OSAKA, Japón–El presidente Donald Trump dijo el 29 de junio que él y el líder chino Xi Jinping acordaron en reanudar las conversaciones comerciales, y agregó que suspenderá los aranceles adicionales y aliviará también las restricciones hacia la empresa tecnológica china Huawei.
Trump dijo que tuvo una «excelente» reunión con Xi durante la Cumbre del G-20 en Osaka, Japón.
«Básicamente, hoy acordamos que vamos a continuar con la negociación, la cual finalicé hace un tiempo atrás», dijo Trump durante una conferencia de prensa al final de la cumbre.
Trump también dijo que acordó en no imponer aranceles adicionales a los 325.000 millones de dólares en importaciones chinas mientras las negociaciones tomaran curso.
Sin embargo, las tarifas impuestas hasta ahora no se eliminarán, dijo. Los Estados Unidos actualmente impuso un arancel del 25 por ciento sobre USD 250.000 millones en productos chinos.
Antes de la reunión, Trump amenazó con imponer aranceles a cerca de USD 300.000 millones de productos chinos, es decir todas las importaciones chinas restantes a los Estados Unidos, si las conversaciones no progresaban.
Además, el presidente anunció que las empresas estadounidenses podrán vender productos a Huawei. En mayo, la administración de Trump agregó al gigante tecnológico chino a la «lista de entidades» del Departamento de Comercio de los EE.UU., lo que efectivamente prohibió a la empresa hacer negocios con proveedores de EE.UU., por motivos de seguridad nacional.
«Las compañías estadounidenses pueden vender sus equipos a Huawei», dijo Trump. «Me refiero a los equipos que no tengan problemas mayores de emergencia nacional».
Dijo que el Departamento de Comercio va a considerar en los próximos días si se elimina a Huawei de su «lista de entidades».
Trump señaló que no discutió el asunto de la extradición de la directora financiera de Huawei, Meng Wanzhou, de Canadá a los Estados Unidos. Meng, acusada en los Estados Unidos por cargos relacionados con la violación de las sanciones de Estados Unidos contra Irán, actualmente lucha contra su extradición desde Vancouver.
Las conversaciones entre los dos líderes marcaron la primera reunión oficial desde el último G-20 en Argentina, celebrada a fines de 2018, cuando ambas partes acordaron una tregua de 90 días en la disputa comercial entre Estados Unidos y China. Esta tregua acabó cuando se rompieron las conversaciones comerciales a principios de mayo, luego de que Trump acusara al régimen chino de incumplir los compromisos negociados durante los meses de conversaciones.
Anteriormente, Trump dijo que la reunión con Xi fue «incluso mejor de lo que él había esperado».
Durante la conferencia de prensa, Trump dijo que no tenía prisa por llegar a un acuerdo con China.
«No tengo prisa. Y le dije que quiero un trato, ¿cierto? ”, dijo.
Trump dijo que ambas partes también hablaron sobre los estudiantes chinos en los Estados Unidos. La administración de los EE.UU. ha reforzado recientemente los procedimientos de verificación de visas para los ciudadanos chinos que estudian en ciertos campos CTIM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas), debido a las preocupaciones sobre el espionaje académico y el robo de la propiedad intelectual de los EE.UU.
El presidente dijo que accedió a facilitar que los estudiantes chinos ingresen a los Estados Unidos y se queden, y agregó que se les podría dar acceso a la green card.
Trump también dijo que Beijing acordó realizar compras no especificadas de productos agrícolas a Estados Unidos.
Según Reuters, un día antes de la reunión bilateral, el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) informó sobre una gran venta de soja a China, como un aparente gesto de buena voluntad.
China importó 544.000 toneladas de soya estadounidense para su envío, lo cual representa el mayor volumen desde fines de marzo, según mostraron los datos del USDA.
Optimismo en la reunión
Al comienzo de la reunión bilateral con Xi, Trump habló de su «excelente relación» con su homólogo chino.
«Pero queremos hacer algo que se iguale con respecto al comercio. Creo que es algo que en realidad es muy fácil de hacer», dijo Trump a Xi.
«En realidad creo que ya estábamos muy cerca. Pero… algo sucedió y se deslizó un poco».
Dijo que sería «histórico» si se alcanza un acuerdo de comercio justo, y agregó que Estados Unidos está «totalmente abierto» para lograrlo.
Las conversaciones comerciales entre los Estados Unidos y China se estancaron en mayo luego de que Beijing retrocediera en sus compromisos que abordaban problemas estructurales, como el robo de propiedad intelectual, los subsidios gubernamentales para impulsar los sectores nacionales y las transferencias forzadas de tecnología. Esto llevó a Washington a aumentar los aranceles de USD 200.000 millones en productos chinos. En represalia, el régimen chino aumentó los aranceles de USD 60.000 millones en productos estadounidenses.
En la reunión bilateral, Xi comenzó sus comentarios diciendo que se han producido enormes cambios tanto en el mundo como en las relaciones China y EE.UU. en los últimos 40 años, desde que los dos países iniciaron relaciones diplomáticas. Pero agregó que un hecho básico sigue siendo el mismo.
“China y los Estados Unidos se benefician en la cooperación y pierden en la confrontación. La cooperación y el diálogo son mejores que la fricción y la confrontación», dijo.
Dijo que Trump se ha mantenido en estrecha comunicación con él a través de llamadas telefónicas e intercambio de cartas.
Xi concluyó diciendo que estaba listo para compartir opiniones sobre «las cuestiones fundamentales relacionadas con el crecimiento de las relaciones China-EE. UU.» y avanzar en el diálogo «basado en la coordinación, la cooperación y la estabilidad».
En sus comentarios iniciales, Trump también habló de su afición por la cultura china.
«Mi viaje a Beijing, con mi familia, fue uno de los viajes más increíbles de mi vida», dijo Trump, aparentemente refiriéndose a su visita de estado a China en 2017.
«He visto una cultura que rara vez verías. La cultura china es una cultura increíble».
Acerca del G-20
Los líderes de las economías más grandes del mundo se reunieron del 28 al 29 de junio en Osaka para la 14ª cumbre del G-20. En conjunto, los miembros del G-20 representan más del 80 por ciento del PBI (producto interno bruto) del mundo.
Los líderes mundiales discutieron los desafíos para la economía global, ya que las incertidumbres comerciales continúan afectando el crecimiento económico. Al igual que el año pasado, hubo discusiones sobre el comercio, incluida la reforma de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Otros puntos focales fueron la energía, la innovación, el desarrollo de la fuerza laboral, la infraestructura de calidad y el empoderamiento económico de las mujeres.
Durante la cumbre de dos días, Trump celebró otras reuniones de alto nivel con líderes como el presidente ruso Vladimir Putin, el primer ministro de Japón, Shinzo Abe, la canciller alemana, Angela Merkel, el primer ministro de India, Narendra Modi, el príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohammad bin Salman, y el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan.
Cathy He contribuyó a este informe.
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