El presidente electo Donald Trump dijo el domingo que revertiría el nombre de Denali, la montaña más alta de Estados Unidos, de nuevo al Monte McKinley después de que asuma el cargo.
En 2015, el presidente Barack Obama rebautizó oficialmente la montaña de Alaska como Denali, poniendo fin a una batalla de décadas sobre su nombre. El pico fue bautizado oficialmente como Monte McKinley en 1917, en honor al 25º presidente, William McKinley.
«Le quitaron su nombre al monte McKinley», dijo Trump en un discurso con el que concluye el evento anual AmericaFest de Turning Point, celebrado este domingo en Arizona.
«Fue un gran presidente», dijo Trump refiriéndose a McKinley.
La administración de Trump «devolverá el nombre del monte McKinley porque creo que se lo merece», añadió Trump.
La montaña, que tiene una elevación de 20,310 pies (6190 metros), fue nombrada Monte McKinley en 1896 después de que un buscador de oro que exploraba la región escuchara que McKinley, un defensor del patrón oro, había ganado la nominación republicana para presidente. McKinley fue presidente desde 1897 hasta 1901, cuando fue asesinado por el anarquista y socialista Leon Czolgosz.
El Departamento del Interior de Estados Unidos emitió en 2015 una orden, firmada por Obama, que cambiaba el nombre de la montaña a Denali. La orden decía que McKinley nunca visitó la montaña y no tenía «ninguna conexión histórica significativa con la montaña o con Alaska» aparte del nombre.
Denali es un nombre de la lengua nativa local Athabascan para «el alto» o «alta montaña».
Situada en la cordillera de Alaska, Denali es la montaña más alta de Estados Unidos y de Norteamérica, aunque la montaña más alta de los 48 estados contiguos es el monte Whitney, situado en las montañas californianas de Sierra Nevada. Para los escaladores, Denali está considerada una de las montañas más peligrosas del mundo para hacer cumbre debido a las impredecibles condiciones meteorológicas, su altitud, las bajas temperaturas y la dificultad técnica.
McKinley había sido gobernador de Ohio durante dos mandatos antes de convertirse en presidente en 1897, llevó al país a la victoria en la guerra hispano-estadounidense y elevó los aranceles de protección para promover la industria estadounidense, según la página web de la Casa Blanca sobre los presidentes.
Trump hizo referencia a la actividad arancelaria de McKinley el domingo, diciendo que era un «firme creyente en los aranceles» y un «hombre de negocios muy exitoso».
En plenas elecciones de 2016, Trump también sugirió en las redes sociales que volvería a cambiar el nombre. «El presidente Obama quiere cambiar el nombre del Monte McKinley a Denali después de más de 100 años. Gran insulto para Ohio. Lo volveré a cambiar!», escribió Trump a mediados de 2015.
Sin embargo, cuando Trump asumió el cargo en su primer mandato, sus intentos de cambiar el nombre de la montaña se esfumaron después de que los dos senadores de Alaska se opusieran.
«Me miró y me dijo: ‘He oído que la gran montaña de Alaska también también tuvo… su nombre fue cambiado por acción ejecutiva’», dijo el senador Dan Sullivan (R-Alaska) a un medio local en 2017, refiriéndose a Trump. «’¿Quieres que revirtamos eso?», recordó que le preguntó.
Sullivan dijo que tanto él como la senadora Lisa Murkowski (R-Alaska) «nos pusimos de pie y dijimos: ‘¡No! No. No queremos revertir eso’».
El domingo, Trump también señaló en el evento de Arizona que renombrará varias bases militares, incluyendo a Fort Liberty y cambiándolo de nuevo a Fort Bragg.
«Y como comandante en jefe, restauraré los orgullosos e históricos nombres de nuestras grandes bases militares como Fort Bragg», dijo Trump. «Vamos a recuperarlos. Y el woqueismo tiene que parar porque junto con todo lo demás, está destruyendo nuestro país».
Con información de Reuters
Únase a nuestro canal de Telegram para recibir las últimas noticias al instante haciendo click aquí
Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando
¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.