial republicano de reducir los impuestos a los estadounidenses.
La ley estadounidense obliga a los estadounidenses a presentar declaraciones de la renta cada año, aunque vivan y trabajen en el extranjero. También les obliga a pagar impuestos al IRS por sus ingresos en todo el mundo, además de los impuestos que puedan tener que pagar en su país de residencia, lo que se conoce como doble tributación.
Si bien hay adaptaciones como la Exclusión de Ingresos Ganados en el Extranjero (FEIE) y el Crédito Fiscal Extranjero (FTC) para mitigar la doble tributación, tales arreglos reducen la obligación tributaria estadounidense, pero no pueden eliminarla.
Trump promete ahora eliminar la complejidad de navegar por las obligaciones fiscales de Estados Unidos en el extranjero poniendo fin a la doble tributación para los estadounidenses en el extranjero «de una vez por todas», dijo en un video el 10 de octubre.
«Llevan años queriendo esto, y nadie los ha escuchado, y se lo merecen, y voy a hacerlo», dijo Trump. «Es lo correcto, y ningún líder estadounidense ha estado dispuesto a ponerse de pie y comprometerse con ustedes de la manera en que yo lo he hecho en muchas cosas, pero este es un elemento muy importante para su seguridad, seguridad y, francamente, para su billetera».
En su discurso, el expresidente instó a los estadounidenses en el extranjero a votar, enmarcando las elecciones como una oportunidad crítica para dar un giro a lo que, según él, es un país en declive.
«Estamos en una nación en decadencia, y vamos a traerla de vuelta, y vamos a traerla de vuelta con fuerza», dijo. «Tienen que asegurarse de que están registrados y de que van a votar, porque voy a cuidar muy bien de ustedes. Voy a cuidar de nuestra nación».
Aunque Trump no ha dado a conocer un plan fiscal detallado como parte de su campaña a la Casa Blanca, ha planteado algunas propuestas de política fiscal, incluida la ampliación de los cambios de la Ley de Recortes y Empleos Fiscales (TCJA, por sus siglas en inglés) de 2017 que están a punto de expirar, eximir de impuestos las propinas y el pago de horas extras, e inclinarse fuertemente por los aranceles para apoyar la fabricación estadounidense.
Trump ha dicho que incentivaría a los productores para que fabriquen sus productos en Estados Unidos recortando el actual tipo del impuesto de sociedades del 21% al 15%, pero solo para las empresas que fabriquen sus productos en el país. También ha subrayado su intención de proteger la industria automovilística estadounidense imponiendo elevados aranceles a los automóviles importados.
El mismo día que se comprometió a acabar con la doble imposición para los estadounidenses que viven en el extranjero, Trump dijo en una reunión de unos 500 líderes empresariales en el Club Económico de Detroit que introduciría nuevos incentivos fiscales destinados a revitalizar la industria automovilística estadounidense. Estos incentivos incluyen la ampliación de los créditos fiscales para la investigación y el desarrollo, la amortización total de las nuevas inversiones de fabricación, y una deducción fiscal del 100% para el equipo pesado en el primer año después de la compra.
En el acto de Detroit, el expresidente apuntó a los fabricantes de automóviles chinos que construyen plantas automotrices en México con planes de exportar esos vehículos a Estados Unidos.
«Impondré los aranceles que sean necesarios, 100 por ciento, 200 por ciento 1000 por ciento», dijo. «No van a vender ningún coche a Estados Unidos con esas plantas».
En la reunión en Detroit, el expresidente también dijo que tiene planes para permitir que las pequeñas empresas dupliquen la cantidad que pueden deducir por la compra de equipos, de 500,000 dólares a un millón de dólares.
Para los consumidores, Trump dijo que los intereses de los préstamos para automóviles serían totalmente deducibles de impuestos, de forma similar a los intereses de los préstamos hipotecarios. Además, el expresidente prometió reforzar las protecciones para las industrias consideradas críticas para el interés nacional, incluyendo el acero y la industria automotriz, con aranceles como parte clave de ese plan.
«Tengo la intención de que el triunfo de la industria automovilística estadounidense sea uno de mis mayores legados», dijo Trump.
La candidata presidencial demócrata, Kamala Harris, también ha presentado algunas propuestas de política fiscal, publicando un libro de política que promete restaurar el crédito fiscal ampliado por hijos hasta 3600 dólares y, durante el primer año de vida del niño, aumentarlo hasta 6000 dólares.
Harris también se ha comprometido a presionar al Congreso para que apruebe una prohibición federal de los precios abusivos, amplíe y haga permanentes las mejoras de la desgravación fiscal para los planes de mercado de la Ley de Cuidados de la Salud Asequibles y amplíe el límite de 2.00 dólares para los gastos de bolsillo en recetas de medicamentos.
El vicepresidente también ha prometido impulsar el crecimiento de las pequeñas empresas ampliando las deducciones fiscales para las empresas de nueva creación, al mismo tiempo que ha prometido continuar los esfuerzos del gobierno federal para revitalizar la industria manufacturera estadounidense.
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