El expresidente Donald Trump prometió nombrar un grupo de trabajo para investigar la supuesta persecución política por parte de la administración Biden si es elegido para un segundo mandato.
El expresidente y principal candidato republicano, de 77 años, hizo la promesa ante los más de 1000 asistentes a la cumbre Pray, Vote, Stand, celebrada en Washington el 15 de septiembre.
«Para revertir estas crueles parodias de la justicia esta noche, estoy anunciando que en el momento en que gane las elecciones, nombraré un grupo de trabajo especial para revisar rápidamente los casos de cada preso político que ha sido injustamente perseguido por la administración Biden», dijo el presidente Trump.
El encuentro, de cristianos evangélicos, se centró en el activismo político y también recibió a los aspirantes presidenciales, el exvicepresidente Mike Pence, el gobernador de Florida Ron DeSantis y el empresario Vivek Ramaswamy.
Si bien DeSantis obtuvo una gran ovación y otros fueron recibidos calurosamente, la multitud prodigó su atención al presidente Trump con aplausos frecuentes y sostenidos y gritos de aliento.
El presidente Trump habló durante poco más de una hora, relatando las promesas que había cumplido a los votantes cristianos en su primer mandato y enumerando las acciones que tomaría en su nombre en una segunda administración.
En cuanto a aquellos a quienes llamó presos políticos, el exmandatario dijo que revisaría los casos rápidamente y “firmaría sus indultos o conmutaciones el primer día”.
«Es algo horrible lo que está pasando —22 años, 18 años, 10 años. Es algo terrible», dijo el presidente Trump. Aunque no mencionó casos específicos, recientemente se impuso una sentencia de 22 años de prisión a Enrique Tarrio, exlíder de los Proud Boys, por delitos relacionados con el 6 de enero.
«Nunca había sucedido algo así en nuestro país», agregó el Sr. Trump.
“Nunca más se utilizará al gobierno federal para atacar a los creyentes religiosos, y eso es lo que ellos están haciendo. Ellos están dirigidos contra muchas personas, pero también, y en particular, a los creyentes religiosos”, afirmó el exmandatario.
«Los estadounidenses de fe no son una amenaza para nuestro país», dijo el presidente Trump. «Los estadounidenses de fe son el alma de nuestro país».
El presidente Trump había dicho que “muy probablemente” perdonaría a “una gran parte” de los acusados del 6 de enero y lo haría “muy pronto”, en declaraciones durante un foro organizado por CNN en Saint Anselm College en New Hampshire.
El 15 de septiembre, es la primera vez que el exmandatario menciona de un grupo de trabajo especial y de la concesión de indultos en su primer día en el cargo.
La lista de otras acciones propuestas cubría una gama de temas, desde asuntos internacionales hasta libertad religiosa y economía.
El presidente Trump reiteró su afirmación de que pondría fin a la guerra en Ucrania muy rápidamente y agregó que lo haría incluso antes de asumir el cargo si fuera elegido.
«Detendré el desastre conocido como Bidenomics, que significa inflación, impuestos, sumisión y fracaso», dijo el presidente Trump.
También prometió devolver a Estados Unidos el dominio energético del mundo y proteger la Seguridad Social y Medicare.
“Terminaré con todas las políticas de fronteras abiertas de la administración Biden y comenzaré la operación de deportación más grande en la historia de Estados Unidos”, dijo el presidente Trump. «No tenemos opción. Esto no es sostenible”.
Otras órdenes del primer día incluirían recortar los fondos federales para cualquier escuela que promueva la teoría crítica de la raza, la ideología transgénero u “otro contenido racial, sexual o político inapropiado para nuestros niños”.
“Yo insistiré en el derecho de todos los padres a enviar a sus hijos a la escuela pública, privada, autónoma o religiosa de su elección”, dijo el exmandatario. «También mantendré a los hombres fuera de los deportes femeninos».
Votantes evangélicos
La Cumbre Orar, Votar, Stand fue organizada por Family Research Council, un grupo de expertos evangélico con una rama de cabildeo afiliado, y se anuncia como “una reunión nacional de conservadores espiritualmente activos y comprometidos con el gobierno”.
Los cristianos evangélicos han sido un importante electorado republicano, especialmente en las elecciones presidenciales, y han favorecido al presidente Trump en cantidades abrumadoras tanto en las elecciones de 2016 como en las de 2020.
Alrededor del 25% de los estadounidenses se identifican con denominaciones evangélicas, según Pew Research. En las elecciones presidenciales de 2016, el 77% de los protestantes evangélicos blancos votaron por el presidente Trump. En 2020, esa proporción creció al 84%.
Aquellos que asisten a servicios religiosos, independientemente de su denominación, votaron por el presidente Trump en grandes cantidades en 2020. En general, el 59% votó por el presidente Trump. Entre los blancos que asisten regularmente a los servicios, el porcentaje fue del 71%.
Los que asisten a servicios religiosos, independientemente de su confesión, votaron al presidente Trump en gran número en 2020. En general, el 59% votó por Trump. Entre los blancos que asisten regularmente a servicios religiosos, el porcentaje fue del 71%.
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