Los republicanos del Congreso pretenden utilizar el proceso de conciliación presupuestaria para financiar la agenda del segundo mandato del presidente electo Donald J. Trump en los 100 días siguientes a su toma de posesión.
Con el control tanto de la Cámara de Representantes como del Senado, los republicanos podrían lograr ese objetivo, pero hay obstáculos. Primero deben ponerse de acuerdo tanto sobre el proceso de consideración de la legislación como sobre su contenido, y luego aprobarla rápidamente.
Toda la agenda de Trump está en juego porque depende de una acción inmediata, dadas las inminentes elecciones de mitad de periodo y el límite del propio mandato de Trump. Si el Congreso no puede proporcionar los fondos para las iniciativas de Trump en los próximos meses, los expertos dicen que el presidente puede tener dificultades para hacer mucho en su segundo mandato.
Proceso
Un proyecto de ley de reconciliación presupuestaria permite al Congreso aprobar rápidamente legislación sobre impuestos, gastos y techo de deuda con una mayoría simple. La mayoría de las acciones del Senado requieren una mayoría de tres quintos o 60 votos, pero un proyecto de ley de reconciliación es una excepción.
«Los proyectos de ley de conciliación, en general, son el vehículo elegido ahora para aprobar cambios fiscales y de gasto impulsados por los partidos», dijo Henry Olsen, investigador del Centro de Ética y Políticas Públicas, a The Epoch Times el 6 de enero.
La Ley de Recortes de Impuestos y Empleos de 2017, la Ley del Plan de Rescate Estadounidense de 2021 y la Ley de Reducción de la Inflación de 2022 fueron proyectos de ley de reconciliación.
El presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Mike Johnson, quiere aprobar toda la agenda en un único proyecto de reconciliación. La ventaja, según los analistas, es que ofrece menos oportunidades a los congresistas republicanos de rechazar partes del plan.
«Cuanto más se fragmenta, más oportunidades hay de expresar reservas y rechazar componentes individuales», dijo a The Epoch Times Matthew Wilson, profesor asociado de Ciencias Políticas en la Universidad Metodista del Sur.
Un solo proyecto de ley obligaría a los republicanos a votar a favor o en contra de toda la agenda de Trump, dijo Wilson, lo que haría menos probable la disidencia.
El líder de la mayoría en el Senado, John Thune (R-S.D.), está a favor de un enfoque de dos proyectos de ley, posiblemente para conseguir una acción más rápida sobre ciertas partes de la agenda de Trump.
En un discurso pronunciado el 17 de diciembre, Thune pidió «una inversión única en una generación en seguridad fronteriza y aplicación de las leyes de inmigración», a la que seguiría un segundo proyecto de ley de conciliación para prorrogar los recortes fiscales de Trump. Estos recortes expiran a finales de 2025.
Los republicanos generalmente favorecen separar los proyectos de ley de impuestos y gastos, según Aaron Dusso, profesor asociado de ciencias políticas en la Universidad de Indiana en Indianápolis.
«Hace que sea más fácil defender los recortes de impuestos cuando no se vota exactamente al mismo tiempo por los recortes de gastos», dijo Dusso a The Epoch Times.
Trump ha dicho sistemáticamente que favorece el enfoque de un solo proyecto de ley, pero ha indicado que está abierto a aprobar la legislación en dos paquetes.
«Me gusta un proyecto de ley grande y hermoso, y siempre me ha gustado. Siempre me gustará», dijo Trump en una rueda de prensa el 7 de enero en Mar-a-Lago. «Pero si dos [proyectos de ley] es más seguro —que va un poco más rápido porque se puede hacer la materia de inmigración antes».
Trump parece decidido a ultimar los detalles de inmediato. Se reunirá con los republicanos del Senado en Washington el 8 de enero. Y mencionó las reuniones previstas con los republicanos de la Cámara de Representantes en Mar-a-Lago durante su conferencia de prensa del 7 de enero, que se celebrará a finales de semana.
Contenido
Trump hizo campaña con la promesa de cerrar la frontera sur, aumentar la fabricación nacional y la producción de energía, y recortar impuestos rápidamente. Cumplir esas promesas requerirá financiación, que será la sustancia del proyecto o proyectos de ley de reconciliación.
Aún no se han anunciado detalles concretos ni se ha mencionado el total de gastos.
Aunque los congresistas republicanos parecen dispuestos a apoyar la agenda de Trump, algunos podrían oponerse a un punto que se incluirá en el paquete: un aumento del techo de deuda del país.
La última vez que el GOP llegó a un acuerdo para aumentar el límite de endeudamiento, sentó las bases para una revuelta de los halcones fiscales republicanos. Cuatro meses después, su portavoz fue destituido por su propia mayoría.
Trump y Johnson han tratado de disipar las preocupaciones diciendo que elevar el techo de la deuda es algo así como una formalidad y no significa que tengan la intención de aumentar el gasto federal.
«Simplemente no quiero ver un default. Eso es todo lo que quiero», dijo Trump durante la rueda de prensa del 7 de enero. «En realidad solo se trata de extenderlo», añadió, refiriéndose a la fecha límite del actual acuerdo sobre la deuda.
Johnson dijo que el aumento del techo de la deuda tendría que incluirse en el proyecto de ley para evitar una pérdida de fe en la economía estadounidense, pero los republicanos no permitirían que la deuda alcanzara el nuevo límite.
«Aunque se trata de un paso casi proforma que hay que dar, el compromiso al mismo tiempo es reducir el gasto, no gastar más», dijo Johnson en una rueda de prensa celebrada el 7 de enero en el Capitolio.
Calendario
Los republicanos de la Cámara de Representantes se enfrentan a la reelección en menos de dos años. El partido que ocupa la Casa Blanca ha perdido escaños en la Cámara en todas las elecciones de mitad de periodo de los últimos 100 años, excepto en dos. Si la agenda de Trump no se cumple en los próximos meses, podría peligrar indefinidamente.
«Esto tiene que funcionar en algún momento, presumiblemente, en los primeros nueve meses o así de este año, antes de que comience el próximo año fiscal», dijo Olsen. Si eso no sucede, «la agenda del presidente Trump —al menos la parte que depende de la acción legislativa— estará, en el mejor de los casos, con respiración asistida», agregó.
Los legisladores parecen impulsados a aprobar este gasto rápidamente, algo que generalmente son incapaces de hacer, según Wilson.
«Creo que Johnson percibe que el tiempo es esencial, y tratará de mover cielo y tierra para acelerar estas cosas y aprovechar el impulso de una nueva presidencia para sacar esto adelante», dijo Wilson.
El líder de la mayoría en la Cámara de Representantes, el republicano Steve Scalise, dijo que la Cámara aprobaría en breve tanto el presupuesto como el proyecto de reconciliación.
«En febrero, vamos a tener nuestro presupuesto en el pleno. Los comités trabajarán en marzo para poner en marcha las políticas», dijo Scalise a la prensa el 7 de enero. «Entonces [vamos a] mover eso a través de la Cámara para abril, para Pascua».
Pascua cae el 20 de abril de 2025, que será el 91º día de Trump en el cargo.
Si eso falla, dijo Johnson en una entrevista el 5 de enero, el peor escenario sería el Día de la Recordación, el 26 de mayo.
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