El expresidente Donald Trump dio a conocer sus planes para aplicar una tasa impositiva del 15% a las empresas que producen bienes en Estados Unidos, crear una comisión para realizar una auditoría del gobierno federal y recuperar los fondos no gastados autorizados en virtud de la Ley de Reducción de la Inflación.
Añadió que el multimillonario Elon Musk, que propuso la idea de la comisión, aceptó dirigir el panel de eficiencia.
En declaraciones ante el Club Económico de Nueva York el 5 de septiembre, Trump esbozó nuevas políticas económicas mientras la campaña busca contrastar su plataforma con la de la vicepresidenta Kamala Harris de cara al debate de la próxima semana.
Otras disposiciones del plan de Trump incluyen el aumento de la producción nacional de energía, el fin de los subsidios para los llamados proyectos de energía verde, la disminución de las regulaciones federales, el ataque al despilfarro y la mala gestión del gobierno, y el aumento de los aranceles para estimular la fabricación nacional.
El discurso de Trump se produjo un día después de que Harris diera a conocer una propuesta para conceder exenciones fiscales a las pequeñas empresas y aumentar el tipo impositivo máximo sobre las plusvalías al 28%, desmarcándose de la propuesta presupuestaria del presidente Joe Biden que ella había respaldado previamente.
Las cuestiones económicas son la mayor preocupación para la mayoría de los votantes, según una encuesta realizada el 13 de agosto por The Economist/YouGov.
El 97% de los estadounidenses considera que el empleo y la economía son «importantes» o «muy importantes». En la misma encuesta, el 63% dijo que el país va por mal camino.
Ambos candidatos dieron a conocer sus planes justo antes del primer, y hasta ahora único, debate presidencial previsto para el 10 de septiembre. Ambos pretenden convencer a los votantes de que se puede confiar en ellos para recuperar el empleo, hacer más asequible la vivienda y reducir el coste de la gasolina y los comestibles.
Producción nacional
Trump también destacó los incentivos fiscales destinados a aumentar la capacidad de fabricación estadounidense. La piedra angular del plan es una reducción del tipo del impuesto de sociedades del 21 al 15 por ciento exclusivamente para las empresas que fabriquen sus productos en Estados Unidos.
«Mi mensaje es sencillo», dijo Trump. «Fabriquen su producto aquí, en Estados Unidos, y solo en Estados Unidos. No se van a aprovechar más de nosotros».
Trump también prometió créditos fiscales ampliados para la investigación y el desarrollo, una depreciación de bonificación del 100 por ciento y expensas para nuevas inversiones de fabricación.
El expresidente sugirió que elevaría los aranceles a las importaciones para estimular la producción nacional.
Atribuyó a su política arancelaria el mérito de «abrir un destino más alto y mejor» para los estadounidenses. «Tenemos que cuidar primero de nuestra propia nación y de sus industrias», añadió.
Durante su administración, Trump impuso aranceles a importaciones chinas por valor de miles de millones por las prácticas comerciales desleales de Beijing. La Administración Biden ha mantenido y ampliado estos aranceles.
En los mítines de campaña, Trump ha dicho en repetidas ocasiones que elevaría los aranceles a China al 60% y aplicaría al menos un 10% de aranceles a los bienes importados de otros países.
Comisión y gasto público
El expresidente anunció que crearía una comisión de eficiencia gubernamental a propuesta de Musk. La comisión se encargaría de llevar a cabo una auditoría financiera y de rendimiento del gobierno federal y hacer recomendaciones de reforma, dijo.
El candidato presidencial republicano confirmó que Musk ha aceptado dirigir el grupo de trabajo.
«Estoy deseando servir a Estados Unidos si surge la oportunidad», dijo Musk en un posteo en la plataforma de redes sociales X. «No se necesita paga, ni título, ni reconocimiento».
Esto sería parte de los esfuerzos de revisión regulatoria más amplios de Trump, dijo, que «liberarían a nuestra economía de regulaciones paralizantes».
