El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció el 3 de agosto que despidió a dos miembros de la Autoridad del Valle de Tennessee, de propiedad federal, diciendo que su director ejecutivo, Jeff Lyash, está «ridículamente sobrepagado» y que la corporación está tratando de subcontratar puestos de trabajo estadounidenses a trabajadores extranjeros.
Trump dijo el lunes que iba a destituir formalmente al presidente de la junta directiva de la Autoridad del Valle de Tennessee (TVA, por sus siglas en inglés) y a otro miembro de la junta. Además advirtió que si la corporación sigue contratando mano de obra extranjera, despedirá también a los otros miembros de la junta.
El presidente, que tiene la autoridad para nombrar a la junta de la TVA, dijo en la Casa Blanca durante una reunión de trabajadores del sector de tecnología que las acciones de los miembros expulsados de la TVA lo habían impulsado a firmar la orden ejecutiva de «Contratación de Estadounidenses», la que exige que las agencias federales den prioridad a la mano de obra estadounidense en los contratos federales, asegurando que solo los ciudadanos estadounidenses sean nombrados para el servicio competitivo y eviten que los empleadores desplacen a los trabajadores estadounidenses trasladando a los trabajadores H-1B a los puestos de trabajo.
De acuerdo a un comunicado de la Casa Blanca, la orden de «Contratación de Estadounidenses» se produjo tras el reciente anuncio de la TVA de que planeaba subcontratar el 20 por ciento de sus trabajos tecnológicos en el extranjero. La acción de la TVA podría conducir a que más de 200 trabajadores tecnológicos estadounidenses altamente calificados en Tennessee pierdan sus empleos a favor de trabajadores extranjeros de bajo costo contratados con visas de trabajo temporales, añade el informe.
La TVA, corporación creada en 1933, se encarga de controlar las inundaciones, generar electricidad, fabricar fertilizantes y desarrollar la economía en el Valle de Tennessee, una región que fue duramente golpeada durante la Gran Depresión. La región cubre la mayor parte de Tennessee y partes de Alabama, Misisipi y Kentucky, así como pequeñas secciones de Georgia, Carolina del Norte y Virginia.
«Se espera que la decisión de la TVA también le cueste a la economía local decenas de millones de dólares en los próximos cinco años», dice el comunicado, y añade que la acción de Trump «combatiría el mal uso por parte de los empleadores de las visas H-1B, las cuales nunca tuvieron la intención de reemplazar a los trabajadores estadounidenses calificados con mano de obra extranjera de bajo costo».
Según Trump, el director general de la TVA traicionó a los trabajadores estadounidenses. El mandatario dijo que la junta de la TVA debe contratar un nuevo director ejecutivo que «ponga los intereses de los estadounidenses en primer lugar».
«Recibe 8 millones de dólares al año, por lo que eso fue solo una sucesión de cosas de un pantano profundo que está sucediendo y es una vergüenza… el nuevo director general no debe recibir más de 500.000 dólares al año», dijo Trump. «Queremos que la TVA tome medidas al respecto inmediatamente».
En respuesta a las afirmaciones del presidente el lunes de que el director ejecutivo de la TVA gana 8 millones de dólares al año, un portavoz de la TVA dijo a The Epoch Times en un correo electrónico que el salario anual de Lyash es de 1,058,000 dólares, sin embargo la compensación total de Lyash, que incluye los cálculos de sus futuros beneficios de pensión, llega a unos 8,1 millones de dólares, según las directrices de la Comisión de Valores y Bolsa, añadió el portavoz.
«Que esto sirva de advertencia a cualquier junta designada por el gobierno federal. Si ustedes traicionan a los trabajadores estadounidenses, entonces escucharán dos simples palabras: Está despedido», dijo Trump, antes de firmar la orden ejecutiva.
El anuncio siguió a los llamados de la organización sin fines de lucro U.S. Tech Workers para detener a la TVA de externalizar gran parte de su trabajo de datos y programación. El grupo dirigido por Kevin Lynn, que se opone a la expansión de los visados H1-B para trabajadores extranjeros cualificados, criticó a la corporación en junio después de que esta despidiera a 62 trabajadores de tecnología e informática.
La TVA comunicó a The Epoch Times en una declaración por correo electrónico que entiende y apoya la orden de «Contratación de Estadounidenses» del gobierno de Trump.
«Nosotros queremos asegurarnos que los empleados de Estados Unidos tengan buenas oportunidades a través de nuestras prácticas de empleo y de la cadena de suministro», dijo un portavoz. «Esperamos trabajar con la Casa Blanca, continuando el diálogo y apoyando futuras políticas en esta dirección».
«Todos los empleados de la TVA son ciudadanos estadounidenses. Todos los trabajos relacionados con el departamento de tecnología e informática de TVA deben ser realizados en Estados Unidos por personas que puedan trabajar legalmente en este país».
Tom Ozimek y The Associated Press contribuyeron a este informe.
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