El expresidente Donald Trump afirmó que, si gana las elecciones presidenciales del 5 de noviembre, iniciará sus discutidas operaciones de «deportación masiva» en dos ciudades de Estados Unidos donde sus residentes tienen conflictos con inmigrantes ilegales.
«Es como una invasión desde dentro, y realizaremos la mayor deportación de la historia de nuestro país. Empezaremos por Springfield y Aurora», dijo el candidato presidencial republicano el 13 de septiembre, refiriéndose a Springfield, Ohio, y Aurora, Colorado.
Springfield ha enfrentado constantes problemas ante la creciente población de inmigrantes haitianos, algunos llegados legalmente y otros ilegalmente.
Aurora sufre el asedio de pandilleros venezolanos que ocupan edificios de apartamentos, según informes de abogados que representan a los propietarios.
Trump habló sobre las situaciones de Springfield y Aurora durante una rueda de prensa en un campo de golf de su propiedad, el Trump National Golf Club de Los Ángeles, en Rancho Palos Verdes, California.
Cuando un periodista preguntó si Trump consideraría realizar un evento en Springfield «para mostrar a los medios lo que realmente ocurre», Trump respondió: «Tal vez Springfield. Tal vez Aurora. Quizá ambas. Iremos allí».
No indicó cuándo podría programarse esa visita.
Mientras que los problemas de Aurora se han hecho públicos durante semanas, los de Springfield saltaron a la atención nacional principalmente en los últimos días.
La polémica sobre la crisis migratoria de Springfield provocó amenazas de bomba que obligaron a evacuar varios lugares, incluido el ayuntamiento, el 13 de septiembre, según las autoridades.
El revuelo, que parece haberse originado en las redes sociales, creció exponencialmente el 10 de septiembre, mientras 67 millones de telespectadores veían un debate presidencial en directo.
Durante el enfrentamiento de Trump con la candidata presidencial del Partido Demócrata, la vicepresidenta Kamala Harris, él alegó que inmigrantes ilegales atacaban y devoraban las mascotas de la gente en Springfield.
Uno de los moderadores del debate de ABC News dijo que un alto funcionario de Springfield negó cualquier evidencia creíble de que los inmigrantes comieran las mascotas de la gente.
Trump replicó que su afirmación se basaba en relatos citados, incluyendo declaraciones grabadas en vídeo que habían circulado.
El presidente Joe Biden, en un discurso en la Casa Blanca el 13 de septiembre, dijo que «no había lugar en Estados Unidos» para tales «ataques» contra los haitianos.
«Esto tiene que parar», dijo Biden, refiriéndose a las recientes declaraciones de Trump. «Tiene que parar».
En medio del alboroto, las autoridades de Springfield siguen negando tener pruebas de que haitianos hayan comido las mascotas de los residentes.
Sin embargo, el fiscal general de Ohio, David Yost, en una publicación en redes sociales el 11 de septiembre, dijo que existe «una llamada policial grabada por un testigo que vio a inmigrantes en Springfield capturando gansos para comer».
A principios de esta semana, Yost anunció que su oficina investigaba «vías legales para impedir que el gobierno federal envíe un número ilimitado de inmigrantes a las comunidades de Ohio», como Springfield.
«El repentino y extremo crecimiento de la población puso a prueba los sistemas económico, médico y educativo de la ciudad», escribió Yost en un comunicado de prensa el 9 de septiembre.
«El problema no son los inmigrantes. Es la cantidad excesiva de inmigrantes en un corto periodo de tiempo… un aumento masivo de la población sin ningún tipo de comunicación o ayuda del gobierno federal».
Los verdaderos problemas
En la rueda de prensa de Trump del 13 de septiembre, un periodista que mencionó las amenazas de bomba dijo que las afirmaciones de Trump estaban «desacreditadas» y luego preguntó por qué seguía difundiendo información inexacta sobre Springfield.
El expresidente respondió que los reporteros pasaban por alto el punto principal.
«La verdadera amenaza es lo que ocurre en nuestra frontera», dijo Trump.
Grandes grupos de inmigrantes ilegales entran en Estados Unidos, afirmó, y muchas mujeres mueren en caravanas de migrantes o sufren tráfico sexual.
«Esos son los verdaderos problemas, no el problema del que usted habla», dijo Trump al periodista.
Reiteró su promesa anterior de reforzar las fronteras del país, y añadió: «Seré su presidente de fronteras, y espero que me llamen ‘presidente de fronteras'», similar al título informal de «zar de fronteras», usado por algunos medios y políticos para referirse a Harris y su papel en la administración Biden.
Jeff Louderback y Reuters contribuyeron con este artículo.
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