El presidente Donald Trump aprobó el martes el aplazamiento de deportación aplicable a venezolanos elegibles para ser ciudadanos del país, quienes huyeron a Estados Unidos cuando la crisis económica socavó al país socialista.
Trump emitió un memorándum ordenando al secretario de Estado y al secretario de Seguridad Nacional que tomen las medidas apropiadas para diferir por 18 meses la deportación de cualquier nacional de Venezuela, o extranjero sin nacionalidad, cuya última residencia haya sido Venezuela, sujeto a su vez a una lista de excepciones.
La concesión de una Salida Forzosa Diferida permite a estos destinatarios del aplazamiento a vivir y trabajar en Estados Unidos y solo se aplica a las personas que ya se encuentran en Estados Unidos.
«El gobierno autocrático de Nicolás Maduro ha violado sistemáticamente las libertades soberanas que posee el pueblo venezolano», escribió Trump en su memorándum. «A través de la fuerza y el fraude, el régimen de Maduro es responsable de la peor crisis humanitaria del hemisferio occidental en la historia reciente».
El país sudamericano se convirtió en un punto focal internacional a principios de 2019, después de que el líder socialista Nicolás Maduro se negara a dimitir por la creciente presión internacional.
A mediados de enero de ese año, la Asamblea Nacional de Venezuela, debidamente elegida, declaró ilegítima la presidencia de Maduro. Estados Unidos se negó a reconocer a Maduro como el líder venezolano debido a una elección fraudulenta y en su lugar reconoció oficialmente a su oponente, Juan Guaidó, como presidente encargado. Pero Maduro se negó a ceder el control.
El enfrentamiento entre ambos se convirtió en un referéndum mundial sobre el socialismo, con naciones del mundo libre como Estados Unidos, el Reino Unido, Alemania y Australia poniéndose del lado de Guaidó, y regímenes socialistas y comunistas como China, Corea del Norte y Cuba, respaldando a Maduro.
Desde entonces, Venezuela se ha sumido en un caos político más profundo, exacerbado por la ruina de su economía y la escasez de alimentos y medicinas.
«La deteriorada condición dentro de Venezuela, que presenta una continua amenaza a la seguridad nacional para la protección y el bienestar del pueblo estadounidense, justifica el aplazamiento de la expulsión de los nacionales venezolanos que están presentes en Estados Unidos», dijo Trump.
El gobierno de Trump impuso sanciones contra Maduro y su régimen, añadió.
Entre los nacionales venezolanos que no pueden acogerse a las nuevas medidas, se encuentran las personas que regresaron voluntariamente a Venezuela, las personas que no residan continuamente en Estados Unidos desde el 20 de enero de 2021, las personas inadmisibles en virtud de la ley federal de inmigración, las personas que fueron condenadas por cualquier delito grave, las personas que ya fueron deportadas, las personas que son objeto de extradición y las personas que representan un peligro para la seguridad pública.
Trump condenó en repetidas ocasiones la brutalidad del régimen de Maduro, diciendo que sus políticas socialistas condujeron al que fuera el país más rico de Sudamérica a «un estado de pobreza y desesperación extrema».
También invitó a Guaidó a asistir a su discurso sobre el Estado de la Unión en 2020 en el Congreso.
«El socialismo destruye naciones. Pero recuerden siempre: La libertad unifica el alma», dijo Trump en ese momento.
El candidato a secretario de Estado del presidente electo Joe Biden, Anthony Blinken, dijo el martes que el gobierno entrante seguirá reconociendo a Guaidó como presidente de Venezuela.
Blinken también dijo al Senado que Biden buscará «dirigir más efectivamente» las sanciones al país socialista, mientras busca proveer una mayor asistencia humanitaria a la nación.
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