El presidente Trump recibió una prescripción de hidroxicloroquina como medicamento antipalúdico de su médico de la Casa Blanca, según confirmó el 20 de mayo la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Kayleigh McEnany.
«Sí, el médico se lo recetó. Y la tomó después de tener varias discusiones con el Dr. Conley sobre su eficacia», dijo McEnany a David Brody de CBN News.
«Y él creía, Dr. Conley, que los beneficios superan los riesgos para el Presidente. Y, usted sabe que la hidroxicloroquina, vale la pena mencionar, es una droga que ha sido aprobada para al menos otras tres condiciones. La malaria es una de ellas como profilaxis (medida preventiva) (…) El lupus es otro ejemplo».
McEnany se refirió a la ley de «derecho a intentar«, firmada por Trump el 30 de mayo de 2018, que permite a los pacientes que han sido diagnosticados con enfermedades o condiciones que amenazan su vida, que han probado todas las opciones de tratamiento autorizadas y que no pueden participar en un ensayo clínico, acceder a ciertos tratamientos no aprobados.
«Así que ya sabe, tiene derecho a intentarlo, en esencia, a reflexionar sobre el lenguaje de la legislación anterior del presidente, esta le da a las personas el derecho a probar y los días decrecientes de su vida o cuando se enfrentan a una enfermedad mortal», dijo McEnany de la hidroxicloroquina.
Sin embargo, la secretaria de prensa subrayó que los estadounidenses no deben tomar el medicamento a menos que haya sido recetado por su médico, y añadió: «es muy importante decir esto».
«Solo su médico puede decir que esto es para usted y prescribírselo. Pero sin embargo, actuar completamente como si esto fuera algún tipo de veneno cuando hay muchos, muchos estadounidenses y muchas personas en todo el mundo que toman esto para el lupus y otras enfermedades —esto solo hace más daño que bien».
Los comentarios de McEnany se realizaron dos días después de que la Casa Blanca publicara una carta del médico, el Dr. Sean Conley, a McEnany en la que decía que el presidente estaba «en muy buena salud» y que estaba recibiendo pruebas regulares de COVID-19, las cuales han sido todas negativas hasta la fecha.
«Después de numerosas discusiones que tuvimos él y yo con respecto a las pruebas a favor y en contra del uso de la hidroxicloroquina, llegamos a la conclusión de que el beneficio potencial del tratamiento superaba el riesgo relativo», escribió Conley.
En la carta no se indicaba explícitamente que el médico había recetado hidroxicloroquina, ni incluía información sobre la dosis de Trump.
Trump dijo a los periodistas el lunes pasado que había empezado a tomar el controvertido medicamento, al cual ha defendido regularmente como un potencial de «cambio de juego» en la lucha contra el coronavirus, a pesar de la limitada evidencia de la comunidad médica.
En una mesa redonda en la Casa Blanca, Trump dijo a los periodistas: «Sucede que la estoy tomando (…) la estoy tomando, hidroxicloroquina». En este momento, sí. Hace un par de semanas, empecé a tomarla porque creo que es buena. He oído muchas buenas historias.
«Te sorprendería saber cuánta gente la está tomando, especialmente los trabajadores de primera línea, antes de contagiarse. Los trabajadores de primera línea, muchos, muchos la están tomando», añadió.
Trump también dijo que está tomando zinc y que ha tomado una dosis inicial del antibiótico azitromicina, o Z-Pak.
La revelación de que el presidente está tomando el medicamento se produce después de que la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) emitiera el mes pasado una advertencia de que la hidroxicloroquina no se debe tomar fuera de un hospital o de un ensayo clínico después de que se conocieran informes de «graves problemas de ritmo cardíaco» en pacientes con el virus que fueron tratados con el medicamento contra la malaria, a menudo combinado con azitromicina.
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