El expresidente Donald Trump dijo que planea poner fin a los impuestos sobre los salarios por horas extras para las personas que trabajan más de 40 horas a la semana si es elegido de nuevo a la Casa Blanca.
Trump hizo los comentarios durante un mitin de campaña en Tucson, Arizona, el 12 de septiembre; le dijo a la multitud que los estadounidenses de clase trabajadora merecen “un respiro”.
“Hoy, también estoy anunciando que como parte de nuestros recortes de impuestos adicionales, pondremos fin a todos los impuestos sobre las horas extras. ¿Saben lo que eso significa? Piénsenlo”, dijo el republicano. “Eso le otorga a la gente más incentivos para trabajar, le otorga mucho a las empresas, es mucho más fácil conseguir a la gente”.
Trump dijo que acabar con los impuestos sobre el salario de las horas extra generaría potencialmente una “fuerza laboral completamente nueva” en Estados Unidos.
A continuación, elogió el duro trabajo de policías, enfermeras, trabajadores de fábricas, obreros de la construcción, camioneros y operadores de maquinaria.
“Las personas que hacen horas extra se encuentran entre los ciudadanos más trabajadores de nuestro país, y durante demasiado tiempo nadie en Washington ha cuidado de ellos”, prosiguió.
Trump no dio más detalles sobre cómo funcionaría la política fiscal.
En la actualidad, los ingresos por horas extras (que se definen como no exentas bajo la Ley de Normas Laborales Justas) se gravan al mismo tipo que los ingresos estándar, y cualquier cambio en la ley tributaria requiere una ley del Congreso.
Por otra parte, durante el mitin en Tucson, Trump repitió su promesa de acabar con los impuestos sobre los salarios con propinas y eliminar los impuestos sobre las prestaciones a la Seguridad Social.
El republicano ha dicho en múltiples ocasiones que planea eliminar ambos impuestos inmediatamente después de asumir el cargo si ganara las elecciones presidenciales en noviembre.
Impacto de las políticas fiscales de Harris y Trump
Según la legislación actual, las propinas se consideran ingresos normales y están sujetas a la ley ordinaria del impuesto sobre la renta.
Mientras tanto, alrededor del 40 por ciento de los estadounidenses que reciben pagos de la Seguridad Social tienen que pagar impuestos federales sobre la renta por esas prestaciones, según la Administración de la Seguridad Social.
Esto suele ocurrir en el caso de los estadounidenses que tienen “otros ingresos sustanciales” además de sus prestaciones mensuales, incluidos salarios, ganancias de trabajo por cuenta propia, intereses, dividendos y otros ingresos imponibles, según la agencia.
Actualmente, según la ley federal, las personas jubiladas que ganan menos de 25,000 dólares al año, o 32,000 dólares para las parejas casadas, no pagan impuestos sobre sus pagos de la Seguridad Social.
La vicepresidenta Kamala Harris, candidata demócrata a la presidencia, también ha pedido en los últimos meses propuestas similares, como eliminar los impuestos sobre las propinas y las prestaciones de la Seguridad Social.
Según un análisis del 10 de septiembre de la Tax Foundation, las políticas fiscales de Harris recaudarían 2.2 billones de dólares de ingresos fiscales de las empresas y 1.2 billones de dólares de los individuos desde 2025 hasta 2034.
El “daño económico de las subidas de impuestos de Harris también reduciría en gran medida la capacidad de hacer frente a una crisis de deuda emergente”, según la Tax Foundation.
La misma fundación señaló que Trump aún no ha publicado un plan totalmente detallado sobre sus propuestas fiscales, pero que ha “lanzado varias ideas de política fiscal”.
Según la organización sin ánimo de lucro, los recortes de impuestos que propone reducirían los ingresos fiscales federales a lo largo de la ventana presupuestaria de 10 años en 6.1 billones de dólares sobre una base convencional y en 5.3 billones sobre una base dinámica.
“En general, las políticas de Trump reducirían las distorsiones en una parte del sistema tributario, a saber, los impuestos sobre la renta, solo para reemplazarlos con nuevas distorsiones en otra parte del sistema tributario, a saber, los aranceles”, escribió la fundación. “La combinación de políticas que se está considerando corre el riesgo de contraer la economía y aumentar la deuda”.
Jack Phillips contribuyó a este artículo
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