También prometió eliminar un mínimo de 10 regulaciones actuales por cada nueva regulación impuesta. Esto se basaría en la orden ejecutiva de Trump de enero de 2017 que pedía recortar dos regulaciones por cada una nueva.
Entre los años fiscales 2017 y 2019, la Administración Trump redujo cerca de ocho regulaciones por cada «regulación nueva y significativa», según un informe del Consejo de Asesores Económicos de julio de 2020.
El plan de Trump también recuperaría los fondos no gastados de los 891,000 millones de dólares autorizados en 10 años por la Ley de Reducción de la Inflación (IRA, por sus siglas en inglés), una ley de amplio alcance que autoriza el gasto en proyectos de energía y cambio climático, subsidios para la Ley de Atención Médica Asequible y la expansión del Servicio de Impuestos Internos.
Los republicanos han intentado recortar ese gasto desde la aprobación de la ley en 2022. Una parte considerable de los fondos sigue sin gastarse. Por ejemplo, el IRS ha gastado 5700 millones de dólares de sus 57,800 millones en fondos de la IRA, según el Inspector General del Tesoro de Estados Unidos.
El gobierno de Biden considera que la IRA es uno de sus principales logros, y Harris ha declarado que se siente orgullosa de haber votado a favor de la ley en el Senado.
«En los dos años transcurridos desde que el presidente Biden la convirtió en ley, esta ley histórica ya ha beneficiado a las familias estadounidenses», escribió el 16 de agosto, añadiendo que había reducido los costes de los medicamentos para millones de personas mayores.
Otros pilares del amplio plan económico de Trump incluyen hacer permanentes sus recortes de impuestos y adoptar industrias del futuro, como la criptomoneda.
La criptomoneda se ha convertido en un pilar clave de los planes económicos del candidato del Partido Republicano, que ha prometido establecer una reserva estratégica nacional de bitcoins.
Dólar estadounidense
Sobre la aplicación de sanciones económicas a países, especialmente a Rusia, Trump dijo que aplicaría sanciones con contundencia contra quienes las merezcan, pero que después las levantaría estratégicamente para preservar la fortaleza del dólar.
«Yo era partidario de las sanciones, pero las pondría y las quitaría lo más rápido posible, porque en última instancia mata tu dólar… mata todo lo que el dólar representa», dijo.
Perder el estatus del dólar como moneda de reserva mundial, dijo, sería «equivalente a perder una guerra».
Trump también dijo que impondría aranceles a los países que no respeten el dólar como moneda mundial.
El plan económico de Harris
Mientras tanto, Harris ha dado a conocer elementos clave de su agenda económica en las últimas semanas.
Su plan económico incluye una propuesta de crédito fiscal por hijos, una prohibición federal de la especulación con los precios, subvenciones de 25,000 dólares para la compra de vivienda por primera vez y un plan para construir 3 millones de viviendas asequibles para el final de su primer mandato. También espera ampliar los esfuerzos del presidente Joe Biden para reducir los costes de los medicamentos con receta.
Y el 4 de septiembre propuso multiplicar por diez la deducción fiscal por gastos de puesta en marcha de empresas, que pasaría de 5000 a 50,000 dólares. Los expertos fiscales del Comité para un Presupuesto Federal Responsable afirman que los planes de Harris añadirían 1.7 billones de dólares al déficit durante la próxima década, antes de intereses. Sin embargo, también propuso aumentar el tipo del impuesto de sociedades del 21% al 28%, lo que generaría aproximadamente un billón de dólares en la próxima década, según las estimaciones.
Harris también anunció un impuesto del 28% sobre las plusvalías para quienes ganen más de un millón de dólares anuales, por debajo del 44.6% propuesto en el presupuesto de Biden para 2025, pero superior al actual tipo del 20%.
Con colaboración Arjun Singh y Terri Wu
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