DAVOS, Suiza—El presidente Donald Trump elogió sus logros económicos y comerciales en su discurso de apertura en el primer día de la cumbre económica en Davos el 21 de enero, diciendo que Estados Unidos está «ganando de nuevo como nunca antes».
«Hoy me enorgullece declarar que Estados Unidos se encuentra en medio de un auge económico como nunca antes se había visto en el mundo», dijo en el Foro Económico Mundial (FEM).
Trump pronunció su discurso horas antes del inicio de su juicio político en el Senado de Estados Unidos.
En un discurso al estilo de una campaña, Trump dijo a las élites mundiales que «Estados Unidos está prosperando, Estados Unidos está floreciendo, y sí, Estados Unidos está ganando de nuevo como nunca antes».
Dijo que la recuperación económica de EE.UU. «ha sido nada menos que espectacular».
Hacia el final de sus comentarios, Trump descartó el pesimismo climático, llamando a los activistas «los eternos profetas de la perdición».
La cumbre en la ciudad alpina suiza se extiende hasta el 24 de enero. El foro de alto perfil reúne a líderes gubernamentales, élites empresariales, economistas y celebridades de todo el mundo.
En su discurso de apertura de 30 minutos, Trump pasó la mayor parte del tiempo enumerando sus logros, incluyendo la reforma tributaria, el desmantelamiento de las regulaciones, los acuerdos comerciales y la tasa de desempleo más baja de la historia.
«Este es un auge de los obreros», dijo, y añadió que las fábricas y empresas están regresando al país.
«Nos amamos el uno al otro»
En el evento de este año, Trump adoptó un tono más suave sobre el comercio y el proteccionismo en comparación con su discurso del FEM de 2018.
Mencionó la firma de un acuerdo comercial de «fase uno» con China y la aprobación por parte del Senado del Acuerdo México-Estados Unidos-Canadá la semana pasada, calificándolos como «acuerdos del siglo XXI» que son justos y recíprocos.
«Nuestra relación con China, en este momento, probablemente nunca ha sido mejor. Pasamos por un momento muy difícil», dijo, calificando su relación con el mandatario chino Xi Jinping como «extraordinaria».
«Él lo hace para China, yo para Estados Unidos. Pero aparte de eso, nos amamos», dijo.
Trump también defendió su política comercial, señalando que sus logros comerciales no serían posibles sin los aranceles.
Esta es la segunda visita de Trump a la reunión anual. Después de asistir en 2018, tuvo que cancelar su viaje en 2019 debido a un cierre del gobierno de Estados Unidos causado por desacuerdos sobre la financiación del muro fronterizo.
La iniciativa del billón de árboles
Durante su discurso, Trump dijo que Estados Unidos se unirá a la iniciativa del foro económico para plantar un billón de árboles en todo el mundo. También dijo que la calidad del aire y del agua en Estados Unidos es de las mejores del planeta.
Sin embargo, criticó el pesimismo climático y los informes sobre el calentamiento global.
«Este no es un momento para el pesimismo. Este es un momento para el optimismo. El miedo y la duda no es un buen proceso de pensamiento», dijo.
Instó a los líderes mundiales a «rechazar a los eternos profetas de la fatalidad y sus predicciones del apocalipsis».
«Estos alarmistas siempre exigen lo mismo: poder absoluto para dominar, transformar y controlar cada aspecto de nuestras vidas. Nunca permitiremos que los socialistas radicales destruyan nuestra economía, arruinen nuestro país o erradiquen nuestra libertad», añadió.
El tema de la cumbre de este año es «interesados en un mundo sostenible y cohesivo». Los líderes empresariales y políticos mundiales abordarán las amenazas climáticas y medioambientales durante la cumbre.
Al igual que en 2019, activistas como Greta Thunberg se unieron a la reunión para presionar a las empresas y a los gobiernos para que tomen medidas contra la crisis climática.
