El expresidente Donald Trump dijo el 5 de enero que si tiene éxito en la contienda por la presidencia de Estados Unidos en 2024, ordenará a la fuerza armada estadounidense aplastar a los cárteles de droga mexicanos, mostrando que «no hay piedad» para ellos.
Trump hizo el anuncio mientras el presidente Joe Biden se preparaba para hacer su primera visita a la frontera de Estados Unidos y México desde que asumió el cargo en 2021.
El jueves, a través de una declaración en vídeo, Trump culpó a «las políticas de frontera abierta de Biden», calificando el hecho de «traición mortal a nuestra nación», por alimentar las muertes relacionadas con las drogas entre los estadounidenses.
La inmigración ilegal se disparó bajo el mandato de Biden y los cruces no autorizados superaron los 2.3 millones en el año fiscal 2022, según datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza. Esa cifra superó el récord anterior en alrededor de 1 millón y fue más del doble del nivel más alto registrado bajo el gobierno de Trump.
Trump previamente sugirió el uso de la fuerza militar de Estados Unidos contra los cárteles de la droga que operan al sur de la frontera, incluso lanzando misiles a México para destruir los laboratorios de drogas, de acuerdo a la prensa. El jueves, el exmandatario dijo que los narcóticos mortales como el fentanilo se están vertiendo «a través de nuestra amplia frontera abierta» y se están «robando cientos de miles de hermosas vidas estadounidenses».
Desde que Biden asumió el cargo, 200,000 estadounidenses han muerto por sobredosis de drogas, dijo Trump.
Los cárteles de la droga están «haciendo la guerra a Estados Unidos», continuó Trump, y añadió que ha llegado el momento «de que Estados Unidos haga la guerra a los cárteles».
Trump afirmó que designaría a los cárteles como organizaciones terroristas extranjeras y bloquearía su acceso al sistema financiero mundial, a la vez que pediría al Congreso que apruebe leyes que castiguen a los contrabandistas de drogas y a los traficantes de personas con la pena de muerte.
«Cuando yo sea presidente, la normativa de Estados Unidos será acabar con los cárteles, igual que acabamos con ISIS y el califato de ISIS, e igual que, a diferencia de la situación en la que estamos hoy, nosotros teníamos una frontera muy, muy fuerte», dijo Trump.
El expresidente dijo que desplegaría todos los activos militares necesarios, incluida la Marina de Estados Unidos, para imponer un embargo naval a los cárteles, asegurándose de que no puedan utilizar las aguas regionales para introducir drogas en el país.
Además, «yo ordenaría al Departamento de Defensa que haga un uso apropiado de las fuerzas especiales, la guerra cibernética y otras acciones abiertas y encubiertas para infligir el máximo daño a los líderes, la infraestructura y las operaciones de los cárteles».
«Millones y millones de familias y personas están siendo destruidas. Cuando yo esté de vuelta en la Casa Blanca, los capos de la droga y los viciosos traficantes no volverán a dormir tranquilos», dijo Trump.
«Nosotros lo hicimos una vez, y lo hicimos mejor que nadie».
Trump says he will use the full force of the military to crush the drug cartels: pic.twitter.com/7tFrmHmMES
— American Firebrand (@AmFirebrand) January 5, 2023
Las declaraciones de Trump se produjeron mientras Biden anunciaba medidas que, según el presidente, mejorarán la seguridad fronteriza y ayudarán a frenar el flujo de inmigración ilegal y que también incluyen un programa de libertad condicional que abre una vía legal para que decenas de miles de personas al mes entren legalmente en Estados Unidos.
No basta con presentarse en la frontera
El jueves, Biden dijo en una rueda de prensa en la Casa Blanca que Estados Unidos empezaría a rechazar a los cubanos, haitianos y nicaragüenses que crucen ilegalmente la frontera entre Estados Unidos y México. Esa medida se basa en un esfuerzo ya existente para impedir que los venezolanos intenten entrar en Estados Unidos sin autorización.
«No se limiten a presentarse en la frontera», dijo Biden. «Quédense donde están y apliquen legalmente desde allí».
A la vez de intentar bloquear los cruces ilegales de cubanos, haitianos, nicaragüenses y venezolanos, la administración Biden también dijo que está ampliando un programa de libertad condicional que permite a 30,000 personas de esos cuatro países al mes entrar legalmente en Estados Unidos durante dos años y a trabajar.
La mayoría de las personas que cruzan ilegalmente la frontera entre Estados Unidos y México en los últimos tiempos proceden de esos cuatro países.
«Nosotros prevemos que esta acción va a reducir sustancialmente el número de personas que intentan cruzar nuestra frontera suroeste sin pasar por un proceso legal», dijo Biden, añadiendo que México ha acordado readmitir hasta 30,000 personas al mes que sean sorprendidas intentando cruzar la frontera ilegalmente.
Otra parte del nuevo esfuerzo de la administración Biden es permitir que las personas que buscan entrar en Estados Unidos programen una cita en un puerto de entrada para iniciar una solicitud de asilo.
La mayoría de las solicitudes de asilo son rechazadas en última instancia, pero un gran retraso en los tribunales deja a la mayor parte de los extranjeros ilegales viviendo en el país durante años antes de que su caso sea adjudicado. Algunas personas no son deportadas, aunque se denieguen sus solicitudes.
La administración Biden también está enviando más funcionarios y jueces de asilo a la frontera para intentar resolver los casos con mayor rapidez. El objetivo sería reducir el tiempo de tramitación inicial de meses a días.
«Nosotros no podemos impedir que la gente emprenda el viaje, pero podemos exigir que vengan aquí de forma ordenada conforme a la legislación estadounidense», declaró Biden.
La administración también planea aumentar la financiación para las comunidades fronterizas afectadas por el aumento de la inmigración ilegal.
Estas medidas «mejorarán las cosas, pero no solucionarán por completo el problema fronterizo», añadió Biden, quien culpó al Congreso de no aprobar un plan que él propuso para reformar el sistema de inmigración.
«Este nuevo proceso es ordenado», dijo Biden. «Es seguro y humano, y funciona».
Biden emitió estas declaraciones antes de una visita prevista a El Paso, Texas, una ciudad fronteriza que ha estado a la vanguardia en el aumento de la inmigración ilegal, al haberse convertido en el corredor más transitado para los cruces ilegales.
En la última semana, los agentes fronterizos se han encontrado con un promedio de 1731 extranjeros ilegales al día en un tramo de 268 millas de la frontera conocido como el Sector de El Paso, según cifras publicadas por la ciudad.
Al mismo tiempo, hubo una media de 3410 personas diarias bajo custodia de la Patrulla Fronteriza en los últimos siete días.
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