El presidente Donald Trump tuvo su primera reunión con la nueva presidenta de la Comisión Europea el 20 de enero, al margen del Foro Económico Mundial de Davos, Suiza. Dijo que tuvo «muy buenas» conversaciones con la UE el 21 de enero, pero que si no se llegaba a un acuerdo, Washington consideraría seriamente la posibilidad de establecer aranceles para los automóviles.
«Es estupendo estar con la presidenta de la Comisión Europea y con una mujer muy respetada, tengo que decirlo, y lo escucho, una negociadora bastante dura, lo cual es una mala noticia para nosotros porque queremos hablar de un gran acuerdo comercial, y hemos estado hablando de ello durante un tiempo, y esperamos poder hacer algo», dijo el presidente Trump en una reunión bilateral con la presidente Ursula Von der Leyen.
Von der Leyen elogió la larga historia y la amistad entre Europa y Estados Unidos. «El pueblo americano y el pueblo europeo son buenos amigos. Y esto es lo que vamos a construir, y de hecho, tenemos asuntos que discutir, y vamos a negociar. Pero espero con interés esta relación», dijo Von der Leyen.
A medida que Estados Unidos firmó la fase uno del acuerdo comercial con China y que el Acuerdo Estados Unidos–México–Canadá fue aprobado por ambas cámaras la semana pasada, más ojos se dirigen a la relación comercial de Estados Unidos con la Unión Europea, donde hay una tensión constante por temas como la agricultura, los impuestos digitales y los aranceles de importación de automóviles.
El comercio de Estados Unidos con la Unión Europea ascendió a casi casi 1,3 billones de dólares en 2018, con un déficit de 109,000 millones de dólares, según las estadísticas de la oficina del Representante Comercial de Estados Unidos (USTR, por sus siglas en inglés). Maquinarias (80,200 millones), productos farmacéuticos (71,900 millones) y vehículos (56,400 millones) fueron las tres categorías principales de importación.
El presidente Trump se ha quejado de que la relación comercial es desequilibrada e injusta. La UE aplica un arancel del 10 por ciento a los vehículos de pasajeros y del 22 por ciento a los camiones. En cambio, Estados Unidos impone un arancel máximo de 2.5 por ciento a los automóviles de pasajeros importados y un arancel de 25 por ciento a las camionetas y furgonetas de trabajo. Además, varias barreras no arancelarias impiden el acceso al mercado de la UE, según un informe del USTR.
En octubre pasado, Estados Unidos impuso aranceles a productos de la UE por valor de 7500 millones de dólares sobre las subvenciones europeas para el fabricante de aviones Airbus. Washington también impuso aranceles sobre el acero y el aluminio de la UE.
Las conversaciones comerciales entre la UE y Estados Unidos han avanzado poco durante el año pasado.
La Casa Blanca ha retrasado repetidamente la decisión de imponer o no aranceles a los automóviles procedentes de Europa.
También en Davos el presidente Trump y el presidente francés Emmanuel Macron acordaron una tregua hasta finales de este año. Estados Unidos retendrán los nuevos aranceles sobre los productos franceses, incluyendo el vino, el queso y los bolsos de manos, mientras que Francia suspenderá la recaudación del impuesto del 3 por ciento sobre los servicios digitales. La mayoría de los que fueron sometidos a impuestos fueron compañías de tecnología de lo Estados Unidos.
Italia y el Reino Unido tienen impuestos similares a punto de entrar en vigor.
El reportero del Epoch Times Emel Akan y Reuters contribuyeron a este informe.
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