«Nuestra casa sigue ardiendo», dijo Thunberg, una activista sueca de 17 años, en un discurso en la cumbre. «Su inacción está alimentando las llamas a cada hora».
Acusó a los líderes políticos de no cumplir con los compromisos del Acuerdo de París, del que Estados Unidos se retiró.
El exvicepresidente de Estados Unidos y antiguo activista del clima Al Gore también estuvo en Davos, según los informes de los medios de comunicación.
El discurso de Trump fue recibido con silencio por la multitud, y las críticas en el lugar fueron hechas por el economista Joseph Stiglitz, quien supuestamente distribuyó una hoja informativa fuera del salón desafiando los reclamos económicos de Trump.
Stiglitz también se quejó de la postura del Presidente sobre el cambio climático, diciendo al Independent que «se las arregló para no decir absolutamente nada sobre el cambio climático. Mientras tanto, todos nos vamos a asar».
Otras cuestiones urgentes que se abordarán en Davos este año son el crecimiento mundial, la desigualdad de ingresos, la carga de la deuda a largo plazo, la guerra tecnológica, el aumento de los conflictos geopolíticos y el desarrollo de la fuerza de trabajo.
Después de su discurso inaugural, Trump mantuvo reuniones bilaterales con la presidenta de Suiza Simonetta Sommaruga, la presidenta de la Comisión Europea Ursula von der Leyen, el primer ministro de Pakistán Imran Khan y con el fundador y presidente ejecutivo del WEF Klaus Schwab.
Al margen de la cumbre, Trump tiene previsto reunirse el 22 de enero con el presidente iraquí Barham Salih y el presidente del Gobierno Regional del Kurdistán, Nechirvan Barzani.
El FEM, fundado en 1971 por Schwab, ingeniero y economista alemán, celebra este año su 50 aniversario. El foro global se centra en temas económicos y sociales actuales para ayudar a dar forma a las agendas globales, regionales y de la industria.
Acuerdo comercial entre EE.UU. y la UE
Trump se reunió con von der Leyen por primera vez desde que asumió el cargo en diciembre de 2019. Es la primera mujer que dirige la Comisión Europea.
Durante dicha reunión, los líderes acordaron «trabajar juntos para enfrentar los desafíos mundiales como las prácticas comerciales injustas de China y la inseguridad de las telecomunicaciones y la energía», según un documento compartido por la Casa Blanca.
Ambas partes esperan también hacer «progresos tangibles» en el acuerdo comercial entre Estados Unidos y la Unión Europea en el corto plazo.
Durante la reunión, Trump le dijo a Von der Leyen que había escuchado que ella era «una negociadora dura», lo cual, agregó, «es una mala noticia para nosotros porque vamos a hablar de un gran acuerdo comercial».
Trump no descartó la imposición de aranceles a los automóviles europeos si no se llega a un acuerdo comercial.
En una entrevista con The Wall Street Journal en Davos, Trump dijo: «Saben que les voy a poner aranceles si no llegan a un acuerdo que sea justo».
Además de las tarifas de los automóviles, el impuesto a los servicios digitales es otro tema espinoso entre los Estados Unidos y la UE. La Casa Blanca anunció anteriormente que Trump habló por teléfono con el presidente francés Emmanuel Macron antes de dirigirse a Davos, y acordaron llevar a cabo «exitosas negociaciones sobre el impuesto a los servicios digitales», lo que se considera una tregua a corto plazo.
Macron no asistió al foro de este año en Davos para tratar las protestas callejeras en Francia.
Phil Hogan, el comisario europeo de Comercio, dijo la semana pasada en un evento en Washington que la UE apoyaría a Francia en la disputa sobre el impuesto a los servicios digitales.
En julio, Francia impuso un impuesto del 3 por ciento sobre los ingresos brutos de las grandes empresas de tecnología, incluyendo Facebook, Amazon, Google y Apple. A cambio, Trump amenazó con imponer un impuesto del 100 por ciento al vino francés si no se detenían los gravámenes.
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